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POLÍTICA

Luis Alberto García: 'Hiede a anexionismo a 90 millas de distancia'

El actor se considera un 'mambí siempre irredento' dispuesto a 'decir lo que piensa' en referencia a Trump y su discurso en Miami.

La Habana

El actor Luis Alberto García criticó, como si de una puesta en escena se tratara, el discurso en el cual el presidente Donald Trump anunció el 16 de junio, en Miami, la nueva política de Washington hacia La Habana.

En un mensaje publicado en Facebook y recogido por medios oficiales como La Jiribilla y Cubadebate, García se describió como un "mambí incómodo, insurrecto, siempre irredento" y dispuesto a "decir lo que piensa, sin presiones ni sugerencias" sobre el acto celebrado en "un teatro de La Florida".

"No me gustó la locación, ni el nombre de la sala, ni el casting, ni la figuración, ni el contenido del libreto, ni la dramaturgia, ni las actuaciones, ni la labor de los asesores históricos (imagino que los hubo), ni la escenografía, ni la música. Los departamentos de vestuario y maquillaje funcionaron bien", escribió.

"Se me antoja desde todo punto de vista, imposible, prestarle atención a un grupo de cubanos que asegura querer lo mejor para su gente y que pretenda hacerlo bajo una bandera y un himno que no son los de su país de origen. Está raro eso. Muy raro. No va conmigo. Hiede a anexionismo a 90 millas de distancia", añadió.

Para el protagonista de Clandestinos, La vida es silbar, Viva, entre otras películas, no es posible comulgar con el mismo grupo que "hostiga y trata de rendir por hambre y más miseria a su gente", en referencia al embargo de Washington sobre La Habana y liberando de toda culpa al sistema implantado y sostenido por el régimen.

"Que el grupo de actores y extras en aquel 'motivito', además, vitoree la vuelta a la larga noche de bravuconerías y ukases imperiales de Goliat contra David, asusta y lo descalifica por completo en sus esperanzas de incidir en la vida futura de su pueblo. Los pueblos tienen memoria de elefante. Y el odio es mala hierba", sostuvo.

En opinión de García, con Barack Obama "las cosas iban, lentas, pero iban".

"Ahora nos regresaron al 'stop motion'. Al dominó trancado con los dos equipos llenos de fichas gordas. Porque si Goliat se pone guapo, por muy grande que sea, David no come miedo. Como siempre ha sido", afirmó.

El actor defendió que "hay muchas cosas buenas que le emocionan de su tierra", así como hay "otras muchas (que) no le agradan". Sin embargo aseguró que "pelea, sufre y se desgasta por la vida que quisiera para él y los suyos", desde la Isla.

En el que calificó como "'la utopía de las utopías' o un sueño estúpido" dijo que "caben todos los nacidos bajo las palmas reales y sus descendientes, más allá de sus posturas ideológicas o políticas, siempre y cuando piensen y defiendan de corazón, con hidalguía y sentido común, lo que será mejor, de verdad, para todos los cubanos".

Por último aseguró que "no le gustaría en absoluto" que Raúl Castro "intentara bailar en casa del Trump" y que tampoco querría que el Trump quisiera "dirigir las coreografías" en su casa.

"Y ahora, vengan a por mí los talibanes de todas las denominaciones. Estoy listo", selló con esta "post data" su mensaje.

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