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Brasil

Marcelo Odebrecht seguirá purgando su condena en una mansión de 3.000 metros cuadrados

El dueño de la constructora brasileña, después de dos años de prisión, pasa a arresto domiciliario.

San Pablo

Marcelo Odebrecht, el expresidente de Odebrecht condenado en el mayor escándalo de corrupción en Brasil, seguirá purgando su condena en una mansión de 3.000 metros cuadrados en Sao Paulo tras haber abandonado este martes la celda de 12 metros cuadrados en Curitiba en la que estuvo recluido dos años y medio, informa EFE.

El otrora todopoderoso presidente de la mayor constructora brasileña, una gigante multinacional con negocios en decenas de países, seguirá cumpliendo su condena en prisión domiciliaria gracias al acuerdo de colaboración judicial por el que se comprometió a confesar todas las corruptelas de su empresa.

El heredero de una de las mayores empresas de América Latina ha sido condenado hasta ahora a 31 años y seis meses de prisión en dos de los siete procesos abiertos en su contra, pero el acuerdo de colaboración redujo esa condena a diez años.

Tras dos años y medio en unas estrechas celdas de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, pasará los próximos dos años y medio en prisión domiciliaria, otros dos años y medio en régimen semiabierto (puede salir de día a trabajar) y los últimos dos años y medio en régimen abierto (solo tendrá que estar los fines de semana en casa).

Los siete años y medio que le quedan de pena los pasará en su residencia en Sao Paulo, una mansión con piscina, gimnasio y varias comodidades en el exclusivo barrio de Morumbí, controlado por una tobillera electrónica que oficiales de Justicia le pusieron este martes.

El empresario, de 49 años y apodado "Príncipe", abandonó las celdas de la Policía Federal en Curitiba y fue trasladado a un foro de justicia donde fue informado por un juez de las reglas que tendrá que cumplir durante la prisión domiciliaria.

Tres horas después, ya con la tobillera electrónica, salió del foro judicial en un vehículo particular escoltado por dos patrullas de policía hasta un aeropuerto privado en Curitiba, en donde abordó un avión particular que lo trasladó hasta Sao Paulo.

Su abogado, Nabor Bulhoes, el único que habló con la prensa al final de la audiencia, aseguró que la definición de la mansión que queda en un condominio de lujo a pocos metros de la gobernación de Sao Paulo como la nueva prisión es un "asunto que solo incumbe a Odebrecht y al juez de ejecuciones penales".

Agregó que el empresario solo tendrá derecho a recibir visitas de sus familiares, sus abogados y de 15 personas incluidas en una lista que le entregó este martes al juez y que solo tendrá autorización para abandonar la casa en dos oportunidades, con fechas aún no definidas y que serían para asistir a ceremonias de graduación universitaria de sus hijas.

"El único compromiso que tiene Marcelo Odebrecht en adelante es seguir colaborando con la Justicia en los términos del acuerdo de colaboración que firmó con la Fiscalía y como reconocidamente lo viene haciendo", dijo su abogado.

"Reiteró que su gran objetivo es volver a la convivencia familiar, algo muy importante para él", agregó.

El derrumbe de la trama Odebrecht

El derrumbe de la trama de la constructora brasileña se inició el 19 de junio de 2015, cuando Marcelo Odebrecht fue detenido en el marco de la Operación Lava Jato, acusado de pagar sobornos a decenas de políticos de todas las tendencias para obtener contratos en la estatal Petrobras, recuerda la AFP.

Tras resistir casi dos años a una lluvia de acusaciones, el grupo acordó revelar sus delitos para suavizar las condenas y poder sobrevivir.

Las confesiones condujeron a cientos de investigaciones contra ministros, diputados y empresarios de Brasil y de otros países de América Latina.

En Perú, la investigación está a punto de provocar la destitución del presidente Pedro Pablo Kuczynksi y en Ecuador ya llevó a la cárcel al vicepresidente Jorge Glas.

En total, 77 ejecutivos y exejecutivos firmaron un acuerdo de delación premiada y relataron en detalle los engranajes de la corrupción. Se supo así que en el seno de la firma existía un departamento dedicado exclusivamente a mover ese dinero ilegal.

Marcelo pudo reducir gracias a esas confesiones a diez años su condena inicial, de más de 19 años de cárcel.

La empresa se comprometió además a pagar una multa de 2.600 millones de dólares a los gobiernos de Brasil, Estados Unidos y Suiza.

En Sao Paulo, Marcelo Odebrecht será recibido por su esposa Isabela y sus tres hijas.

Nuevas revelaciones

La madeja del gigantesco esquema de corrupción de Odebrecht parece interminable.

El Cade, ente de control de la competencia en Brasil, informó este martes que investiga dos presuntas formaciones de cártel en licitaciones de obras de infraestructura y transporte ferroviario en el estado Sao Paulo. La pesquisa fue posibilitada gracias a las confesiones de Odebrecht, precisó el organismo.

El Cade había informado la víspera que otra gran constructora, Camargo Corrêa, confesó haber formado un "club" con al menos otros ocho grupos (entre ellos Odebrecht) para fraguar licitaciones de construcción de líneas de metro en ocho estados brasileños.

Esas prácticas se intensificaron entre 2008 y 2014, con los numerosos proyectos elaborados con vistas al Mundial 2014 de fútbol y a los Juegos Olímpicos de Rio en 2016.

Odebrecht S.A: el desafío de sobrevivir

Ahora, Odebrecht se plantea el desafío de sobrevivir.

En 2015, cuando estalló el escándalo, el grupo mostraba una facturación de 39.111 millones de dólares y tenía una plantilla de 128.426 empleados, que actualmente son entre 75.000 y 80.000.

Odebrecht S.A. emprendió un proceso de renovación y anunció que a partir de ahora, el cargo de CEO no será ocupado por miembros de la familia.

Cuando cumpla su pena, Marcelo Odebrecht todavía tendrá restricciones en el ámbito profesional, pues hasta 2025 estará impedido de ejercer cualquier función ejecutiva en las empresas de su familia, según el acuerdo que firmó con la Justicia.

Su padre, Emilio Odebrecht, ha anunciado que dejará la presidencia del Consejo de Administración el próximo abril, además de afirmar que ningún miembro de la familia volverá a presidir el grupo, en medio de un programa de reestructuración para "pasar página" de los escándalos de corrupción.

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