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Baloncesto

Un basquetbolista que jugó descalzo en La Habana, 'seguro' para el UCAM Murcia en la liga de España

'Éramos muy pobres, pero teníamos mucho amor por el baloncesto', cuenta el cubano Howard Sant-Roos.

Madrid
El basquetbolista cubano Howard Sant-Roos
El basquetbolista cubano Howard Sant-Roos ACB

Aunque el basquetbolista cubano más conocido en la Liga Endesa (principal liga del baloncesto profesional de España) es Jasiel Rivero —que actualmente milita en un club de Israel— el nombre de otro jugador nacido en Cuba suena fuerte en la nación ibérica.

Se trata de Howard Sant-Roos, un jugador que domina las tres posiciones desde el exterior y es una de las bazas del UCAM Murcia, que este jueves enfrenta al favorito Real Madrid en el inicio de la temporada de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB).

El cubano llegó en el verano pasado al equipo murciano dirigido por Sito Alonso, que anunció la renovación de su contrato en enero.

"El cubano se ha convertido en un seguro para Sito Alonso en apenas media temporada como jugador universitario, promediando en la liga doméstica 6,3 puntos, 3,8 rebotes y 10,6 de valoración. Datos muy parecidos a los de Basketball CL, donde acumula una valoración de 10,7", indicaba el comunicado oficial.

Pero Sant-Roos, que acumula una experiencia en el baloncesto europeo de primer nivel y ganó dos veces la liga checa, tuvo un camino difícil para llegar a donde está hoy. Nació en La Habana hace 33 años y su familia era muy pobre, por lo que jugaba al baloncesto descalzo o con un calzado lleno de agujeros.

"Teníamos muy pocos recursos. A veces se jugaba sin zapatillas, otras veces las mías tenían agujeros enormes y era como si jugara descalzo... Era lo que había. Éramos muy pobres, pero teníamos mucho amor por el baloncesto", contó al medio deportivo español Marca.

En una casa pequeña, convivía con abuelos y tíos, además de su madre y su hermana, una situación típica en Cuba, donde la vivienda es uno de los problemas más graves.

"No teníamos nada. De ahí creo que a muchos cubanos nos viene la humildad", opinó.

La vida de Sant-Roos cambió cuando su madre se casó con un italiano. A los 16 años su mudó al país europeo, donde comenzó a jugar en Cuarta División, luego saltó a segunda y partir de ahí militó en varias ligas de Europa, como la alemana, la checa, la griega y la rusa.

Con el Nymburk checo, el basquetbolista cubano jugó en Eurocup y FIBA Europe Cup. Fue campeón de la liga checa en dos ocasiones, dejando un promedio de 15 puntos de media, 8,2 rebotes y 3,9 asistencias por partido.

Su primer equipo en la Liga Endesa fue el Casademont Zaragoza, con el que disputó la temporada 2022-2023 de la Liga ACB. Sus promedios fueron de 10,2 puntos, cuatro asistencias, 3,4 rebotes, y una valoración por partido de 13,1.

"Ha habido mucho trabajo para llegar aquí, pero no lo cambiaría por nada", dijo a Marca.

Respecto a la posición en la que prefiere jugar, afirmó que varía. "Tengo mis días. A veces, prefiero de alero, otros de escolta, de base...", dijo al medio deportivo.

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