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Agricultura

Seis meses de trabajo, riesgos de enfermedad y cero seguridad social: jornaleros en el tabaco cubano

'A cada rato alguien se hincha por fumigar', comenta un trabajador.

Holguín
Productor de tabaco en Mayarí.
Productor de tabaco en Mayarí. DDC

En las vegas de tabaco holguineras laboran entre octubre y abril decenas de miles de trabajadores agrícolas, la mayoría jóvenes. Esta fuerza laboral aporta al Estado, con su sudor y habilidad, millones de dólares, especialmente en estos momentos en que este rubro constituye uno de los pocos que sacan a flote la menguada economía nacional.

"Yo todos los años trabajo en el tabaco", comenta Yanelis, una joven de 26 años que es madre soltera. "Ya tengo siete campañas, de ellas tres con este mismo productor. Mi abuela me cuida el niño para que yo ensarte (enlazar con un hilo las hojas de tabaco atadas sobre una vara de madera para el secado). Al principio hacía poco, 15 o 20 varas al día, pero ya hago hasta 60. Gracias al tabaco puedo comprarle las cosas a mi niño mientras dura la cosecha".

Ismel tiene 23 años y es su primera cosecha completa. "Vivo en el pueblo, pero mi familia es de aquí, del campo, y muchas veces ayudé a algún que otro pariente que siembra tabaco. Pero este año me vi sin pincha y pegué en esto porque pagan mejorcito que en otros lados, al menos es algo seguro", explica.

"Estaba vendiendo frituras con patente de ayudante, salía mejor que aquí y sin coger sol, pero al Estado le dio la gana de parar los puntos de fritura, solo los autoriza cuando hay fiestas. Se me jodió la cosa, por eso vine para el campo a buscarme la vida".

Miguel es un veterano. Lleva toda la vida trabajando en el cultivo de la preciada hoja de la solanácea. De sus 49 años, cuenta al menos 25 sin dejar de trabajar una campaña completa como empleado de otro, pero desde niño lo hacía con su abuelo.

"He trabajado con varios productores desde cuando solo se sembraba al sol-palo (para consumo nacional casi exclusivamente), y cuando en los 90 comenzaron los primeros tapaderos (campos cubiertos con telas para producir capas finas destinadas a puros de exportación), yo trabajé desde el primer día", dice con orgullo.

Cuatro preguntas simples, junto a sus respuestas, dejan "al desnudo" problemas importantes de estos trabajadores:

¿Están regulados como empleados agrícolas con derecho a la seguridad social y jubilación futura?; ¿en qué trabajan la otra mitad del año, cuando no hay campaña tabacalera?; ¿laboran con adecuados medios de protección e higiene del trabajo? Y, finalmente, ¿alguien vela por eso?

"Yo nunca he sacado la licencia de trabajador agrícola porque aunque es barata, de solo 20 pesos mensuales, la seguridad social es muy alta para lo que ganamos. La más bajita es de 87.50 pesos todos los meses, para 300 pesos de jubilación a los 30 años de acumular. Ya sería duro pagar casi cien pesos mensuales por solo tener derecho a trabajar legalmente durante la cosecha, cuando hay trabajo abundante, dígame usted pagar durante seis meses cuando aparece una bobería por aquí y otra por allá, nada seguro. No se puede", afirma Miguel. Su opinión sobre la inviabilidad de la rugularización como trabajadores por cuenta propia es compartida por muchos otros jornaleros.

Los trabajadores de campo pueden ganar en Mayarí, Holguín, entre 1.500 y 2.000 pesos al mes con los productores particulares. Los cortadores de tabaco, los que ensartan hojas y los sembradores llegan a ganar 100 al día.

En cuanto a los medios de protección, "normalmente fumigamos el tabaco semanal con uno o dos productos. Son venenosos y algunos muy tóxicos. Nunca se usa protección. La verdad, no hay", cuenta Miguel. "Nadie tiene guantes ni 'tapaboca' (máscara para boca y nariz). Yo llevo más de 20 años fumigando y nunca he visto un traje de goma que dicen que se debe usar, jamás han llegado. Ojalá hubiera, pero aquí es al duro y sin guante. A cada rato alguien se hincha por fumigar".

Pero no es solo la exposición a productos químicos venenosos y tóxicos, existen muchos otros riesgos. Por ejemplo, las casas de cura de la hoja alcanzan alturas de siete y ocho metros. Algunas hasta diez. Y entre las puntas semifilosas de las varas, por el pequeño espacio de 60 centímetros entre los cuartos de curado, se mueven los trabajadores retocando los cujes (sacudirlos para despegar las hojas) y acomodándolos a esa altura, sin correas para sostenerse en caso de caída.

También durante el proceso de ensarte y despale se labora en casas encerradas herméticamente, donde los trabajadores pasan ocho horas o más en condiciones asfixiantes por el calor excesivo y el aroma fuerte y penetrante del tabaco seco. Igualmente sin medio alguno, un trabajo imposible para personas alérgicas. Sin mencionar los residuales químicos.

"En Cuba todo está regulado, legislado y supuestamente controlado, pero no se cumplen al pie de la letra las regulaciones de protección e higiene del trabajo en ningún lado porque se sabe que no hay medios apropiados, ni se exige mucho, menos en el campo", declaró a DIARIO DE CUBA una funcionaria de la oficina territorial del Ministerio del Trabajo, bajo condición de anonimato.

"Igualmente, los trabajadores agrícolas deben regularizarse como trabajadores por cuenta propia. Así debe ser. Existe la licencia para ese fin y la obligación por parte de las cooperativas de exigirlo y de nosotros de chequearlo. Pero aunque en el pasado presionamos mucho con respecto a esto, se ha determinado 'desde arriba' no forzarlo, porque es probable que la consecuencia inmediata sea una crisis de fuerza laboral en el campo, ya bastante insuficiente", añadió.

"La realidad es que los trabajadores agrícolas son renuentes a pagar la seguridad social, incluso los usufructuarios que deben pagarla por ley, son morosos y deudores frecuentes", señaló.

 

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4 comentarios

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Pero a quien se le Ocurre, llevar Presos Politicos a la Recogida de Tabaco, hay que estar loco, alli el Sabotaje estaba a la Orden del Dia!!! Cogiendo Tabaco, solo Bastaba con cojer hojas tiernas y Mezclarlas con las Maduras, y la Calidad se vueve una Mierda, eso haciamos todos los Presos, habia que Joder a los Comunistas, y era muy facil !!!

Eso no es cosa de Juego!! Trabaje en el Tabaco estando Preso en Pinar del Rio, en 1965 y 1966, en Calidad de Trabajo Obligatorio, con Guardias Cuidandote en el Campo, si te Salias del Cordon, eras hombre Muerto, El Lugar se llamaba El Corojo, en San Luis, Pinar del Rio, nos llebavan por la Zafra Solamente y Despues a la Carcel del 5 y 1/2 de nuevo, En 1966 trataron de hacernos estudiar, como si fueramos Presos del Plan de Rehabilitacion, y alli se Formo la Gorda, de alli salio uno de los Tranqueos mas Sonados, a Los Presos Politicos Plantados en Pinar del Rio, en toda su Historia, fui a parar a Los Calabozos de la Carcel por 15 dias y despues a las Celdas de Castigo de la Seccion 1, alli estube coin el Chino Vazquez, en la Celda Numero 2 , 2 meses y 28 dias, el y yo solos, no nos dejabana hablar con nadie, la Mitad de la Seccion eramos Politicos x los Numeros pares y por los nones eran Presos Comunes, pero nunca tubimos problemas con los Comunes, solo con la Guarnicion!!!

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Es una vergüenza que siendo el tabaco uno de los productos agrícolas mejor pagados, el trabajador gane una miseria y además, tenga que exponer su salud al realizar aplicaciones de agroquímicos sin los elementos básicos de seguridad. Tantos funcionarios en la Agricultura y ninguno hace falta un expediente?

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Voy hablar con el malo Trump para que mande una docena de inspectores de OSHA para meterlos en cintura. Las multas van de 5 mil a 70 mil USD por infraccion. Si no entran en razon que mande inspectores de EPA que cierran empresas y todo por contaminacion ambiental. Nada que en el malvado capitalismo imperial los trabajadores estan protegidos por el Estado frente a los patronos. Todo lo contrario del socialismo "humanista" que pretende ser mejor. Cara e tabla es lo que son.