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Política

Bruno Rodríguez agradece 'gestiones' de Somalia respecto a los médicos cubanos secuestrados, pero no ofrece detalles

Los funcionarios cubanos se limitan a turnarse para, aproximadamente una vez al mes, referirse a las presuntas gestiones en marcha para dar solución al problema.

La Habana
Landy Rodríguez (izq) y Assel Herrera, los médicos cubanos secuestrados en Kenia.
Landy Rodríguez (izq) y Assel Herrera, los médicos cubanos secuestrados en Kenia. Cubatel

El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parilla, dialogó con su homólogo de Somalia, país donde presuntamente se encuentran secuestrados los médicos Assel Herrera Correa y Landy Rodríguez Hernández, a quien le agradeció el apoyo de su Gobierno para garantizar el regreso a Cuba de los profesionales.

"Sostuve conversación telefónica con el canciller de Somalia Sr. Ahmed Isse Awad. Agradecí el apoyo y esfuerzos de su Gobierno para garantizar el regreso seguro de nuestros médicos secuestrados. Destacamos la voluntad de fortalecer los vínculos bilaterales entre ambos Gobiernos", escribió el canciller cubano en su cuenta de Twitter.

En esta ocasión, el funcionario cubano, como se ha vuelto habitual, tampoco se refirió al estado de los médicos cubanos secuestrados en abril de 2019 en Kenia, a donde fueron enviados por el Gobierno cubano como parte de sus controvertidas "misiones" médicas.

La última vez que un funcionario cubano habló sobre los profesionales secuestrados fue el pasado 15 de septiembre, a raíz del cumpleaños de Assel Herrera, cuando Miguel Díaz-Canel afirmó que conversó telefónicamente su mamá y su hermano, a quienes les ratificó "apoyo y cariño".

Según la versión oficial, los gobiernos de Kenia y Cuba, y ahora también el de Somalia, trabajan de conjunto para "garantizar el regreso seguro" de los dos médicos. Pero ninguno explica el estado de salud y las condiciones en que se encuentran los profesionales.

Los funcionarios cubanos se limitan a turnarse para, aproximadamente una vez al mes, referirse a las presuntas gestiones en marcha para dar solución al problema.

El pasado agosto Rodríguez Parrilla, tras hablar con su homólogo keniano, publicó un tuit semejante: “Conversé telefónicamente con la canciller de Kenia, Raychelle Awour Omamo. Intercambiamos sobre la situación de nuestros médicos secuestrados en ese país. Pasamos revista al estado de las relaciones bilaterales y examinamos nuestra cooperación en los organismos internacionales".

El 31 de julio, fue el ministro de Salud cubano, José Ángel Portal Miranda, quien informó en su perfil de Twitter que dialogó acerca de los doctores secuestrados por la milicia de al-Shabaab con su homólogo del país africano, Mutahi Kagwe, quien le aseguró que siguen trabajando en la liberación de los profesionales.

En junio, fue otra vez Miguel Díaz-Canel quien dijo haber "sostenido una fructífera conversación con el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta", con quien habló de "las relaciones bilaterales, el enfrentamiento al Covid-19 y el estado actual de las gestiones para lograr el regreso seguro a la patria de médicos Assel y Landy".

A pesar del probado peligro que significa para los profesionales cubanos sus labores en el país africano, el 19 de julio pasado el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba publicó una nota oficial anunciando el envío de otros 20 médicos a Kenia.

El diario keniano Nation reveló esta semana cada uno de los 100 médicos cubanos que trabajan en ese país le cuesta a Nairobi mensualmente alrededor de 9.220 dólares estadounidenses.

En su extenso reportaje, Nation señaló que los médicos reciben un estipendio —término que usa La Habana para ocultar que sus "misiones solidarias" son remuneradas— de 1.000 dólares mensuales.

Aparte de esta cifra, Nairobi acordó pagar otros 4.000 dólares por cada profesional, suma que se ingresa directamente en la cuenta bancaria del Gobierno cubano en el Banco Financiero Internacional S.A. Tales depósitos se realizan en euros en función del tipo de cambio en el momento del pago.

La exportación de servicios profesionales, mayoritariamente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios.

Además de tener que entregar la mayor parte de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de sus libertades fundamentales.

Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna".

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