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Música

La mayoría de las entradas del concierto en La Habana de Pablo Milanés son para 'organismos'

La escasa venta de localidades para el concierto en el Teatro Nacional levanta suspicacias entre los espectadores defraudados.

La Habana
Público deseoso de comprar entradas para el concierto de Pablo Milanés en La Habana.
Público deseoso de comprar entradas para el concierto de Pablo Milanés en La Habana. Boris González Arenas/ Facebook

Desde el día anterior había personas marcando para sacar entradas para el concierto de Pablo Milanés del próximo martes 21 de junio en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional.

Cuando la taquilla abrió, no estuvo vendiendo ni 50 minutos. Enseguida anunciaron que se habían agotado los cupos para la población porque la mayor parte de la capacidad de la sala se reservó a "los organismos".

"¿Cuántas entradas vendieron, 100?", se pregunta una usuaria de Facebook airada.  

"Me comentaron que vendieron solo 300 entradas", escribió el activista Boris González Arenas en su página de Facebook.

Videos tomados por un público molesto muestran a la directora del Teatro Nacional dando explicaciones a los allí presentes sobre la ausencia de cupos. "El Teatro Nacional en estos momentos tiene la responsabilidad de la programación porque los demás tienen problemas. Somos los únicos que estamos trabajando con la programación de la capital", dice.

Y agrega: "Sabíamos que este concierto de Pablo iba a traer esta situación porque además es el único concierto que va a dar Pablo, porque además tiene problemas de salud que no se lo permiten".

Según ella, habían destinado la platea y el primer balcón a la población.

"Es una vergüenza", lamenta la usuaria de internet responsable del video. "Están agotadas (las entradas) porque la UJC y el Ministerio de Cultura las reservó, y este pueblo que no ha dormido para comprar las entradas, no puede acceder".

De inmediato los cubanos nos hemos llamado a la suspicacia: "¿Desde cuándo ha sido tan urgente que los 'organismos' ocupen la mayor parte del público de un concierto?" "¿Cuál es la necesidad imperiosa detrás de esta reservación oficial de butacas?"

Muy presentes tenemos otros acontecimientos de la cultura presenciados en su mayoría por los "organismos" para no establecer el paralelo. "Eso me recuerda el estreno de Alicia en el Pueblo de las Maravillas", comenta el periodista Rudy Cabrera en el muro de Boris González Arenas.

Otras memorias se suman: el juego de los Orioles, al que no pudo ir nadie, el concierto de Billy Joel en el Karl Marx… hasta el concierto aquel de Los Aldeanos en el cine Acapulco fue colmado de compañeros que no entendían nada de rap pero sí de Revolución, y el verdadero público quedó afuera.

Es una práctica común de las autoridades cuando no les queda más remedio que aceptar que un evento políticamente incómodo ocurra en uno de sus recintos: dentro de la Revolución, se llena de revolucionarios.

Los méritos para convertirse en un artista incómodo a estas alturas, Pablo Milanés los ha ido acumulando con los años y sus declaraciones controversiales. Las más duras y recientes ocurrieron a raíz de las protestas del 11 de julio, cuando se colocó del lado de los jóvenes y le pareció "irresponsable y absurda" la represión desatada por un régimen sostenido por el pueblo, que "al final lo que hace encarcelarlo".

Con eso, y con el precedente del reciente concierto de Carlos Varela, la policía política no quiere riesgo. En lugar de "libertad", en ese concierto se pedirá que bajen el bloqueo, que distribuyan mejor los apagones o que pongan el picadillo por la libreta. Habría llegado a una posición la dictadura en la que debe temerle a un concierto de Pablo Milanés. 

Queda emplazado el cantautor para saber si acepta cantarle "a medio DSE" o al pueblo.

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9 comentarios

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Volví a entrar en esta noticia y reparo que el concierto será en el Teatro Nacional, perfecto para controlar cualquier desorden y equipado con alta tecnología de inteligencia desde los días de la visita del presidente Obama a La Habana.

También que el régimen apenas tiene algo para dar a sus testaferros, y qué mejor y delicado gesto que obsequiarles una entrada para disfrutar un artista de renombre internacional, si bien decadente por razones de edad y salud.

Este acceso, privilegiado, a no dudarlo inyectará vigor a sus espíritus combativos, algo necesario en tan duros tiempos.

Cierto, Milanés pudiera negarse a dar el concierto bajo tales condiciones, pero no lo hará. El sabe muy bien como funcionan las cosas en Cuba, y sabe que para que le permitan cantar en La Habana en este momento, tiene que aceptar las condiciones que imponga el régimen--y quiere cantar en La Habana.

Esto me recuerda que el Papa (y no sólo Bergoglio) ha aceptado dar misa en la "Plaza de la Revolución" bajo la enorme efigie maléfica del "Che," en vez de exigir darla en un lugar sin tal contaminación. O sea, si el Papa compromete su integridad, no se le puede pedir mejor conducta a Pablo Milanés.

Ah, la cosa es mayormente para "organismos." Esa palabra también significa agentes de enfermedad, como el organismo que causa la peste bubónica, por ejemplo. Mejor que hubieran dicho "para gente oficialmente comprometida con el gobierno," ya que no iban a ser francos y decir "para esbirros."

La dictadura trata de evitar que se repita la revuelta del 22 de enero de 1869 en el Teatro Villanueva con la obra Perro Huevero, cuando al final los actores al son de una rumba bailaban sarcásticamente y cantaban ¡Viva la tierra que produce la caña de azúcar! y unos 1300 expectadores gritaban ¡Viva Céspedes, Viva Cuba Libre!

El asalto de los voluntarios españoles al teatro --revividos en las turbas callejeras fascistas actuales-- sumaron esa noche otra nota atroz en la sociedad cubana.

Profile picture for user Ana J. Faya

A Pablo no lo controlan, como sí controlan a Silvio, y el público puede formar un rififí allí.
En Cuba para dar un concierto al aire libre o en cualquier lugar, hay que contar con un permiso del régimen.Y aun al aire libre, copan el lugar con movilizados. No es garantía de libertad, como no lo es nada en Cuba.

En cuba se están muriendo de hambre PERO TIENEN DINERO PARA CONCIERTOS
PA SU MADRE…..que el comunismo les dure para siempre
Estamos perdiendo el tiempo buscándole Libertad a un país lleno de PORQUERIa humana

Profile picture for user El Santo

Pablo debiera dar el concierto al aire libre.

Profile picture for user PicadillodeSoya

Pero de que se asombran,siempre ha sido así,el cubano se ha vuelto muy ingenuo o muy susceptible a las canalladas de la dictadura sanguinaria de los Castros que llevan soportando por 63 años.
Pablo Milanés debería dejar plantado a todos esos “revolucionarios” que llenarán el Teatro e irse a cantar al Malecón.

Profile picture for user Amadeus

Ellos saben que se puede armar un conato en el concierto de Pablo Milanés.