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Sociedad

Venta de piezas de motos moviliza hacia una tienda del Vedado a motoristas de todo el país

La oferta y sus absurdas reglas convierten la compra en una aventura, si no una tragedia.

La Habana

En las últimas semanas, en la tienda de piezas de autos de la calle 23 entre B y C, en el Vedado, ha habido un movimiento poco habitual de hombres de entre 25 y 50 años. Lo que no saben los que ven la inusual concentración es que se trata de motoristas lo mismo de Baracoa, Guantánamo, que de San Juan y Martínez, Pinar del Río. La meta de todos es la misma: hacerse de un motor nuevo de motocicleta, al que llaman "la unidad" o, para los que se lo pueden permitir, "el kit" que, según explican, es "la moto completa sin el cuadro".

Desentrañar el fenómeno de las ventas de partes de motocicleta es algo que lleva días de preguntas. Lo que sigue es el resultado de esa indagación, tras la cual es fácil tener la sensación de que comprar piezas se convierte en algo parecido a una aventura, si no a una tragedia.

Un motorista que posee una motocicleta y que muchas veces, además, vive de ella, desea mejorar su rendimiento. A eso se suma que el parque de motocicletas cubanos sigue contando con un número no despreciable de las llamadas "Bejominas" (motos soviéticas), y MZ y ETZ, de la antigua Alemania Democrática (RDA), junto a otras marcas de mediocre rendimiento que se han sumado en los últimos 25 años.

Con el encarecimiento de la gasolina, las "unidades" y los "kit" para mejorar el rendimiento resultan preciados. Por alguna razón que no parece haber sido explicada a los clientes, las autoridades cubanas decidieron concentrar las piezas de motocicleta en la tienda de 23 y C, en La Habana, aunque haya tiendas de piezas de autos, si no en todas, en varias provincias del país. Esa es la razón de que haya motoristas de todas las provincias diseminados por días en torno al establecimiento del Vedado.

Para hacerse de una "unidad" o un "kit" usted debe demostrar que tiene ya una moto, lo mismo como propietario que como apoderado, pues no es intención de estas ventas aumentar la cantidad de motos en circulación.

En un papel pegado a la entrada de la tienda desde el pasado 19 de mayo de 2017 se especifica que, para inscribirse, se debe aportar el "carné de identidad de la persona que va a comprar", la "circulación de la moto" y un "poder especial", en caso de no ser propietario.

Esta inscripción, para los interesados, es el paso previo a la compra. "La venta —especifica el documento— se efectuará una vez recibida la mercancía". Otro papel esclarece que el precio de la "unidad" marca Lifan AX-100 es de 426.70 CUC.

Marcelo, un motorista de Matanzas que ya estuvo en la tienda la semana pasada, comenta que ha debido volver a su provincia porque tenía mal un dato en el poder del dueño de su moto, un error en la dirección que lo dejó sin inscribirse luego de pasar varios días consecutivos en el grupo de aspirantes a clientes.

"Pero ahora hay kit de Suzuki —dice con satisfacción— de 125 y 100. El de 125 vale 3.500 CUC y el de 100 a 2.400 y pico".

Un nuevo papel, muy parecido al que describía los requisitos para comprar la "unidad" reproduce ahora los detalles para comprar el "kit".

Asegura un coterráneo de Marcelo que la Suzuki 125 consume un litro de gasolina cada 60 kilómetros. "Vienes y vas a Matanzas con seis litros", calcula. Para ilustrar cuál es la Suzuki 125, dice que "en Matanzas son las que usa la Seguridad, la de timón jorobado".

El "kit", explican otros motoristas, "trae las gomas, el chucho de encendido, timón, todo, lo único que no trae es el cuadro". Una vez que se compra el kit, el propietario debe mandar a hacer un cuadro apropiado en el que debe estar el número de serie de la moto vieja; por tanto, el cuadro nuevo se tiene que fabricar con un pedazo del cuadro viejo.

"En Matanzas el cuadro lo hacen que parece de fábrica por 200 CUC", afirma el coterráneo de Marcelo. "En Güira vale 350", dice otro que interrumpe incrédulo con el bajo precio matancero.

Marcelo señala a un hombre de pullover rojo y dice "aquél que ves allí es de Baracoa". Los precios de los "kit" corren de boca en boca, pues ningún papel a la entrada de la tienda los especifica.

Una vez que sean inscritos, cada uno debe irse para su casa y mantenerse atento a la programación de las ventas. Los interesados no serán contactados por teléfono, así que deberán buscar, en caso de que se vayan a su provincia, quién les mantenga al tanto del día que les corresponda comprar.

Marcelo asegura que el día 1 de junio había allí cientos de personas y que la calle C estaba bloqueada de tanta gente que quería inscribirse. Tuvo que ir la Policía para abrir una brecha y restablecer el tráfico. "Usaron sprays y todo", dice.

Ese día, mientras Marcelo hablaba, los diputados cubanos discutían la "Conceptualización del modelo económico", a decir de Raúl Castro, uno de entre varios "abarcadores y complejos documentos".

Marcelo, ausente de su casa como ha tenido que estar por tantos días para comprar las piezas de su moto, no habrá podido participar en la discusión de un documento tan importante.

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