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Resumen 2020

Oro, plata y bronce: DIARIO DE CUBA elige a los mejores deportistas cubanos de un 2020 mutilado por la pandemia

Abreu, Arozarena y Ugás encabezan una lista de 21 atletas y un equipo. De ellos, la prensa oficial solo menciona a ocho.

Madrid
Ilustración: Abreu, Ugás, Arozarena.
Ilustración: Abreu, Ugás, Arozarena. DDC

La pandemia del Covid-19 condicionó todas las facetas de la vida en el año que acaba, y el deporte no fue ajeno. Las cuarentenas en numerosos países obligaron a los atletas a interrumpir sus entrenamientos o a adaptarlos a condiciones de encierro. Gran parte del calendario competitivo nacional e internacional fue suspendido o alterado, y el público se esfumó de los estadios.

2020 fue, por tanto, un año mutilado en lo deportivo. No obstante, sí hubo quien brilló. Y como ya es tradicional, DIARIO DE CUBA realiza su selección de los mejores del patio. Como siempre, muchos de ellos, además de las restricciones, padecieron también el silencio de la prensa oficial de la Isla, que sigue acallando a quienes no considera fieles. En concreto, 13 de nuestros galardonados no cabrían en ningún titular oficial; es decir, más del 50%.

Aquí felicitamos a todos los que lo merecen, independientemente del lugar donde residan y de sus ideas políticas, configurando así una Cuba más rica y plural que la que defienden en La Habana unos mandamases que, por cierto, deberían pensar en hacer más deporte, pues sus prominentes panzas amenazan con reventar cualquier costura que intente contenerlas.

Otra vez, dividimos las categorías de los atletas reconocidos en Oro, Plata y Bronce, en función del nivel de sus actuaciones y/o de la competencia enfrentada. Aquí van:

CATEGORÍA ORO

José Abreu, béisbol

En 2019, al liderar la Liga Americana en carreras remolcadas y ser elegido para el Juego de las Estrellas, el inicialista de las Medias Blancas de Chicago se coló en la categoría Plata de nuestra selección. Este año se supera y alcanza un Oro indiscutible.

En 2020 "Pito" Abreu se convirtió en el primer cubano galardonado con el prestigioso Premio Hank Aaron (mejor desempeño ofensivo del año), y además se alzó con el de Jugador Más Valioso y con el Bate de Plata de la Liga Americana. El natural de Mal Tiempo casi no dejó nada para nadie. Al frente de unas Medias Blancas que regresaron a los play-offs tras 12 años de ausencia, disputó los 60 partidos de la temporada regular con unos números que, como escribiera nuestro cronista deportivo, Neno Díaz, dilataron pupilas.

Abreu fue líder en remolcadas (60), segundo en cuadrangulares (19), tercero en hits (76), cuarto en slugging (.617) y décimo en OPS (.987), mientras su promedio al bate (.317) y de alcance de bases (.370) resultaron los mejores desde la temporada de su debut, cuando ganó el premio a Novato del Año.

Abreu —quien agradeció al legendario Orestes Miñoso por sus consejos mientras se adaptaba al rigor de las Grandes Ligas— guió además a jóvenes cubanos como Yoan Moncada y Luis Robert, quienes junto a Yasmani Grandal, el 1 de agosto convirtieron a las Medias Blancas en el primer conjunto en la historia de las Grandes Ligas en inscribir a cuatro cubanos en la proa del lineup.

Randy Arozarena, béisbol

Fue traspasado a los Rayos de Tampa sin demasiada fanfarria. Para colmo, se contagió de Covid-19 al comienzo de la temporada y debió aislarse un tiempo en el que, según declaró, se dedicó a hacer 300 planchas diarias y a comer platos de arroz con pollo que se cocinaba cada noche.

La fórmula, evidentemente, le dio resultado, pues una vez regresó a los terrenos de juego, Arozarena se lució de lo lindo, hasta acabar con la quinta y con los mangos en otoño.

Aún con estatus de novato para la venidera campaña, el de Mantua consiguió el premio Babe Ruth al Jugador Más Valioso de los play-offs en Grandes Ligas, pues fue protagonista indiscutible en la conquista de la Liga Americana por los modestos Rayos, y clave también en el duelo finalmente perdido ante los todopoderosos Dodgers de Los Ángeles en la Serie Mundial.

En el camino, Arozarena dejó una retahíla de récords impresionantes, como los de más cuadrangulares en una postemporada (10), más hits (29) y más bases recorridas (64).

Con su sonrisa amplia, puso de moda las botas de cowboy con las que practica antes de los partidos. Y su casi nulo conocimiento del inglés no fue óbice para que toda la prensa pelotera de EEUU y el mundo le dedicara amplios espacios. Una lástima que los medios comunistas se hayan mantenido ajenos al hito. Aunque pensándolo bien, quizás haya sido mejor así.

Erislandy Lara, boxeo

¡Qué bonito pelea el guantanamero Lara (27-3-3, 15KO)! Zurdo de oro, puso en juego su cinturón de campeón mundial del peso súperwelter de la Asociación Mundial de Boxeo, y salió airoso. Su desdichado rival, Greg Vendetti, nada pudo hacer, aunque por lo menos aguantó de pie hasta el final, cosa que no logró el mexicano Ramón Álvarez el año pasado, en un resultado que le valió a Lara la inclusión en esta lista, por lo que repite.

Inter de Miami, fútbol

El Inter de Miami se estrenó este año en la División Este de las Grandes Ligas de Fútbol de EEUU (MLS, por sus siglas en inglés). El equipo se coló incluso en los play-offs, y aunque terminó la temporada con una foja discreta (siete triunfos, 13 reveses y tres empates, 25 goles a favor y 35 en contra), entra en esta lista al ser el primer equipo profesional de una liga de primera división en EEUU cuyos propietarios, o co-propietarios, son cubanos. Los hermanos Jorge y José Más demostraron, con el debut del Inter, hasta dónde podríamos llegar los cubanos si los barrigones comisarios del Partido Comunista no mantuvieran bajo su control el deporte en la Isla.

Olfides Sáez, halterofilia

Corría el mes de enero y, salvo los comunistas chinos, nadie sabía aún nada del Covid-19. Entonces, en el Campeonato Mundial de pesas, celebrado en Roma, Olfides Sáez se colgó al cuello nada más y nada menos que tres medallas de oro en la categoría de 89 kilos.

Nada pudo hacer la competencia en "la ciudad eterna" contra el cienfueguero, que acumuló 359 kilogramos levantados (163 en el arranque, 196 en el envión).

Yordenis Ugás, boxeo

El 6 de septiembre se convirtió en el primer campeón cubano del peso welter en 45 años. El cinturón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) —conseguido en una dura pelea frente al americano Abel Ramos— sería más que suficiente para incluirlo en nuestra categoría Oro; pero Ugás (26-4, 12KO) hizo más.

A lo largo del año, a través de las redes sociales, el santiaguero fue protagonista entre los atletas de primera línea que adoptaron una postura crítica pública hacia el régimen de La Habana, rompiendo con el tradicional y doloroso silencio de sus compañeros. Como si fueran ganchos, upper cuts, jabs y derechazos, Ugás repartió en todas direcciones. A los mandamases de La Habana les dijo que "si después de 61 años no pueden mantener un país decentemente, entreguen el Gobierno". A los cubanos en general, los llamó a dejar "la apatía y la cobardía" y a hablar de "lo que tenemos" en la Isla, refiriéndose a la dictadura. Y a los peloteros a los que los mandamases tientan con dejar volver a la selección nacional si entran por el aro político, les recomendó al menos algo de dignidad: "Si yo fuera un pelotero a quien llamaron apátrida, lo mínimo que exigiría sería una disculpa".

CATEGORÍA PLATA

Ulysses Díaz, boxeo a puño limpio: Apenas fueron tres segundos, pero al cubanoamericano Uly Díaz le bastaron para acabar con su rival y hacerse viral en las redes sociales, pues su nocaut se convirtió en el más rápido registrado nunca en esta modalidad de deporte de combate. Salió en tromba Díaz y de un par de golpes desactivó a su adversario en un desenlace tan súbito como fulminante. El próximo salto será combatir por el título mundial en un arte de lucha aún sin mucha tradición federada en EEUU, pero que Díaz se ocupó de poner en todos los titulares. En la entrevista que nos concedió después del combate, confesó que esos tres segundos le cambiaron la vida. La verdad, no nos parece nada raro.

David Morrell, boxeo: Morrell (3-0, 2KO) es un purasangre. Nos gusta su planta de zurdo espigado, rápido, polivalente, con buena velocidad de brazos y piernas. Coronado por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) como campeón interino de la división de 168 libras (76,2KG), debió pelear por primera vez en su carrera profesional más allá del tercer round, hasta los 12. Y aguantó y demostró que tiene pulmones y mentón. Si está en esta categoría de Plata es porque aún es joven y sus rivales no han sido gran cosa. Sin embargo, no nos extrañaría que, en los próximos años, suba y repita en el nivel áureo.

Guillermo Rigondeaux, boxeo: El veterano del Guaso superó al venezolano Liborio Solís por la vía de la decisión dividida y se acreditó el título vacante del peso gallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

La victoria convirtió a Rigondeaux en titular de dos divisiones y, a los 39 años, en el luchador de más edad en ganar un cinturón de las 118 libras. Si no lo incluimos en el nivel Oro es porque el Rigo de hoy no es ya el Rigo que era. Ganó la faja, sí, pero peleó hacia atrás y no pudo imponerse por unanimidad a su rival, al que uno de los tres jueces vio ganar.

Luis Robert, béisbol: Tras generar grandes expectativas (y millones de dólares) antes de su debut con las Medias Blancas de Chicago, Robert acabó la temporada 2020 como finalista entre los candidatos a Novato del Año de la Liga Americana. No lo consiguió, entre otras cosas porque sufrió un slump hacia el final del calendario regular, pero no dejó dudas sobre su condición de futura súper estrella y, con naturalidad, hizo algo que no es nada fácil: llegar y apoderarse del jardín central de un equipo de Grandes Ligas. ¿El premio? Guante de Oro como mejor centerfielder de la Liga Americana. ¿Quién da más?

Arlenis Sierra, ciclismo: En 2019, la manzanillera se convirtió en la primera latinoamericana en ganar el prestigioso Giro de la Toscana y nos deslumbró. Literalmente, caímos a sus pies. Este año no subió a lo más alto de ningún podio; en Australia quedó tercera en el Herald Sun Tour y segunda en la Cadel Evans Great Ocean Road Race. Pero tras su puesto 35 en la clásica belga Flecha Valona (una de las carreras de más solera del calendario mundial), fue elegida como mejor pedalista no europea.

El Covid-19 impidió a la actual capitana del equipo Astana participar en otra clásica, la italiana Strade Bianche, y hoy ocupa el lugar 24 en el ranking mundial de la Unión Ciclista Internacional (UCI).

En septiembre la vimos defender a solas el pabellón cubano en el Mundial de Ciclismo de Imola, Italia, donde consiguió el puesto 23 en la carrera contrarreloj y el 39 en la prueba de ruta. Peleó entonces sin apoyos en un deporte en el que, contrario a lo que se cree, la labor del equipo es fundamental. No pudo con las poderosas y bien organizadas escuadras europeas, pero fue la mejor latinoamericana.

Alan Vera, lucha grecorromana: Llegó, luchó y ganó. En octubre, el santiaguero Vera se coronó campeón nacional de EEUU en la categoría de 87 kilogramos, convirtiéndose en el primer cubano que alcanza tal logro. Vera es otro que, junto a su fuerza indiscutible, exhibe una técnica y un estilo dignos de un bailarín.

CATEGORÍA BRONCE

Leinier Domínguez, ajedrez: Su 2020 no fue tan espectacular como el 2019, en el que por momentos nos recordó al gran Capablanca. Pero con el séptimo puesto logrado en el Champions Showdown de Ajedrez, auspiciado por el Saint Louis Chess Club de EEUU, el "ídolo de Güines" demostró que sigue en la élite del juego ciencia, jugando de tú a tú con los principales trebejistas del mundo, llámense Carlsen, Caruana, So o Liren.

Omara Durand, paratleta: La santiaguera ganó el premio a la mejor actuación paralímpica de la década, y esas son palabras mayores. En los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro-2016, Durand ganó en tres disciplinas diferentes, donde además rompió dos récords del mundo. Y así, anda invicta desde 2008, cuando debutó en los Juegos Paralímpicos de Beijing. Es, por tanto, otra que repite en esta sección.

Andy Granda, judo: En noviembre, en el Campeonato Panamericano celebrado en Guadalajara, México, Granda se alzó con la medalla de oro en la categoría de más de 100 kilogramos.

Marcel Hernández, fútbol: ¡Mejor que Cristiano Ronaldo! A fines de septiembre, el sitio especializado ProFootballID identificó al habanero Hernández como el mayor goleador del planeta en 2020, con 26 dianas en 30 partidos, dos más que CR7.

Al margen de lo pintoresco del récord, lo cierto es que Hernández ha sido el mejor jugador extranjero de los últimos años en Costa Rica. Desde que arribó en 2018 al club Cartaginés, plantel con el que tiene contrato hasta 2023, y hasta el cierre del Torneo Clausura de 2020, ha marcado la friolera de 48 goles. Gracias a su existencia, podemos afirmar que no todos los cubanos somos de palo a la hora de patear un balón.

Daniel Matellón, boxeo: Se impuso y se hizo de la faja interina de la Asociación Mundial de Boxeo en el peso ligero (49KG), y por tanto se ganó el puesto entre los mejores del año. Pero a Matellón le faltó pegada e "instinto asesino" ante el mexicano Erick López.

Liván Moinelo, béisbol: En su cuarta campaña en Japón, se coronó campeón con los Halcones de Softbank y anduvo intratable como setup man, lanzando usualmente el octavo capítulo. Promedió 14,44 ponches cada nueve entradas, consiguió una excelente efectividad de 1.69 y se llevó el premio al mejor relevista de la Liga del Pacífico. Sus compañeros Yurisbel Gracial y Alfredo Despaigne también se coronaron campeones, pero el veguero fue, sin dudas, el mejor.

Orlando Ortega, atletismo: La temporada del atletismo fue efímera, pero al vallista Ortega le dio tiempo para lucirse y demostrar que aún tiene mucho que decir. Con sus 13:11 segundos en los 110 metros, estableció la mejor marca del año en agosto, en la Liga de Diamante, mientras en febrero conseguía un insólito doblete en el campeonato nacional de España, país en el que se ha nacionalizado, al imponerse en los 60 metros lisos y también en los vallados.

Rolando Romero, boxeo: El joven Romero alcanzó el título mundial interino en la categoría de 135 libras (61,2 KG) y mantuvo su récord impoluto de 12 triunfos sin reveses como profesional. La cosa, sin embargo, no es tan sencilla, pues nosotros, como muchos, lo vimos perder en su pelea contra el dominicano Jackson Marinez. Es por esto que se gana el Bronce y no el Oro en nuestra selección. Al mismo tiempo, si pule deficiencias y enriquece su repertorio, demasiado dependiente de su fuerte pegada, Romero tiene un gran futuro por delante.

Iván Felipe Silva, judo: Silva fue el segundo medallista de oro cubano en el Campeonato Panamericano de Judo celebrado en noviembre en Guadalajara, México, en la categoría de 90 kilos.

Dayan Viciedo, béisbol: El villaclareño cometió tan solo un error en 937 lances y finalizó la temporada nipona con un promedio de fildeo de .999, por lo que se llevó el Guante de Oro como mejor inicialista defensivo, categoría tradicionalmente dominada por los locales. Además, Viciedo alcanzó la cifra de 100 cuadrangulares en la liga del país del sol naciente, y firmó otra campaña de ensueño al liderar a sus Dragones de Chunichi en jonrones (17), impulsadas (82), total de bases (186) y extrabases (40), con línea ofensiva de .267/.329/.447.

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