El Gobierno cubano 'debería detener el turismo'

"El 'principio de precaución' parece ser el gran ausente en la conversación sobre cuán seguro pudiera ser el turismo internacional para Cuba en la era del coronavirus. Según criterios especializados, un enfoque adecuado de precaución debería detener el turismo", escribió en su perfil en Twitter el economista cubano Pedro Monreal.

Ante el debate abierto en redes sociales y en la sociedad cubana en torno a la oposición del Gobierno de la Isla a impedir el acceso a los turistas y viajeros procedentes de zonas de alta infestación, o a imponerles cuarentenas obligatorias, como ya hizo el Gobierno de Venezuela a las personas procedentes de Europa, Monreal propuso un análisis del contexto actual.

Según el economista, el "'principio de precaución' es crucial para las decisiones de políticas públicas cuando estas deben gestionar causas todavía no bien comprendidas de eventos potencialmente catastróficos", y "equivale a 'mejor estar seguros que arrepentidos'".

Monreal cita al Doctor Robert Read, de la Universidad de East Anglia, quien advierte en un texto recién publicado  que "nunca había ocurrido una pandemia de escala planetaria en la era de la hipermovilidad global". Justo por su novedad "no existe el conocimiento robusto necesario para entender por adelantado cómo operaría la epidemia del coronavirus en sociedades específicas, con cuál escala y cuán rápido se propagaría."

Read subraya que es necesario "actuar de manera anticipatoria y no de manera reactiva, como todavía ocurre en muchos casos".

Derivado de ello, Monreal se pregunta: "¿Por qué no detener todos los vuelos desde las áreas infectadas? La noción de que puede detenerse y controlar el coronavirus a pesar de seguir aumentando el riesgo de penetración del virus manteniendo el ingreso de personas de áreas infectadas parece estar en abierta contradicción con el 'principio de precaución'".

Desde que el Gobierno cubano reconoció el miércoles la existencia de los dos primeros casos confirmados de personas contagiadas, tres italianos que visitaron zonas turísticas del centro de la Isla, los cubanos han exigido acciones más decididas de las autoridades, que aseguran tener bajo control la situación.

En cambio, el Ministerio de Turismo cubano aseguró que la Isla "sigue recibiendo visitantes" con una rígida aplicación de las medidas de prevención del coronavirus, pues "algunos turistas han manifestado su preferencia en pasar la epidemia en Cuba, donde estarán más seguros y mejor atendidos que en sus propios países."

La reafirmación de Cuba como país abierto al turismo en pleno auge de la pandemia contrasta con las medidas tomadas por algunos de los principales emisores de turistas a la Isla, como Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia o España, que han recomendado no viajar e incluso han restringido los desplazamientos nacionales e internacionales.

Esta semana, la empresa estatal cubana Havanatur invitó a los turistas extranjeros a visitar la Isla ahora que la expansión del coronavirus ha provocado la prohibición de vuelos a diferentes destinos del mundo y limitado los viajes de placer alrededor del planeta.

"Siendo bañados por los rayos del sol todo el año y tomando las medidas pertinentes tenemos más fortalezas ante el COVID19. Desde el Caribe es Cuba destino seguro. Visítala con Havanatur", publicó la agencia de viajes en su perfil en Twitter el miércoles, aunque luego borró el mensaje.

No obstante, la propia agencia invitó el viernes en su perfil en inglés a sacar provecho de los 29-32 grados de que disfrutaba la Isla en esa jornada. 

La campaña de las autoridades cubanas descansa en la presunción de que las altas temperaturas del trópico evitan el contagio, pero también en la promoción de la Isla como supuesto "destino seguro" para los turistas, en un intento por ofrecer un elemento extra de satisfacción en un periodo en que la cifra de visitantes ha sufrido una importante caída, del 20% solamente en enero, según cifras oficiales.

La idea de que el calor ambiental sería una contención para el coronavirus es uno de los mitos sin respaldo científico más difundidos durante la crisis que ha generado la actual pandemia.

El sábado, el diario oficial Juventud Rebelde publicó un texto en ese sentido. Bajo el título "Los cubanos no podemos confiar en el calor", cita una investigación publicada en la revista científica Practical Preventive Medicine, que advierte que el virus puede resistir hasta 37ºC y hasta tres días en superficies de plástico, telas, metal, vidrio o papel.

"Además, plantean los científicos dedicados al estudio, que puede permanecer en el aire durante al menos 30 minutos y viajar hasta 4,5 metros, y explica el fácil contagio debido a que, entre otras razones, el virus puede permanecer durante días allí donde han caído las gotas respiratorias", puntualizó el artículo.