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Consumo

¿De qué parte de la res es el picadillo para niños que vende el Estado?

Las madres se quejan de malos olores, pellejos y texturas incomibles. Un carnicero dice que a veces 'la carne es de búfalo'.

La Habana

La distribución de picadillo de carne de res para niños de hasta 14 años es un "simulacro para hacernos creer que ellos se acuerdan de nuestros hijos", opina una madre trabajadora de una oficina gubernamental de La Habana Vieja, que se extraña por el interés hacia un tema que, al parecer, "no le preocupa a nadie".

"Lo empezaron a vender y ya, no responden por ninguna queja ni porque a veces lo sustituyan por pollo sin avisar. Te das cuenta de que seguimos en las mismas", añade. Así ha sucedido en las últimas cuatro entregas.

Un carnicero del Vedado que asegura no haber recibido ninguna queja del picadillo que expende, da cuenta de otra sustitución que no se le notifica a los clientes: "A veces lo que nos entran es picadillo de búfalo, por eso se ve más prieta la carne, pero no es de tiñosa como cree alguna gente".

"Si llega bueno o no, no tiene nada que ver con nosotros", se exculpa. "De lo que sí estoy seguro, y no porque nadie me lo haya dicho, sino porque conozco La Habana entera, es de que no llega el mismo picadillo aquí, en el Vedado, que en Alamar, aunque digan lo contrario".

La misma clienta describe, además, cómo puede quedar el producto tras su elaboración si no se tiene cuidado: "Cuando se está cocinando tienes que mantenerte alerta porque fácil se te convierte en unas pelotas durísimas que tienes que romper después con las manos porque si no, no te rinde nada".

El carnicero asegura que cuando la carne se hace "pelotas" es porque es "búfalo, no res, porque el búfalo viene con más sebo".

El Gobierno distribuye una libra por niño. Las madres a las que no les queda más remedio que comprarlo y ponérselo en la mesa a sus hijos se la ingenian para que dure para tres o cuatro comidas.

Sunay tiene un niño de cinco años y cree que distribuir por la libreta una cuota de "picadillo" para los menores es buena… El problema es que la carne se ha convertido en "bazofia".

"Sí, es picadillo, pero no se sabe de qué parte de la res porque a veces tiene una peste que no hay quien se lo coma", dice. "La última vez olía a rayos, me recordó al picadillo de soya del Período Especial y decidí que mi hijo no comería más eso que dan como carne".

Otra madre se disculpa mientras cuenta el destino del picadillo en su cocina. "Parecerá un exceso mío, pero en la casa quien se lo come es la perra".

Una vecina del Vedado que asegura tener "muy buena boca" y comer cualquier cosa, dice que ella no tiene ningún problema con el picadillo. De hecho, en su casa quien se lo come es ella, no su nieto.

Arlyn prefiere aprovecharlo para hacer hamburguesas y ofrece su receta: "Lo adobo dos o tres días antes y lo hago pelotas. No le hace falta huevo ni nada porque no sé lo que tiene que él solo se compacta".

Migue tiene 10 años y, aunque debería ser uno de los consumidores beneficiados, dice que él no se come "esa carne" porque tiene "un montón de pellejo".

Siempre que llega la hora de la comida y lo único que la madre de Migue ha logrado conseguir es el "picadillo de la bodega", como le dicen todos, "se arma tremenda bronca", cuenta su progenitora.

De las entrevistadas, muy pocas dijeron darle el picadillo a sus hijos. La mayoría busca otra alternativa y deja "el picadillo del Gobierno" como última opción.

Los precios del picadillo de res de diferentes calidades en las tiendas en divisas oscilan entre 1.10 y 2.10 CUC, mientras que en la bodega cuesta solo un peso en moneda nacional.

"Prefiero sacrificarme y comprarle la bandejita de la tienda", dice Leyla. "En 3era y 70 (Miramar) sacan unas de cuatro y pico que suelen estar muy buenas, la verdad. No llegan al kilo, pero tampoco es solo una libra".

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