Hechos que causan conmoción por la elevada violencia se suman a las evidencias de la inseguridad ciudadana en Cuba que las autoridades insisten en desvirtuar. Esta semana la percepción de la escasa tranquilidad ciudadana se agudiza con el asesinato de un vigilante en una finca, el ataque recibido por una mujer a manos de un convicto fugado y la muerte de una joven madre en circunstancias no esclarecidas.
Eduardo Enamorado, un custodio de la finca chalet La Cuchilla, ubicada en Alquízar, Artemisa, habría sido quemado vivo por presuntos ladrones que entraron al lugar, según testimonios publicados por la activista Diasniurka Salcedo y el comunicador Niover Licea en sus redes sociales.
Salcedo, que reside en Artemisa, dijo en Facebook que a Enamorado "le prendieron candela" y luego "lo tiraron a una fosa".
Según la activista, la finca donde ocurrió el asesinato fue asaltada en un robo anterior en el que sustrajeron dinero. En esa ocasión, una señora mayor residente en la vivienda rogó por su vida antes de ser amordazada, pero dos días después murió de un infarto, según Salcedo.
El reportero Niover Licea dijo en su canal en Instagram que fuentes conocedoras del suceso le informaron que el presunto asesino de Enamorado fue arrestado el domingo 10 de diciembre en la noche. Al parecer, el asalto ocurrió el fin de semana.
Licea dijo que el agresor es un presunto expolicía que trabajó en la finca. Otros dos cómplices suyos también habrían sido arrestados.
Salcedo, quien calificó lo ocurrido como "muy cruel", dijo que un preso del 11J es parte de la familia de la víctima.
La propia activista se hizo eco de otro hecho de suma violencia contra una mujer en Sancti Spíritus. Yadira Reyes Urrelis se recupera de una brutal agresión durante la que el padre de su hija le provocó graves heridas con un machete.
Salcedo Verdecia publicó imágenes de las huellas dejadas por el ataque en la víctima, quien perdió sus dos brazos. También replicó el mensaje de denuncia de la sobrina de Reyes Urrelis, quien pidió justicia y la actuación de la Policía. Lorena Viera dijo que la agresión a su tía ocurrió el 28 de noviembre, en presencia de la hija.
La activista dijo que el responsable de la agresión estaba preso en una granja de trabajo cercana a Las Minas, donde reside Reyes Urrelis.
"La hija de ambos fue quien reconstruyó los hechos y las supuestas autoridades siguen sin pronunciarse al respecto. ¿Hasta cuándo? Está viva, pero las fotos hablan por sí solas", denunció Salcedo.
La joven madre se suma a la lista de mujeres víctima de violencia machista en Cuba, aunque este caso aún no aparezca en el subregistro de las plataformas feministas de este año.
Hasta el 1 de diciembre Yo Sí Te Creo en Cuba, actualmente en receso por el descanso y protección de sus activistas, y el Observatorio de Género Alas Tensas habían contabilizado 80 feminicidios en el país, ocho intentos de feminicidio y dos asesinatos por motivos de género.
El sábado fue hallado el cadáver de una madre cubana de 28 años al borde de una carretera en el poblado de Boniato, en el municipio de Santiago de Cuba, según varios reportes en redes sociales.
La fallecida —maestra y madre de un niño de apenas cuatro años— fue identificada como Lisbeth Cintra, sobrina del pelotero Osmel Cintra, pero las circunstancias de la muerte no están claras en medio de versiones de atropellamiento y de un presunto ataque sexual.
"¡Qué injusta es la vida! Te nos fuiste sin una despedida, así de la nada. Hoy siento un dolor tan grande que no sé cómo explicar. Tú, que eras amiga, hermana, compañera y muy buena madre. Espero que se haga justicia y que esa persona pague por el dolor que nos ha ocasionado a tus familiares y amigos. Sin palabras con estas cosas que están ocurriendo", escribió en Facebook su amiga Irania González.
El grupo de Facebook Denunciando los Crímenes en Cuba publicó una versión de horror y muy violenta sobre la muerte de Cintra, en la que estarían implicados tres hombres y una mujer. La administradora del grupo Michaela Díaz García dijo que los agresores estarían ya detenidos.
En noviembre, un 92,4% de cubanos encuestados por la revista oficial Bohemia coincidió en admitir que percibe un incremento de los delitos violentos en los dos últimos años en el país, una realidad que las autoridades se resisten a aceptar, pese a los testimonios abundantes al respecto.
Sin embargo, la verdadera revelación que hace la revista es que el 73,4% de las víctimas encuestadas no ha encontrado solución alguna por parte de las autoridades. Y "un porcentaje considerable" simplemente decidió no denunciar lo ocurrido, asegura el resultado de la pesquisa. De ello deriva que "la mayoría de los encuestados" admite que la inseguridad reinante "ha influido o modificado en cierta medida sus comportamientos o rutina".
Estos resultados coinciden con los de una encuesta mucho más seria y abarcador realizada por el proyecto Cubadata. Esta arrojó que, en general, el 61% de los cubanos encuestados reportó haber sido víctima de algún tipo de violencia o actos de delincuencia. De este grupo, solo el 14,6% denunció el hecho ante la Policía.
La percepción de seguridad proporcionada por la Policía es aún más baja que la del Gobierno en general (2,57 de 5), lo que refleja una falta de confianza en la capacidad de este cuerpo para proteger a los ciudadanos y mantener el orden.
