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Narcotráfico

15 acusados de narcotráfico internacional enfrentan penas de entre 20 y 30 años de cárcel en Cuba

Un oficial destaca la preocupación del Ministerio del Interior por preservar incluso las vidas de los criminales, en contraste con las muertes de cubanos interceptados en salidas ilegales.

Santiago de Cuba
Embarcación de Tropas Guardafronteras de Cuba.
Embarcación de Tropas Guardafronteras de Cuba. MININT

Quince personas acusadas de participar una operación de narcotráfico internacional podrían recibir sanciones conjuntas de entre 20 y 30 años de cárcel en Cuba, según las peticiones de la Fiscalía durante el juicio oral realizado en Santiago de Cuba, informó el Canal Caribe de la televisión estatal.

El reporte incluyó testimonios de oficiales cubanos, que ofrecieron detalles sobre la operación para impedir la introducción de droga en Cuba y resaltaron la preocupación del Ministerio del Interior (MININT) por preservar incluso las vidas de los presuntos narcotraficantes. Ese interés parece demostrar que las muertes de cubanos interceptados por las Tropas Guardafronteras —un organismo controlado por el MININT — durante salidas ilegales pudieron ser evitadas.

Según el mayor Oscar Sánchez Silega, primer instructor del Órgano de Investigación Criminal de Santiago de Cuba, de los 15 acusados 12 son cubanos. Uno de ellos reside en el exterior y el resto en la Isla. Los tres restantes son ciudadanos extranjeros que se encargaron de trasladar la droga a territorio cubano.

La droga que se pretendía introducir en Cuba en esta ocasión era la marihuana. Según el reporte, el principal organizador —el cubano residente en el exterior— pretendía introducir cocaína y droga sintética en operaciones posteriores.

Los delitos imputados fueron tráfico internacional de drogas, atentado, portación y tenencia ilegal de armas y explosivos, "entre otras tipicidades delictivas", de acuerdo con el reporte, que señaló que los acusados pretendían introducir droga en Cuba a través del santiaguero municipio Guamá.

El teniente coronel Abraham Estonlle Río, segundo jefe del Departamento de Narcotráfico Internacional del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI), dijo que el principal organizador tenía establecida cadena delictiva con base se encontraba en Jamaica y "una contraparte en Cuba para asegurar la comercialización de la droga, que era introducida al país por la vía marítima, con empleo de lanchas rápidas".

Los implicados fueron capturados "en plena actividad delictiva", mediante "un plan ministerial, con implicación de los órganos de enfrentamiento de las provincias de Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas, Camagüey y La Habana", explicó Canal Caribe.

Como resultado de la operación se ocuparon 300 libras de marihuana, medios de comunicación satelital y nacionales, un arma de fuego y una matrícula de auto falsa, que los acusados colocaron en un auto de turismo para desplazarse dentro de Cuba. Según el mayor Sánchez Silega, también se ocupó "gran cantidad de dinero", pero no precisó la suma.

Por mar, las Tropas de Guardafronteras emplearon un buque guardacostas y una lancha rápida para capturar la embarcación de los involucrados, que también era una lancha con motor.

El teniente coronel Estonlle Río destacó que la investigación tuvo un seguimiento permanente "por parte de la jefatura del Ministerio del Interior en función de asegurar milimétricamente que no se pusiera en peligro la vida de ninguna de las personas que participaban, tanto en el aseguramiento como por parte de los traficantes de drogas".

La preocupación del MININT por las vidas de presuntos involucrados en una operación de narcotráfico internacional contrasta con la cantidad de cubanos que han muerto al ser interceptados por las Tropas Guardafronteras, durante intentos de escapar de la Isla, donde los ahoga la miseria.

En octubre de 2022, transcendió el hundimiento de una lancha que fue embestida por una embarcación de Guardafronteras, cerca de Bahía Honda. Como resultado, fallecieron siete personas, entre ellas una niña de dos años.

Un análisis de DIARIO DE CUBA demostró que esos hundimientos —entre los que se encuentra el del remolcador 13 de marzo, ocurrido en 1994 y muy conocido a nivel internacional— violan protocolos internacionales y constituyen ejecuciones arbitrarias.

Estonlle Río sostuvo que la política de enfrentamiento al tráfico de drogas en Cuba "no ha cambiado desde el triunfo de la Revolución" y recalcó que se trata de "una política de enfrentamiento y tolerancia cero a las drogas".

Sin embargo, el excapo del Cartel de Medellín Carlos Lehder dijo en una entrevista con Semana en enero, a raíz de la publicación de sus memorias en un libro, que "obviamente Fidel Castro tenía que saber" sobre los negocios de tráfico de drogas en Cuba y describió al difunto dictador como "el director de la orquesta".

Las revelaciones sobre los vínculos de los Castro con el narcotráfico no son nuevas. Jhon Jairo Velásquez, más conocido como "Popeye", un sicario de Pablo Escobar fallecido en febrero de 2020, involucró al régimen cubano en el narcotráfico regional.

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