"No puedo dormir pensando en que me caiga un pedazo del techo en la cabeza y el Gobierno no me da solución. Mi familia lleva dos días durmiendo en la calle", dijo a DIARIO DE CUBA Elien Orama Nati, una habanera víctima de un derrumbe parcial, que decidió protestar pacíficamente pernoctando con sus pertenencias en la calle ante la edificación donde reside.
Cuando de conservar la vida se trata, ni las frías temperaturas que azotan por estos días a la capital cubana han impedido que esta familia se lance a dormir a la intemperie en Suárez 111, entre Gloria y Apodaca, La Habana Vieja. Un primer desplome de la cubierta de la vivienda de la planta alta ocurrió el pasado 6 de febrero a las 4:00AM, y el estruendo de los escombros despertó a la familia.
Los residentes del inmueble alertaron a las autoridades de la Dirección Municipal de la Vivienda del municipio, quienes enviaron al arquitecto de la comunidad, el cual dictaminó que debían abandonar inmediatamente la vivienda, pues sus vidas corría peligro de permanecer en el interior de su apartamento.
"Llevamos en esta situación desde el año 1998. ¿Irnos para dónde? Porque no tenemos donde estar. Estamos en la calle, pasando frío, hambre y necesidad, pero de aquí no nos movemos hasta que nos den una solución", aseguró Náyade Castillo Orama, otra afectada por el derrumbe.
Un segundo desplome de la cubierta ocurrió el 7 de febrero, alrededor de las 8:00PM, y fue entonces que la familia Orama decidió sacar a la calle sus pertenencias y así preservar sus vidas. La familia de Elien Orama Nati, junto a su hija, Náyade Castillo Orama, y su nieto de seis años, han permanecido durante dos días durmiendo a la intemperie, en espera de una acción de las autoridades del Gobierno local que defina su situación.
El estado de los edificios residenciales es un tema crítico en La Habana Vieja, donde el clima húmedo, junto al salitre del mar y el casi inexistente mantenimiento constructivo por parte de las autoridades, genera un creciente número de quejas de sus habitantes.
En meses recientes, en un informe ante el Consejo de Ministros, la directora general de la Vivienda, Vivian Rodríguez, confesó: "El déficit de casas en la Isla oscila en 800.000 viviendas. Las provincias con mayores problemas son La Habana, Holguín, Santiago de Cuba y Camagüey".
Las cifras oficiales aseguran que en la Isla existen 3,9 millones de viviendas, de las cuales el 40% tiene un estado constructivo que califica entre regular y malo. De ellas, el 76% se ubica en comunidades urbanas, las cuales tienen la peor situación.
El 4 de octubre de 2023, un edificio multifamiliar de tres plantas, en el cual residían 13 familias y que estaba ubicado en la calle Lamparilla 388, en La Habana Vieja, colapsó, dejando un saldo de varios fallecidos, entre ellos dos rescatistas, más dos personas lesionadas y varias familias damnificadas.
Alexis Acosta Silva, intendente del municipio, declaró en ese entonces ante los medios locales que "en el momento del incidente, 54 personas se encontraban residiendo aún dentro del edificio, y tuvieron que ser evacuadas hacia una escuela cercana, mientras se determinaba dónde se alojarían".
Julio Figueroa, residente de la calle Apodaca y amigo de la familia Orama, aseguró: "Esta familia ha tratado de resolver su situación por medios propios, pero no han podido, porque no pueden costear los altos precios de los materiales, más el pago de la mano de obra a un albañil. La vida está muy cara en Cuba y hay que comer", enfatizó.
Si todos los que están en esa situación se meten en un hotel de GAESA ya hubiesen resuelto su problema muchos....