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Béisbol de Grandes Ligas: La tanda cubana

Locura en Houston

Gurriel y Puig la sacan, y los Astros se imponen a los Dodgers en un partido que acabó 13 a 12 y en el que hubo de todo.

Pinar del Río

¡Qué locura anoche en Houston! Ases y notables relevistas apaleados. Grandes ventajas esfumadas. Palos de alma mía. Errores de bulto. Vaivenes mareantes. El respetable con las manos en la cabeza durante más de cinco horas. Salpafuera. Rebambaramba. Apoteosis. Titingó.

A Kershaw (4,2IP, HR, 6ER, 4H, 2K, 3BB, 5.40) y a Keuchel (3,2IP, 4R(3ER), 5H, 4K, 2BB, 5.23), los serpentineros, les sobraban credenciales. Este año, con el primero en el montículo, los Dodgers llevaban récord de 27 triunfos y apenas cuatro reveses. Y de por vida, si le daban tres carreras de ventaja —y se las dieron—, foja de 124 y 19. El segundo, por su parte, en nueve de las trece aperturas de la temporada en el Minute Maid Park, había permitido, como mucho, apenas una carrerita. Y si de este octubre se trataba, su récord era inmaculado. Tres victorias sin fracaso y un magro promedio de 0.92 carreras limpias permitidas cada nueve entradas.

Ningún pitcher en las Mayores marca el primer strike mejor que Kershaw (69% de las veces), ni ninguno induce más roletazos que Keuchel (60%). Pero ni lo uno ni lo otro sucedió. En su lugar, barahúnda, pandemonio, el mundo al revés. 

Tan raro fue ver a los Dodgers marcarle tres en el mismísimo primer inning a Keuchel —imparable del primer bate Chris Taylor (de 5-2, RBI, R, K, .222), boletos a Justin Turner (de 4-1, 2B, 2R, 2BB, .150) y Enrique Hernández (de 3-0, 2R, BB, K, .231), imparable impulsor de dos de Logan Forsyhte (de 6-2, 2B, 2RBI, R, 2K, .308) y error de Gurriel—, como ver al propio Gurriel (de 5-2, HR, 2B, 3RBI, R, K, .250), que hasta ayer andaba bateándole apenas .105 a los zurdos, castigar al mejor de ellos, Kershaw, con un palo de tres carreras que empató el juego en el cuarto capítulo. El espirituano cazó una slider que no llegó a morder la esquina, y la mandó a lo más profundo del jardín izquierdo. Cuatro a cuatro en el pizarrón, juego nuevo.

Pero resulta que rápidamente, en la parte alta del quinto —cuando ya Keuchel era historia y Kershaw andaba a punto de serlo—, los Dodgers marcaron tres, gracias a los boletos que el relevista Collin McHugh (2IP, HR, 3ER, 4K, 3BB, 13.50) le regaló al torpedero Corey Seager (de 5-1, RBI, R, BB, 2K, .250) y al antesalista Turner, y a un vuelacerca por el derecho del inicialista Cody Bellinger (de 5-2, HR, 3B, 4RBI, 2R, BB, 2K, .200). Siete a cuatro, ventaja para los visitantes. Otras tres carreras de regalo que, contra todo pronóstico, Kershaw volvió a dilapidar tan pronto regresó al montículo.

El zurdo sacó dos outs, pero luego le regaló un boleto al hombre proa de los Astros, George Springer (de 3-2, RBI, 3R, 3BB, .333), y otro al antesalista Alex Bregman (de 5-2, RBI, 2R, BB, .273). El piloto de Los Ángeles, Dave Roberts, lo mandó entonces a las duchas, y trajo a Kenta Maeda (0,2IP, HR, ER, 2H, K, BB, 1.93), que tan bien había lanzado hasta el momento. Solo que al japonés se le ocurrió tirarle una recta por el medio a José Altuve (de 5-3, HR, 2B, 4RBI, 3R, K, .250), y eso no se hace. El increíble venezolano la desapareció por el mismísimo center y puso el juego siete a siete. Vuelta a empezar.

Los Dodgers marcaron una en el séptimo —doble de Turner, triple de Bellinger— y volvieron a tomar la delantera, pero qué va, los Astros respondieron con racimo de cuatro en la parte baja del inning —jonrón de Springer, imparable de Bregman, doble de Altuve y jonrón del boricua Carlos Correa (de 5-3, HR, 2B, 3RBI, 2R, .333)—, y pusieron el marcador once a ocho. 

En el octavo, cada team añadió una más a su cuenta —dobles de Joc Pederson (de 2-1, R, BB, .364) y Corey Seager por los Dodgers, jonrón del máscara McCann (de 4-1, HR, RBI, R, K, .211) por los Astros—, y así se llegó al noveno, con los visitantes perdiendo por tres.

Sin confianza en su closer Ken Giles, arratonado la noche antes, el piloto de Houston, A. J. Hinch, decidió mantener en el montículo al derecho Chris Devenski (1,1IP, HR, 3ER, 3H, K, BB, 7.71). Pero el del apellido eslavo tampoco dio la talla. Le regaló un boleto a Bellinger, y después de eliminar a uno, vino Puig (de 5-1, HR, 2RBI, R, 2K, .143) y, en dos strikes y una mala, con una sola mano y la punta del bate, le cazó un cambio de velocidad que se abría y se abría en cámara lenta y se lo mandó a Remanganagua. Atrás vino el cátcher Austin Barnes (de 5-2, 2B, RBI, R, 2K, .188), dio doble, avanzó a tercera con el out 26 y, cuando ya la gente de Houston olía el gane, vino el sorprendente Taylor, el mascarón de proa de los Dodgers, dio cañonazo al central e igualó el marcador a doce. ¡Vuelta a empezar!

El derecho Joe Musgrove (IP, H, 6.00), que el día antes había servido un jonrón, se hizo cargo entonces de la bola y la pezrrubia, se subió al montículo y dominó a los visitantes en la altura del décimo. Los Dodgers, por su parte, habían decidido jugársela a todo o nada, y tras empatar el partido en el noveno, a pesar de ser visitantes, le habían entregado la bola a su closer, Kenley Jansen (1,2IP, ER, 2H, K, BB, 4.76). Una buena decisión, pues como siempre en una situación límite, se gana o se pierde con lo mejor que se tiene. El curazoleño, que ya había colgado el cero en la parte baja del noveno, sacó los dos primeros outs del décimo. Pero luego, otra vez, afloró lo inexplicable. Le dio un bolazo a McCann, le regaló un boleto a George Springer, y los Astros reemplazaron al lento máscara, apostado en la intermedia, por el rápido Derek Fisher (R).

Dave Robert salió entonces del banquillo y habló con Jansen, pero lo que sea que le haya dicho, no sirvió de nada, porque Alex Bregman le cazó la primera bola que tiró, se la mandó de línea al izquierdo, y el rápido Fisher voló, como alma que lleva el diablo, y anotó la del gane tirándose en el plato un instante antes de que llegara el tiro. El umpire abrió los brazos en cruz, esa sirena de ingenio azucarero que suena en casa de los Astros cuando hay buenas noticias retumbó en la noche, y chirrín chirrán.

Marcador final: Dodgers 12, Astros 13. 

Poco puede decirse más allá de lo que ya dijimos. Salpafuera, rebambaramba, apoteosis, titingó.

Los relevistas de los Dodgers —Morrow (2HR, 4ER, 4H, 11.25), Cingrani (1,1IP, HR, ER, 2K, 3.00), Maeda y Jansen— tan buenos, se cansaron de tanto ser usados, tal y como advertimos aquí hace dos días, y con la excepción del zurdo Watson (0,2IP, 0.00), que sí hizo su trabajo, fallaron a la hora buena. También los de los Astros —McHugh, Peacock (1,1IP, 2ER, 3H, 2K, 3.38), el eslavo Devenski— resultaron castigados, aunque al final, victoriosos, habrán cogido las maraquitas y cantado esa guaracha que dice "y a mí qué".

Gurriel y Puig la botaron.

Hoy habrá descanso, habrá viaje a Los Ángeles. Y mañana se reanudarán las acciones en Chávez Ravine, con los Dodgers contra la pared. Menudo problema tienen los de California, pues mientras se encomiendan al zurdo Rich Hill (12-8, 3.32), deberán solventar los lanzamientos del siempre temible Justin Verlander (15-8, 3.36).

¿Quién da más?

Nos vimos ayer, nos veremos mañana. 


Serie Mundial

 

Astros de Houston vs. LA Dodgers, (1 a 3)

Astros de Houston vs. LA Dodgers, (7 a 6)

LA Dodgers vs. Astros de Houston, (3 a 5)

LA Dodgers vs. Astros de Houston, (6 a 2)

LA Dodgers vs. Astros de Houston, (12 a 13)

Astros de Houston vs. LA Dodgers, 31 de octubre

Astros de Houston vs. LA Dodgers, 1 de noviembre*

*en caso necesario

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