Sin semillas, insumos ni herramientas, así va la campaña de frío en Cuba

A pesar de la escasez de insumos y medios de trabajo para la presente campaña de frío, en un acto más voluntarista que objetivo el Gobierno cubano planificó un crecimiento del 18% del área destinada a la agricultura no cañera ni silvícola (alimentos, café, tabaco y ganado), que ascendería a 378.000 hectáreas.

Es un porcentaje significativo de un año para otro, pero que se queda corto ante la recomendación de Díaz-Canel de "sembrar el doble" para contrarrestar la falta de suministros en el sector por falta de liquidez y diseño correcto de prioridades.

Al finalizar noviembre el plan de siembra ya estaba atrasado. De un 57% que debía tener entonces de ejecución, solo se había conseguido un 48%. Y, aunque a juicio de Miguel Rosales Román, director general de Agricultura del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI), la causa fundamental fue el clima, no es eso lo que se aprecia a pie de surco. En realidad, es la propia inseguridad y carencia de insumos lo que produce atrasos e incumplimientos.

"Yo quería sembrar tres quintales de frijoles y solo he conseguido 50 libras. La cooperativa no ha recibido asignación de semillas ni paquete tecnológico. Antes llegaban hasta 20 y 30 quintales a esta cooperativa, que es principalmente tabacalera. Dígame usted al municipio completo. La mayoría de la gente no ha podido cumplir el plan de siembra por falta de semillas", dijo Juan, un productor de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Desembarco del Granma, de Mayarí, Holguín.

Fernando, otro productor mayaricero, tenía planificado sembrar tres hectáreas de maíz, "pero me falló la lluvia y solo me atreví a sembrar una sola, y tardíamente, cuando en noviembre vino a llover".

"Aquí, en Mayarí, septiembre y octubre vinieron muy secos. Y, aunque estamos 'debajo' de una gran represa llena de agua, y por gravedad podríamos tener agua para sembrar aunque no llueva, los de arriba nos dicen que por falta de recursos no pueden hacer las instalaciones ni vendernos sistemas de riego para aprovechar esa agua", explicó.

Según declaraciones de Vladimir Ricardo, delegado de la Agricultura en Holguín, a la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN), la provincia debía plantar en la presente campaña 12.000 hectáreas de granos, principalmente frijoles y maíz, lo que representa un 40% del total estimado, centradas en los municipios Gibara, Banes, Calixto García, Urbano Noris, Báguanos y Mayarí.

Pero si en Mayarí, a pesar de concentrar la mayor disponibilidad de agua y maquinaria motorizada, y de tener un programa especial de desarrollo agrícola a nivel nacional, todavía en enero no se había vendido a los productores la semilla certificada, está en la capacidad de cumplir tal plan en febrero que, vale resaltar, no es ya el más óptimo para los rendimientos agrícolas.

También es Mayarí el territorio más tabacalero de Holguín y, a pesar de ser un renglón exportable que debería estar priorizado, igualmente está sufriendo la falta de suministros de insumos. Lo que unido a incongruencias en los nuevos precios como parte de la Tarea Ordenamiento, han causado una baja significativa en la siembra.

"De 35 hectáreas que tenían planificadas de 'tabaco tapado', solo se han podido plantar 25; el tabaco al sol también está por debajo del plan; muchos productores están desanimados, y por ello van a dejar de sembrar o sembrarán menos. Y la peor crisis la tenemos con los semilleros, que no los hemos podido asegurar por diversos factores", declaró un funcionario de la empresa Tabacuba en una reunión de la CCS Desembarco del Granma a inicios de enero.

En el encuentro muchos productores plantearon la preocupación de que sus cultivos se malogren si, como es habitual, en febrero ataca "el moho azul".

"Este año no han suministrado nada para combatir el moho", una recurrente enfermedad que en pocos días destruye la mejor plantación, si no se actúa rápidamente con los fungicidas indicados. "Y eso sí que no hay medios biológicos que lo combatan", dijo Alexander, uno de los productores preocupados.  

La campaña de frío es la más importante en Cuba pues asegura entre el 60 y 70% de los alimentos de producción nacional y de los principales renglones exportables, con mayor valor agregado. Su efectividad signa el comportamiento del sector en todo el año y repercute significativamente en la economía nacional y en la mesa de los cubanos.

Según palabras del propio director de Agricultura del MINAGRI, Rosales Román, por falta de insumos "los rendimientos estarán por debajo de lo planificado. Por ejemplo, cultivos como el boniato, en los que se logran 25 o 30 toneladas por hectáreas, hoy no sobrepasan las diez". Y todo ello presagia un oscuro escenario para el agro cubano. Así como pasa con el boniato, sucede con todos los demás cultivos. Al parecer, "sembrar el doble" o subir los planes sin recursos, como indicó Díaz-Canel, no resuelve el problema.