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periodismo

Camila Acosta rescata la historia de la masonería cubana, 'manipulada y tergiversada por el régimen'

La periodista independiente conversa con DIARIO DE CUBA sobre su libro 'Del templo al temple, silencios y escándalos de la masonería cubana', la represión del régimen y la salud del periodismo independiente en la Isla.

La Habana
La periodista independiente Camila Acosta, autora de 'Del templo al temple, silencios y escándalos de la masonería cubana'. DDC TV
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camila acosta Diario de Cuba

Un poco más de cinco años le tomó a la periodista pinera Camila Acosta Rodríguez conformar un libro en el que recoge la historia de la francmasonería en Cuba, aquella que, como afirma el escritor y masón Ángel Santiesteban Prats, "llevaba más de seis décadas apagada porque así lo decidió Fidel Castro". Lo que comenzó como un trabajo de fin de estudios, acabó en un libro de casi 500 páginas: Del templo al temple, silencios y escándalos de la masonería cubana.

Durante casi todo el proceso investigativo sobre la masonería cubana, la reportera, graduada de la Universidad de La Habana en 2016, llevó a la par el ejercicio del periodismo independiente; como consecuencia, ha sido reprimida y hostigada por la Seguridad del Estado cubana, y catalogada como terrorista por la prensa oficialista. 

Acosta Rodríguez conversó con DIARIO DE CUBA sobre su libro, su frontalidad contra el régimen de la Isla y la salud del periodismo independiente cubano.

¿Cómo fue tu primer contacto con la francmasonería?

Mi primer contacto con la masonería fue por el año 2015 o 2016, a raíz de que estaba buscando un tema de investigación para mi tesis de Periodismo. Siempre me interesó un poco la ola de misterio que rodeaba a la orden masónica en Cuba. Casi no se conoce de ese tema aquí, a pesar del prestigio que tienen los masones.

Me acerqué a la logia masónica primero de la Isla de la Juventud, de donde soy, y empecé a entrar un poco en contacto con los masones; comencé a indagar y fue mi tesis de graduación un documental sobre la masonería cubana. 

Después de eso, me interesó muchísimo más porque me di cuenta de que había muchos vacíos de información. Entonces, me involucré en esta ardua investigación que demoró varios años, y sobre todo me interesó porque entendí en un momento determinado que la masonería tiene una enorme trascendencia para la historia de Cuba, para la cultura, para nuestra identidad

Creo que parte importante de esta lucha que tenemos los cubanos hoy, de lograr la libertad y la democracia, está también el recuperar nuestra historia. Traté de recuperar esa parte que ha sido tan manipulada y tergiversada por el régimen cubano. Me adentré en este mundo y decidí conformar un libro con toda la información que había recopilado y que estaba inédita.

Del templo al temple, silencios y escándalos de la masonería cubana es tu primer libro. ¿Cómo ha sido ha sido recibido?

La acogida ha sido bastante aceptable, es un libro que los masones desde hacía tiempo conocían que se estaba confeccionando. Yo estuve unos cinco o seis años en medio de este proceso de investigación, después la revisión y el proceso para publicarlo también. Lamentablemente, dentro de Cuba no hemos podio distribuirlo, pese a que muchos masones están muy interesados.

Hay que tener en cuenta de que el único libro que existe de historia de la masonería como tal, en Cuba, es uno de Eduardo Torres Cuevas, pero son seis ensayos solamente; es decir, le falta muchísima información, y no cubre los últimos 60 años (…). Mi libro sí cubre los más de 200 años de la masonería (cubana), yo creo que, modestamente, es el más completo que existe hasta ahora. Me basé por supuesto en la investigación, en el trabajo que hicieron otros investigadores y lo hice desde la mirada de la periodista, no de la historiadora; aunque me basé en un análisis cronológico, necesario para entender este proceso. 

¿Sabes de alguna otra mujer que haya escrito algún libro sobre la masonería en Cuba?

En Cuba no conozco a ninguna mujer que haya escrito sobre la masonería. Todos los historiadores, casi todos, creo que han sido masones o historiadores de la academia que han estado interesados en el tema. Sí hay algún que otro estudio; por ejemplo, yo cito uno sobre la masonería china en Cuba que fue hecho por dos mujeres.

Internacionalmente, por supuesto que hay muchas mujeres que han estudiado la masonería. Hay una francesa que se llama Dominique Soucy, a quien cito también y que ha estudiado la masonería cubana; pero en Cuba son muy contadas las mujeres que han escrito en algún momento sobre determinados temas (…); ni siquiera sobre el acacismo, de "Las Hijas de la Acacia", existía una historia escrita. Yo me di a la tarea de recopilar esta historia del acacismo, antecedentes y la trascendencia que ha tenido en sus más de 80 años y está en este libro también.

Siendo tú una mujer, ¿cómo han recibido tu libro los masones?

Yo me centré básicamente en la historia, en la proyección social que han tenido los masones en Cuba.  Algunos, machistas, lo han recibido con algunas críticas, pero creo que han sido los menos. Creo que han sido mínimas las críticas por el tema de haber sido una mujer, precisamente, la que se haya adentrado en este asunto; más bien ha sido agradecimiento porque era una obra que se necesitaba, sobre todo por el contexto en el que estamos.

¿Cuáles fueron los mayores obstáculos que encontraste?

Sobre todo, al principio, tocar algunas puertas y que no se abrieran, eso fue un poco chocante en ese primer momento y, bueno, se entiende, soy una mujer profana que no tenía a nadie dentro de la masonería. No tengo ningún familiar masón, a no ser un tío que no vive ni siquiera en Cuba y hace muchos años está "durmiendo", es decir, no está activo. Pero creo que con la constancia me fui creando ese camino y abriendo también esas puertas. 

También mucha de la bibliografía no está accesible, tuve que entrevistar incluso a personas que están fuera de Cuba, y en momentos en los que el internet no estaba como ahora, en los teléfonos. Tenía que recurrir a amigos, contactos, y muchas mediaciones para llegar a esas personas que me parecían importantes, pero creo que al final valió la pena.

Has abarcado también en tu libro el papel de las mujeres en la masonería. ¿Eres masona o acacista?

No soy ni masona ni hija de la Acacia. Las Hijas de la Acacia son la rama femenina en Cuba, aquí no existe masonería femenina como sí existe en otros países. Yo no quise en ningún momento involucrarme directamente con la masonería porque sabía que mi función era la de investigadora, y en caso de estar militando, por ejemplo, en el acacismo, no quería generar ningún compromiso que me impidiera en un momento determinado ser crítica con la institución; por eso decidí mantenerme desde afuera y analizarlo con la mirada de la periodista, de la historiadora en última instancia. 

El tema del feminismo que genera muchísimas polémicas es que la masonería, desde su fundación hace más de 300 años, dice en sus antiguos límites que pueden ser solamente hombres libres y de buenas costumbres, aunque en otros países se han creado logias mixtas o logias femeninas.

El tema de masonería femenina no lo cuestiono, no sé realmente cómo son los ritos, si utilizan los mismos (...) por eso no me adentré a debatir la pertinencia o no. Además de que esto en Cuba se resolvió, fueron más inteligentes los masones en los años 30 del siglo 20, que crearon una organización propiamente femenina dentro de la masonería, y pues en Cuba este conflicto no es tan grande como en otras naciones.

¿Cómo ves la salud del periodismo independiente cubano en este momento?

Creo que está cada vez más en decadencia, sobre todo por el terror, la represión que hemos vivido en los últimos tiempos. Son muchísimos periodistas los que se han visto obligados al exilio, otros que se han visto obligados a renunciar de una u otra manera. Cada vez somos menos los que ejercemos la profesión dentro de Cuba. 

A veces son facetas dentro de la lucha en las que estamos en baja, pero creo que debemos insistir los que quedamos dentro de Cuba en seguir informando, sobre todo para que la gente siga conociendo dentro y fuera lo que sucede realmente acá.

A pesar de vivir un constante acoso de la Seguridad del Estado, continúas siendo tan frontal al régimen como el primer día. ¿No temes ir a prisión? ¿Qué te hace mantener esa postura?

Temor sí, tenemos todos porque este trabajo que desempeñamos acá, el simple hecho de atrevernos a informar dentro de una dictadura, de decir lo que pensamos, ya eso representa un peligro para nuestras vidas, para nuestra integridad física y psicológica y, por supuesto, para nuestra libertad; pero yo creo que la dictadura no se va a caer por sí sola, y que depende de todos los cubanos hacer algo.

Si cada uno de nosotros, desde su individualidad, entiende que tiene un papel en esta lucha por la libertad de Cuba, y cada quien lo cumple, creo que entre todos vamos a hacer algo. En el caso mío, soy periodista, mi papel es informar. Lamentablemente, es estar expuesta, pero insisto en que es muy necesario informar desde dentro de Cuba la labor que desarrollamos los periodistas independientes en la dictadura. 

Cada vez la situación se nos torna más tensa, más represiva, yo intento resistir pese a todo. Ojalá y no tenga que en un momento determinado emigrar, creo que eso es lo que estaría buscando el régimen cubano; pero trato de resistir hasta donde pueda, es el pequeño aporte que puedo hacer a la causa de la libertad de Cuba.

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1 comentario

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Excelente iniciativa y estudio. Deseando poder leerlo y disfrutar del buen trabajo y tanto esfuerzo. Gracias y fuerzas. Muchas fuerzas.
No es fácil resistir a una dictadura; y tus palabras son de esperanzas. De que cada uno desde su individualidad debe aportar algo para librarnos de los dictadores cubanos.