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Relaciones Cuba-EEUU

Experto: Los viajeros deben saber en qué hoteles se produjeron los 'ataques acústicos'

John Kavulich considera que la advertencia de viaje emitida por Washington tiene un 'componente político sospechoso' y demanda 'transparencia".

Washington

John Kavulich, presidente del Consejo Comercial EEUU-Cuba, demandó a Washington que haga públicos los nombres de los sitios donde se produjeron los ataques a los diplomáticos en la Isla y consideró que la advertencia de viaje emitida recientemente a sus ciudadanos tiene un "componente político sospechoso".

Teniendo en cuenta la advertencia de viaje emitida por el Departamento de Estado de los EEUU el pasado 29 de septiembre de 2017, "diseñada para proteger de manera proactiva a los estadounidenses alentándolos a no visitar Cuba", Kavulich considera que también tendría que "publicar inmediatamente las localizaciones de todos los ataques conocidos: residencias, hoteles, etc".

El experto recuerda que el hotel NH Capri en La Habana, administrado por el español NH Hotel Group, y propiedad del estatal Grupo Caribe, ha sido oficialmente identificado como localización de un ataque.

Señala que también el Hotel Nacional de Cuba, controlado igualmente por el Grupo Caribe, ha sido reportado "de forma no oficial como localización de un ataque".

Kavulich se pregunta, "si uno o ambos han sido confirmados como localizaciones de ataques, ¿por qué el Departamento de Estado de los EEUU no prohibió inmediatamente a las personas sujetas a la jurisdicción de los EEUU acudir a estas propiedades?"

Añade que tal medida estaría en concordancia con la definición de una advertencia de viaje y las declaraciones emitidas por el Departamento de Estado.

Además de los incidentes en los hoteles, han sido confirmados ataques en las residencias de los empleados de la Embajada de los EEUU en La Habana. Estas residencias (generalmente apartamentos dentro de edificios), ubicadas principalmente en el Vedado y Miramar, son propiedad del Gobierno cubano y se alquilan al de EEUU.

"Si bien el Departamento de Estado de los EEUU puede plantear que las direcciones de las residencias no son relevantes y distraen del tema, y ​​quizás violan la privacidad, la publicación de la información justifica cualquier preocupación debido a la importancia que tiene para los viajeros a la Isla. Es razonable creer que el Departamento de Estado de los EEUU no continuará usando las residencias específicas. Si la información no se publica, hay menos fundamento para una advertencia de viaje", argumenta Kavulich.

"Con la proliferación de residencias dentro de la cartera de Airbnb, con sede en San Francisco, California, la disponibilidad de direcciones donde se han reportado ataques ayudaría a los viajeros a determinar de manera proactiva dónde ir dentro de la Isla", añade.

Para Kavulich, si EEUU va a publicar pronto una lista de lugares dentro de la Isla bajo control de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que estarán prohibidos a los estadounidenses, es mucho más importante que salgan a la luz los sitios donde estas personas estarían expuestas a problemas de salud.

Washington ha declarado que aún desconoce los autores de los ataques o las herramientas utilizadas para estos.

Ante esta situación, Kavulich considera que "existe la posibilidad de que los viajeros puedan encontrar sin saberlo las fuentes o herramientas activas o residuales de los ataques".

Dice además que dada la reiterada negación de responsabilidades por parte de La Habana, "es improbable" que esta "se oponga a la revelación de las direcciones".

A juicio de Kavulich, "si no se divulga completamente, la advertencia de viaje mantiene innecesariamente un componente político sospechoso que, de no ser resuelto, puede tener resultados negativos potencialmente mortales".

El Departamento de Estado ha informado de al menos 21 diplomáticos estadounidenses y sus familiares afectados por ataques. El Gobierno de Canadá también ha informado de afectaciones a la salud de cinco de sus diplomáticos, incluidos familiares y niños.

Según Washington, estos empleados han sufrido lesiones graves como consecuencia de estos ataques; han presentado una gama de síntomas físicos, incluyendo pérdidas de audición, mareos, dolores de cabeza, entre otros.

En opinión de Kavulich, "es momento" que tanto el Gobierno de EEUU como el de Cuba sean "transparentes".

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