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Negocios

Blue Diamond Resorts extiende su negocio de Cayo Largo del Sur a Mayabeque

La hotelera se afianza como la segunda mayor en Cuba, solo por detrás de la española Meliá, que tiene 32 hoteles, y por delante de Iberostar, que suma 19.

La Habana
Vista general de Villa Trópico.
Vista general de Villa Trópico. HotelMIx

La cadena canadiense Blue Diamond Resorts, que administra en exclusiva el destino turístico de Cayo Largo del Sur, anunció que asumirá la gestión de Villa Trópico, en la zona costera de Jibacoa, al norte de la provincia de Mayabeque.

De acuerdo con información de esa empresa hotelera, la de mayor crecimiento en Cuba, a partir del 1 de noviembre de 2023 esa instalación, ubicada a medio camino entre La Habana y Varadero, comenzará a operar con el nombre de Starfish Jibacoa.

"La incorporación de Starfish Jibacoa a nuestro portafolio de resorts todo incluido en Cuba fortalece aún más la presencia de Blue Diamond en el destino", comentó Mohamad Fawzi, director general de Blue Diamond Resorts Cuba.

"La marca Starfish Resorts ha despertado un gran interés entre los viajeros debido a sus conceptos únicos. Estamos entusiasmados con las oportunidades que esta expansión brinda y esperamos colaborar tanto con nuestros socios comerciales tradicionales como con los nuevos para crear experiencias vacacionales únicas", agregó, citado por el sitio especializado Travel Trade Caribbean.

La hotelera, que mueve turistas de Canadá a la Isla a través de su aerolínea Sunwing, indicó que la adquisición del nuevo hotel es un "importante paso estratégico" con el propósito de "expandir su presencia en el vibrante mercado hotelero de Cuba".

Villa Trópico, un centro turístico de 3 estrellas administrado hasta ahora por la estatal Gran Caribe Hoteles, ha sido un destino asequible para numerosos cubanos que visitan las playas del norte de Mayabeque. No está claro si ello seguirá siendo posible tras el arribo del nuevo gestor.

Situado en la playa de Arroyo Bermejo y rodeado de montañas, posee 154 habitaciones, de ellas 44 estándar con balcones y 110 bungalows con terrazas con vistas al mar o al jardín.

Hasta diciembre de 2022, Blue Diamond Resorts tenía 26 hoteles de distinto tipo en Cuba. El último adquirido antes de Villa Trópico fue el Grand Memories Holguín, ubicado en el municipio holguinero de Rafael Freyre.

Blue Diamond, que también añadió a su portafolio el patrimonial hotel habanero Inglaterra, que redirigió a clientes LGBT, y el Hotel Paseo del Prado, gerenciado primeramente por la francesa Accor, e inauguró el Mystique Regis Habana, todos en la capital cubana, tiene ahora instalaciones en casi todos los principales destinos de la Isla.

Aparte de los anteriores, posee en Cayo Santa María los hoteles Royalton Cayo Santa María, Memories Paraiso, Starfish Cayo Santa María, Starfish Tropical, Grand Memories Santa María y Sanctuary at Grand Memories Santa María; en Varadero, Grand Memories Varadero, Starfish Las Palmas, Sanctuary at Grand Memories Varadero, Starfish Cuatro Palmas, Royalton Hicacos, Memories Varadero, Starfish Varadero y Mystique Casa Perla.

En Cayo Coco administra Memories Caribe y Memories Flamenco; en Trinidad, el Mystique Trinidad La Popa, el Memories Trinidad Del Mar. A ellos se suman el Starfish Cayo Guillermo, el Memories Cayo Largo, el Memories Jibacoa y el Starfish Montehabana.

Blue Diamond es ahora la segunda hotelera de Cuba, solo por detrás de la española Meliá, que tiene 32 hoteles, y por delante de Iberostar, que suma 19.

Este crecimiento se produce pese a que la industria del ocio no ha conseguido recuperar en Cuba los niveles de 2019. 

Desde su inauguración en 2010, Blue Diamond Resorts, perteneciente al Sunwing Travel Group, ha crecido hasta convertirse en la empresa de gestión hotelera de más rápido crecimiento en el Caribe, con más de medio centenar de propiedades que sobrepasan las 15.500 habitaciones en diez países, con Cuba a la cabeza de la lista.

Desde noviembre pasado, la firma canadiense dio inicio a la experiencia inédita en Cuba de administrar Cayo Largo del Sur, en los mares próximos a Isla de la Juventud, gracias a una concesión del Gobierno cubano que incluye, además de la exclusividad del destino, una licencia de importación especial que le permite controlar los productos que ingresan a ese territorio.

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