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Música

El rapero Emicida, 'amigo de Cuba', en la Feria del Libro

Vino a Cuba para conocer una realidad que, según él, los medios hegemónicos ocultan. ¿Raperos en las cárceles de Cuba? Ah, eso él no lo sabía...

La Habana
Emicida, rapero brasileño.
Emicida, rapero brasileño. La Vanguardia

Hemos vivido la escena más de mil veces y sin embargo, no deja de asombrarnos. Esto es algo que sabemos los cubanos y repetimos como Casandra sin ser comprendidos: la propaganda castrista ha triunfado en el mundo. Una de las confusiones que protege el mensaje enemigo es que se ubica en el discurso de la resistencia contra la manipulación mediática de la propaganda.

"La pregunta es: ¿por qué no Cuba?", dijo Emicida cuando, durante su charla en la Feria del Libro de La Habana, quise saber por qué había aceptado viajar a esta isla. ¿Qué le había venido en primer lugar a la mente?  "Los medios de información nos niegan la realidad del país", explicó, "Por eso quería estar aquí, para ver con mis propios ojos".

El rapero Leandro Roque de Oliveira, más conocido como Emicida, habla bonito, habla con autoridad, hace frases como: "El pensamiento reaccionario ha construido un silencio basado en la idea de que nuestra indignación es ofensiva", que no están mal. Salvo una pareja de conocidos de alguien y yo, en el público extasiado que lo escucha todos son de Brasil, como él, y estallan en vítores a Cuba y al Ministerio de Cultura de su país (que seguramente pagó sus pasajes) cuando el rapero lo elogia, diciendo que cree en las transformaciones que están ocurriendo en su interior, en el restablecimiento de las relaciones entre ambos pueblos, y en la incalculable ayuda de los médicos cubanos.

Es como si acabara de soltar un famoso estribillo en un concierto, cuando surgen los aplausos. A su lado, la escritora Concepción Evaristo, no desaprovecha la oportunidad de la pregunta para ejercitar ella también las consignas aprendidas en algún café:  Cuba es ejemplo de justicia social en un país pobre que enfrenta el mayor imperio del mundo con apenas la dignidad de su pueblo el cual prueba que los opresores parecen invencibles pero no lo son…

La profesora y escritora Concepción Evaristo ha sido el centro de atención de la delegación de Brasil que nos visita en la Feria del Libro como parte de las actividades del país invitado de honor. Tiene 77 años y se formó soñando con una isla tropical que combatía a las dictaduras de derecha que azotaban la región en su momento. A ella habrá que resignarse. Pero es triste ver cómo las generaciones más jóvenes reciben el error con aquiescencia, con la misma rigidez de ella.  

La prensa cubana no se ha percatado, pero Emicida es uno de los raperos más conocidos de Brasil en estos momentos.  Su página de YouTube tiene más de un millón y medio de suscriptores; Caetano Veloso, Gilberto Gil, entre otros, han accedido a colaborar con él. En la sala de La Cabaña, los jóvenes de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio están locos de contentos con su presencia. Aunque solo haya venido a presentar un libro para niños, junto a Concepción Evaristo, lo escuchan hablar, y él discurre sobre los problemas de la discriminación racial, que es uno de los centros de su carrera. Con razón, culpa con vehemencia a la ignorancia, al silencio, del horror. "A través de nuestra música la gente se puede conectar con fragmentos de la historia que ha sido invisibilizada", nos dice.

En efecto, la ignorancia, si no es el origen de todos los males, al menos explica la hegemonía basada en prejuicios de género, color de piel, de lugar de origen —el tener una idea preconcebida del otro y confundir ese simple sintagma con la realidad—.

Lo lamentable es, cuando a Cuba se refiere, que no pocos activistas contrarios a la dominación basada en la ignorancia, replican el esquema del opresor que combaten: de igual manera nos desconocen y, sin embargo, creen que nos saben, y toman partido por nuestras circunstancias políticas, afectándolas.

Gracias a la publicidad de los primeros tiempos revolucionarios, Cuba se convirtió en un símbolo que la ignorancia protege. Al igual que los sujetos preteridos, Cuba es un sintagma fácil del llevar, un deseo inalcanzable, una utopía que no debe explorarse. Esa lejanía garantiza su perpetuidad como ilusión. Si existiera un contacto verdadero, entraría en crisis su contenido. Por eso Emicida, que fue invitado directamente por la ministra de Cultura de su país, probablemente también trajo los lentes de realidad virtual que el viaje a la ficción revolucionaria requería. No viene a comprobar una realidad porque huye de la propaganda de los medios, viene a afirmar una publicidad que le es cómoda. ¿Por qué sabría que los medios lo privan de una realidad que desconoce, como dijo al principio? Lo privarían, en todo caso, de la ficción que su grupo afirma y que ya sabe, inamovible, de antemano.

A quienes de esta manera se conducen, el hospitalario oficialismo tropical los llama "amigos de Cuba". Se trata de una metonimia con la cual se designan a ellos mismos, un remplazo que la fantasía extranjera abraza sin notarlo, lo cual los convierte, entonces, en amigos del lenguaje figurado, amigos del tropo.

"Orishas", me dijo a la carrera el cantante cuando le pregunté qué raperos cubanos conocía. Tuve que esperar 20 minutos a que terminara la sesión de fotos con todos los brasileños que querían su imagen paras las redes sociales, seguramente (mientras la televisión cubana se concentraba en Concepción Evaristo, por suerte).  

Leandro Roque de Oliveira (Emicida) es un hombre de porte recio, con la expresión de dureza típica de los raperos, pero más burocrática. Orishas era la opción más segura, la agrupación alegre que bien podía arrullar su fantasía. No Los Aldeanos, no Escuadrón Patriota. ¿Sabes que en Cuba hay raperos en la cárcel por razones políticas? Me miró serio y en su entrega leí más preocupación que sorpresa —un signo de contrariedad que tal vez lo salve—. "No lo sabía", dijo. "Pregunta", le sugerí, sin grandes esperanzas.

Es probable que ese hombre, quien ya está construyendo una vida en torno a una ideología, no tenga lugar dentro de sí para la novedad que le informo y termine desechándola. La próxima vez, quizás arrecie el paso cuando la realidad salga a perseguirlo.

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2 comentarios

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“Amigo de Cuba”, no. Amigo de la dictadura y enemigo de Cuba.

Profile picture for user Ana J. Faya

Me disparé buena parte de un concierto de este señor en Sao Paulo. En realidad tiene composiciones bonitas, por la música quiero decir, que solo se echan a perder, para mi gusto, cuando no canta y entra en esa letanía de los raperos. Parece que buena parte de esas composiciones tienen temas sociales, contestatarios del status quo, por lo que lo coloco en la "izquierda" de Brasil. Ese amplio espectro de personas en el que hoy hay incluso críticos del régimen cubano, donde este señor no está, por ignorante. No creo que la propaganda castrista "haya triunfado en el mundo". Sí creo que mayoritariamente en la izquierda, pero con fisuras ya.