Sacaron cinco cajas de pollo en el punto de venta en divisas de El Cocal, en el reparto Primero de Enero, de Mayarí (Holguín), y se formó la molotera. Según los vecinos, hacía un mes que no vendían allí "nada; ni picadillo, ni salchichas. Nada".
Desde antes de llegar el pollo ya la gente estaba enterada y la cola era inmensa. Era evidente que no todos alcanzarían y, cuando comenzó la venta, se apoderó de los vecinos el nerviosismo y la desesperación.
La fila desapareció y todos pedían desesperadamente que les vendieran un paquete. Entre los reclamos contra los que intentaban colarse, la venta duró solo 30 minutos.
"Es como echar un puñado de maíz a un gallinero hambriento", dijo un anciano que abandonó la cola entre zarandeos y cuando se dio cuenta de que no iba a alcanzar. "Lo que hacen es echar a fajar a la gente con estas cinco cajitas", añadió.
"Da vergüenza que tengamos que pelearnos por un paquete de pollo", dijo María, ama de casa con dos hijos. "No basta que todo esté caro, ahora también hay que perseguir lo que sacan a poquitos".
Las imágenes de colas y moloteras se repiten por todo el país a medida que se profundiza el desabastecimiento de productos alimenticios y de primera necesidad.
Miguel Díaz-Canel, a punto de cumplir un año a la cabeza del Gobierno, reconoció el fin de semana ante la Asamblea Nacional del Poder Popular una situación crítica.
"Para decirlo en buen cubano: la crudeza del momento nos exige establecer prioridades bien claras y definidas, para no regresar a los difíciles momentos del 'Periodo Especial'", dijo Díaz-Canel.
Su Gobierno admitió que tendrá que reducir las importaciones por falta de liquidez.
Los planes de compras en el exterior "los vamos a revisar en conjunto con las empresas con el objetivo de disminuir las importaciones y buscar las soluciones a las demandas en el territorio nacional", dijo el sábado el ministro deEconomía y Planificación, Alejandro Gil.
