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Censura

Fernando Rojas: 'Santa y Andrés' no se proyectará para defender 'a un pueblo y a una gran causa'

'El filme presenta una imagen de la Revolución que la reduce a una expresión de intolerancia y violencia contra la cultura', se queja el presidente del ICAIC y justifica la censura 'por Fidel'.

La Habana

Unos días antes de conocerse la censura del filme Santa y Andrés, que no se podrá ver en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, ya la polémica en torno al largometraje estaba invadiendo redes sociales y páginas en internet.

Lo que comenzó siendo un post en un blog y respuestas en los muros de Facebook de algunos realizadores, incluidos el propio director del filme, Carlos Lechuga, terminó por convertirse en un debate que ha implicado a Fernando Rojas, viceministro de Cultura, y al presidente del ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos), Roberto Smith de Castro.

El incidente deja claro que los límites a la creación en Cuba siguen estando allí donde los comisarios culturales del régimen consideren que se daña la imagen autorizada de la Revolución y la de sus principales figuras.

Fernando Rojas versus Dean Luis Reyes

El 25 de noviembre, Fernando Rojas respondió al periodista Dean Luis Reyes quien, el día anterior, en su texto "Yo quiero ver Santa y Andrés", publicado en OnCuba, denunció la censura de la obra.

Rojas le recriminó a Luis Reyes que su señalamiento fuera solo sobre la censura en abstracto y que su concepción del arte ignorara "su conexión orgánica con los propósitos de una Revolución como la nuestra".

Según Rojas, la reacción a la película no es por "ojeriza" ni "censura" —para él, "inexistente"—, sino por "la irresponsabilidad y una recepción ingenua de 'patrocinios' externos malintencionados". Añadió que cualquier decisión tomada ha buscado defender "a un pueblo y a una gran causa".

Concluyó acusando a los responsables del filme de formar parte de "manipulaciones y extremismos" y defendió a los funcionarios que habían sido, según él, injustamente calificados por Luis Reyes como "puñado de cargos culturales".

"A ellos y a mí nos anima una vocación de servicio, inspirada en un claro compromiso con la Revolución y sus valores", dijo Rojas.

Roberto Smith de Castro versus Eduardo del Llano

El 29 de noviembre, Eduardo del Llano se sumó a la polémica intentando explicar la lógica de los censores. A juicio del realizador, "el ICAIC no escucha a quienes se supone representa" y, en lugar de conseguir acallar reclamos, suscita más debate alrededor del tema.

Del Llano denunció la situación de los creadores y se refirió a casos más recientes que han tenido que abandonar la Isla por sus posturas y concepciones artísticas.

"La injusticia genera rebeldía. Y cansancio, pero de otro tipo: no es que el artista deje de crear, es que deja de crear aquí. Ahí tenemos a Ian Padrón y a Juan Carlos Cremata en los últimos tres años", dijo.

Sobre las cuestiones que trata Santa y Andrés, como la censura o el trato a los artistas, señaló: "Errores históricos como los que refleja la película afectaron —y afectan— a mucha gente".

Y se mostró reacio a la idea "de que tanto la historia como nuestra vida deben ser diseñadas desde arriba" y de la eterna sentencia de "este no es el momento", pues "mientras los censores obren con impunidad, ese momento no llegará nunca".

Mientras Rojas respondió a Luis Reyes, Smith de Castro intentó contrarrestar a Del Llano.

El presidente del ICAIC dijo que, a pesar del "doloroso momento" de la muerte de Fidel Castro, tenía que escribir de inmediato.

"Justamente, por Fidel, respondo", afirmó.

Según el funcionario, el ICAIC en "su legítimo derecho" decidió no exhibir una película cubana en el Festival de Cine.

"La disposición sobre la película es una cuestión de principios. Independientemente de sus resultados artísticos y de las posibles intenciones de sus creadores, el filme presenta una imagen de la Revolución que la reduce a una expresión de intolerancia y violencia contra la cultura; hace un uso irresponsable de nuestros símbolos patrios y referencias inaceptables al compañero Fidel", añadió.

"Por principios, nosotros no aceptamos que en el Festival se presente un filme con los elementos señalados", puntualizó.

Smith apuntó que se ha dialogado con los creadores del filme y con otros cineastas, que se les ha explicado los argumentos del ICAIC y que, obviamente, "la decisión final corresponde a la institución".

Agregó que la decisión no es un cálculo de  "lo conveniente", "lo práctico", para evitar  "el debate" y que no implicará el fin del apoyo del ICAIC a la producción independiente.

"El ICAIC continuará cuidando la imagen de los símbolos patrios, de la propia Revolución y de nuestros héroes y mártires, tanto en el cine que apoyemos en su producción, como en la selección de las películas que se exhiban en nuestras pantallas", escribió.

La institución que dirige "continuará defendiendo la creación libre, diversa, crítica, honda y comprometida con los ideales de justicia social y emancipación humana de la Revolución", concluyó.

El origen de la polémica

El 16 de noviembre Arthur González, periodista oficialista que trabaja en Cubainformación.tv, publicó en su blog El Heraldo Cubano una diatriba contra la película y acusó a sus responsables de difamar y falsear hechos como la censura o la "persecución política y agresiones que en la Isla no han tenido lugar".

Además, señaló que el largometraje pretendía "enturbiar la obra revolucionaria" y era "evidencia del propósito de contar la historia (…) haciendo del proceso socialista cubano un monstruo".

La respuesta a González llegó a través de Facebook.

El propio director del filme, Carlos Lechuga, publicó el día 18 de noviembre en su muro: "Empiezan las difamaciones y los ataques. Sé que en el futuro voy a recibir muchos más. No solo atacan a Santa y Andrés, esta es una crítica y un ataque contra todo el cine independiente".

El director de cine Kiki Álvarez se sumaba a la polémica con otro post en Facebook.

"Es un error de lectura interpretar el diseño del personaje de Jesús como un ataque contra la Revolución. Jesús, repito, no es la Revolución, es una manera de entenderla y defenderla que esta película y su realizador cuestionan y proponen discutir", explicó.

Santa y Andrés, narra la relación entre un escritor homosexual acosado por las autoridades por sus opiniones políticas y una joven campesina enviada a vigilarlo para que no asista a un "Foro por la Paz" y haga declaraciones contra el Gobierno.

Fue estrenada en septiembre en el Festival Internacional de Cine de Toronto, Canadá, y se presentó en el Festival Internacional de San Sebastián, España.

Lechuga obtuvo el Premio SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) por el guión.

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