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Política

Los médicos cubanos que dijeron 'no a la explotación' empiezan a tener una esperanza

Galenos que sobreviven en duras condiciones, muchos en situación de ilegalidad, hablan con DIARIO DE CUBA.

Brasilia
Colectivo de médicos cubanos en Bogotá.
Colectivo de médicos cubanos en Bogotá. EFE

Saber que podrían tener las puertas abiertas para residir y trabajar en EEUU "nos trae un sentido de esperanza que se había perdido después de que Obama derogara el programa de refugio", calificó el doctor cubano Aliosky Ramírez la noticia de que el Senado estadounidense podría restaurar el programa de refugio a médicos cubanos que escapan de misiones en el exterior (el Cuban Medical Professionals Parole).

Como él, miles de galenos cubanos sobreviven hoy en duras condiciones en diversos países de acogida, muchos en situación de ilegalidad. Varios de ellos contaron sus impresiones a DIARIO DE CUBA.

Ramírez abandonó el programa Más Médicos en 2017, tras permanecer trabajando en la misión cubana desde 2014. A partir de 2017 labora de forma independiente en Brasil.

"No tengo la certificación, así que no trabajo de médico, sino en lo que aparece hasta que consiga hacer la reválida", comentó.

Según su parecer, la resolución bipartidista presentada este jueves por los senadores cubanoamericanos Bob Menéndez (demócrata) y Marco Rubio (republicano) y que califica de "tráfico humano" la venta por parte de La Habana de los servicios de los profesionales de la salud de la Isla, es una "gran alternativa".

La noticia ha "devuelto mucha esperanza a los médicos cubanos que veían en ese programa una forma de escapar de la esclavitud moderna a la que somos sometidos por el Gobierno cubano", afirmó.

De los galenos que están en Brasil, muchos tienen la intención, dice, "de trabajar para el pueblo brasileño. Nuestro principal reclamo es tener la posilidad de trabajar como médicos en Brasil y ser respetados por el Gobierno, como lo prometió el presidente Jair Bolsonaro".

Pero, en caso de que ello no sea posible, "es una alternativa tener las puertas abiertas de EEUU."

Explotados y castigados

El doctor Carlos Durades, que permanece en Ecuador y es uno de los administradores del colectivo de médicos cubanos exiliados #NoSomosDesertores, señala que la propuesta es "muy acertada" pues el Gobierno cubano "nos ha tratado como esclavos".

"Saqué la cuenta de lo que prometió pagar el Gobierno venezolano y cuando llegué a Cuba lo que me entregaron y, sinceramente, me explotaron. Estuve de misión seis años y tanto, nos pagaban mensual 4.000 dólares, y en mi cuenta congelada en Cuba apenas recibí 17.000 dólares", contó.

Así y todo, con esa suma consiguió terminar la construcción de la casa de su madre en Cuba.

Ahora, como ocurre con sus colegas, tiene que sufrir que le prohíban entrar a su país durante ocho años. Esa medida, recuerda, fue esgrimida por el Gobierno cubano como su defensa ante la Cuban Medical Professionals Parole, mientras estaba vigente.

Sin embargo, "una vez que Obama derogó esa medida, las autoridades cubanas no han tenido voluntad de retirarla, medida que además no aparece escrita por ningún lugar".

En la ilegalidad

Durades hizo referencia a innumerables casos de médicos que están sin trabajar porque no les permiten legalizarse en los países de acogida. "Los gobiernos de esos países tienen la orientación de no permitir su legalización", aseguró.

Ello ha sido clave en la historia de la enfermera Tayré Montiel Dubé, quien ha emigrado a través de tres países sin conseguir regularizar su situación migratoria.

Montiel Dubé abandonó el programa del Gobierno cubano en Venezuela en 2014. "En 2014 todavía estaba el parole, pero como en mi brigada sospechaban que yo iba a desertar, porque tengo familia en EEUU, me retiraron el pasaporte rojo. Tuve que ir al Consulado, sacar el pasaporte azul, pero me presenté en la embajada de Estados Unidos y no me lo dieron".

Permaneció en Venezuela casi dos años trabajando en una clínica de un doctor cubano, pero debido a la crisis del país decidió cruzar hacia Colombia.

Fue detenida por la autoridad de fronteras venezolana y encerrada durante dos semanas con delincuentes comunes en Caracas, hasta que le gestionaron un salvoconducto hacia Brasil, donde entre 2016 y 2017 solo pudo trabajar durante los fines de semana.

Mientras permaneció en esa nación, solo contó con un protocolo de refugio que permite estar en el país, pero sin derechos legales.

Así que siguió su rumbo hasta Perú, donde hoy vive. "Aquí la situación es la misma, pero aunque sea puedo ayudar a mi familia, que es lo más importante".

Montiel Dubé dejó a sus dos hijos en Cuba, a quienes no ve hace cuatro años. Su madre padece cáncer de colon y añora volver a verla.

Para ella, la posibilidad del restablecimiento del Cuban Medical Professionals Parole es un "rayito de esperanza. Imagínate lo que significaría poder tener papeles y reunirme con mi familia".

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