Mi esposo también me ha matado
un poco
me ha dado de comer
cactus feroces
estramonio y bulbos de Narciso
—hace años me alimenta de cactáceas
que es una manera de ir a la cocina
y enterrarme
un
cuchillo
en
el
pecho
pero como es
violinista
modelo
profesor
modelo
cocinero
modelo
tal vez termine
cercenándose
los
dedos
de la mano
izquierda
y entonces
quizás
yo
me salve
el causante fue
su primer profesor de violín
—se le pegaba
el niño iba a recibir la clase
y el profesor
mojaba
el
pantalón
rozándolo
con las partitas
de
Bach
sudaba
temblaba
se corría
la madre
esperaba
afuera
sentada
en
las
musarañas
de una madre
ejemplar
mi esposo está a punto
de
asesinarme:
las partitas
de
Bach
son
del dolor —dice
amo como me mata
(si se corta la mano
me perdona la vida)
(su mano, la vida, de cualquier manera
me aniquilarán los hechos)
desde que me casé
estoy enferma:
los pulmones
—la espina caulinar
hincada en la espalda
los ojos
para
no
ver
somos
una
pareja
modelo
atrincherados
uno en el otro
en la acuarela de Egon Schiele:
pero
yo
quiero
nadar
con mi marido
en la piscina de J
y ahogarlo en la piscina
los asesinos
de
estas
fábulas
pasamos por cándidos
nada
inusual
yo
no
mato
no quiero
matar
aún
realizo
decapitaciones
simbólicas
diarias
tengo
que
desaparecer
los
cuchillos
de
la
cocina
soy la asesina
de mi propia vida
moraleja: cuando nos están matando
aprendemos a matar.
Rosie Inguanzo nació en La Habana, en 1966. Escritora, actriz, performer, puede vérsele caracterizando a su alter ego, Eslinda Cifuentes, en las performances que realiza junto al violinista y compositor Alfredo Triff. Ha publicado la novela La Habana sentimental (Bokeh, Leiden, 2018), y los libros de poesía Deseo de donde se era (Nos y Otros Editores, Madrid, 2001), La vida de la vida (Hypermedia, South Carolina, 2018) y Baladas crueles (Ediciones Furtivas, Miami, 2023).
