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Huracán Irma

Varias ciudades siguen militarizadas más de una semana después del desastre

El despliegue de tropas de prevención y fuerzas especiales se realiza sin declaración del 'Estado de emergencia'.

Sagua la Grande

Con gestos disuasorios, para que las víctimas del huracán Irma se reconozcan protegidas o violentadas, según la vocación política de quien mire el espectáculo, decenas de efectivos militares patrullan las poblaciones más afectadas de Villa Clara desde que se decretó la fase recuperativa.

Las tropas de prevención de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), conocidas en Cuba como "boinas rojas", son cuerpos militares de élite fundados en 1981 con la misión declarada de "elevar la disciplina militar y preservar la seguridad de los principales jefes", según Ecured.

En la práctica, estas unidades inspeccionan vehículos militares, persiguen a desertores y trasladan detenidos, como encomiendas principales.

También "participan en […] la aplicación de medidas establecidas en los planes de la Defensa Civil contra huracanes". Por último, apoyan "el sistema de enfrentamiento policiaco, que ejecutan las fuerzas de seguridad pública de la Policía Nacional Revolucionaria, con el objetivo de prevenir y enfrentar las acciones delictivas que atenten contra la estabilidad de la seguridad y del orden interior".

Con esa encomienda —sin eufemismos, hacer trabajo policial—, el Ejército se acuartela en localidades como Santa Clara, Sagua la Grande, Caibarién e Isabela de Sagua.

Alberto López Díaz, presidente del gobierno en Villa Clara y vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial, reconoció la presencia de numerosos efectivos militares en declaraciones publicadas por el periódico Granma. Según López Díaz, la cifra asciende a 100 soldados y oficiales de las FAR y más de 300 del Ministerio del Interior (MININT), dedicados a la "limpieza de los escombros".

Ningún informe oficial aludió al desempeño de los militares en la evacuación, que fue garantizada en parte por el carácter disuasorio de estas fuerzas, al menos en Isabela de Sagua, donde hubo reportes de la presencia de "tropas de prevención" también al momento del retorno.

Tampoco se ha declarado el "Estado de Emergencia", que pauta el artículo 67 de la Constitución y acaso explicaría, como argumento legal, la militarización de varias poblaciones cubanas.

El Estado de Emergencia no se declaró en octubre de 2016, tras el paso del huracán Matthew por Baracoa, pero fue usado para justificar las detenciones masivas de reporteros.

"Estuve en Caibarién, siempre con miedo de que los soldados me vieran trabajar", comentó un fotógrafo independiente, en alusión a la presencia intimidante de las tropas de prevención, que sugieren la limitación de los derechos ciudadanos.

"Preguntaron si había internet, pero miraban el móvil con insistencia", declaró una usuaria de la zona WiFi en la plaza principal de Sagua la Grande. "Como si quisieran leer lo que escribía", añadió.

El pasado jueves, las tropas de prevención vigilaban los alrededores de una cafetería de la corporación CIMEX, donde la Policía común resolvía una pelea.

"Un muchacho grababa con su teléfono móvil y por eso quisieron cargar con él", asegura una vecina del antiguo hotel Plaza, en Sagua la Grande. "Aquí, enfrente, estaban las tropas especiales, dispuestas a intervenir".

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