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Vivienda

Edificios antiguos y familias olvidadas: el desafío de la vivienda en Cuba

'Ahora mismo, un saco de cemento cuesta 3.000 pesos que equivale a mi salario de un mes', dice una profesora que vive en una cuartería en peligro de derrumbe en La Habana.

La Habana
Interior de un edificio derrumbado en La Habana.
Interior de un edificio derrumbado en La Habana. Diario de Cuba

65 años después del triunfo de la revolución que les prometió una vida digna, muchas familias cubanas siguen enfrentando el desafío de tener un techo que no se les caiga encima. Según cálculos oficiales, en el país hay un déficit de 800.000 viviendas y, de las existentes, unas 853.000 están en regular o mal estado y son un peligro para la vida de sus habitantes.

Lupe tiene 60 años y vive en el barrio habanero de El Vedado, municipio Plaza de la Revolución, en una gran casa que fue dividida en cubículos y asignada a familias sin hogar hace más de 30 años. La edificación tiene un estilo ecléctico y se ve que antes de 1959 era una verdadera joya arquitectónica. Las divisiones que se hicieron destruyeron su disposición original. Lupe agradece profundamente el haber recibido ese hogar, pero se enfrenta a una situación muy difícil.

"El cubículo que me fue asignado tiene apenas cuatro por cuatro metros y está en peligro de colapsar", afirma. "Las numerosas divisiones que se hicieron han sobrecargado esta antigua casa, y se está deteriorando rápidamente. Se filtra agua cuando llueve y las paredes están llenas de grietas", detalla.

Lupe está desesperada; si su vivienda se derrumba, no tendrá a dónde ir; es su único hogar y no tiene la posibilidad de costear una reparación. "Desafortunadamente, no cuento con los recursos económicos suficientes para poder costear los materiales de construcción necesarios. Ahora mismo, un saco de cemento cuesta 3.000 pesos que equivale a mi salario de un mes como profesora", explica.

Ana tiene 72 años y vive junto a su hija de 43 en el municipio Centro Habana, en una casa construida en 1950. "Nuestra vivienda, desafortunadamente, tiene numerosos problemas constructivos, especialmente relacionados con el techo, que es de viga y losa y que se encuentra apuntalado debido a su deterioro", lamenta.

Estas dos mujeres viven con el miedo de que la casa se desplome un día, y no tienen el dinero para comprar los materiales necesarios para repararla.

Ana no puede superar esta situación por sí sola y necesita urgentemente ayuda. Pide a las autoridades locales y las organizaciones humanitarias que le brinden apoyo y recursos para reparar su casa, o un techo seguro y estable.

Rafael tiene 80 años y reside en el municipio Habana Vieja, en una casa colonial convertida en solar. "Vivo solo y no tengo familia que me cuide. Mi pensión es de 1.500 pesos cubanos y a diario paso mucho trabajo para poder alimentarme. Hace más de 40 años que vivo en esta casa. Cuando era más joven, me las arreglaba, pero a estas alturas de mi vida no tengo dinero ni siquiera para comer, mucho menos para reparar mi hogar", declara. La humedad del inmueble le está causando problemas en la piel y en las vías respiratorias, y lo más preocupante es que el techo está apuntalado desde hace años porque hay peligro de que se desplome.

"Quiero vivir tranquilo, pero no encuentro respuestas en la Seguridad Social ni en las oficinas de vivienda. Estoy abandonado y cada día que pasa vivo con el miedo de morir bajo los escombros de mi casa", afirma.

El testimonio de este anciano refleja la realidad de muchas personas de la tercera edad. Rafael necesita asistencia inmediata, tanto en cuidado médico para tratar los problemas de salud derivados de las condiciones de su vivienda como en asistencia social y apoyo financiero para poder mejorar su calidad de vida.

En 2021 el Gobierno cubano aprobó el Plan General de Ordenamiento Urbano de La Habana, que describe el estado de las viviendas en la ciudad. Debido al alto índice de derrumbes ocurridos, están albergadas 17.314 personas en 449 instalaciones, según las cifras oficiales, y existen 6.899 inmuebles convertidos en cuarterías concentrados en su mayoría en los municipios de Boyeros, Guanabacoa y San Miguel del Padrón.

El sistema estatal de albergues está colapsado. Miles de familias llevan décadas en él esperando una solución para su situación. El Gobierno incumple sistemáticamente su plan de construcción de viviendas.

De las 704.571 viviendas existentes en La Habana, un 40% están en edificios multifamiliares, alrededor de un 9% son cuarterías y un 3% corresponde a viviendas en barrios y "focos precarios", especifica el texto, por lo que es necesario priorizar la conservación y rehabilitación de lo existente.

En el programa televisivo Mesa Redonda, el ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña, anunció una Ley de Vivienda para 2024 y admitió la gravedad del problema de la vivienda en Cuba.

Según el Anuario Estadístico de 2022, el Gobierno invirtió 3.226,5 millones de pesos en hoteles que en los últimos años han estado semivacíos, y 23.360 millones de pesos en servicios empresariales e inmobiliarios y alquiler (apartado de contenido difuso, que incluye las construcciones para el turismo). Mientras, a la construcción de viviendas se destinó un 1,4% del presupuesto general del Estado, 1.016 millones de pesos. La cifra explica muchas de las tragedias que ocurren cada vez con más frecuencia en La Habana y en otras ciudades del país.

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1 comentario

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La pregunta es, ¿cuantos de estos afectados van a ir al desfile del 1ro de Mayo?