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Opinión

BL, última frontera del homoerotismo

Las series de la televisión, películas, literatura y 'reality shows' del sudeste asiático que promueven abiertamente las relaciones eróticas entre varones jóvenes.

Madrid
Max y Tul, 'los reyes del BL'.
Max y Tul, 'los reyes del BL'. ethaicd

Aunque sea, hasta el momento, un fenómeno esencialmente del sudeste asiático (Tailandia, Japón, Taiwán, Corea del Sur, Vietnam, Filipinas e incluso China), las series de la televisión, las películas, la literatura y los reality shows que, bajo el nombre de BL, promueven abiertamente las relaciones eróticas entre varones jóvenes han trascendido esos lindes regionales y empiezan a tener seguidores y fans por millares en otras partes del mundo, incluidos los países de nuestra lengua.

BL es el acrónimo de Boys Love (o Boy's Love), referido concretamente a las experiencias homoeróticas entre adolescentes y jóvenes, sobre todo en el ámbito de la escuela secundaria o la universidad. Aunque haya escenas sexuales bastante obvias, suelen soslayarse con alguna modestia. El énfasis no está puesto en la actividad sexual, casi siempre promiscua, que resalta en los típicos filmes y series de temática gay que conocemos en esta parte del mundo, sino en el amor, en el descubrimiento, muchas veces súbito, de alguien —cuya orientación sexual se ha dado, fundamentalmente, dentro de los cánones heteronormativos— que se siente irresistiblemente atraído por otra persona de su propio sexo, con todos los conflictos que esto, en muchas ocasiones, conlleva.
 
Una y otra vez en estas series los actores repiten lo que ya se ha convertido en un comodín: "a mí no me gustan los hombres, a mí me gusta él", haciendo hincapié en que esa preferencia particular no hace de quien la experimenta el miembro de un partido exclusivo con militancia, consignas y banderas, sino que se trata de un individuo "normal" que resulta que se ha enamorado de alguien sexualmente semejante. Esto es notable.
 
Los homosexuales de barricada —para quienes el mundo está dividido en infranqueables parcelas— no ven este enfoque con buenos ojos, hasta el punto de decir que se trata de una manifestación de homofobia enmascarada y que estas historias ficticias ayudan a perpetuar la discriminación y supeditación de los que no han logrado superar los estereotipos; que estos actores están llevando la temática gay a otro plano que sirve para dejar a la zaga a minorías silenciadas con problemas no resueltos.
 
Tal vez, pero yo creo que abordar el homoerotismo a partir de los sentimientos, no de la mera gimnasia sexual, es una gran contribución a este tema; el dejar sentado que el amor —el impulso más noble y enaltecedor de los miembros de nuestra especie— no solo está por encima de las barreras de raza, religión, nacionalidad, lengua, etc, sino también de género.  
 
Orígenes de una tendencia

La literatura BL se origina en Japón hace aproximadamente medio siglo y, típicamente, aborda la relación erótica entre personajes masculinos, un subgénero creado por mujeres para consumo casi exclusivo de mujeres y es distinto de los productos dirigidos a los hombres homosexuales, aunque terminó por atraer a audiencias masculinas y también ha sido producido por hombres. Así como las relaciones lésbicas han sido parte, durante mucho tiempo, del repertorio erótico de los hombres heterosexuales; estas historias de chicos que se aman (casi siempre, en sus orígenes, de una belleza andrógina) servían para exacerbar el eros de las mujeres japonesas (heterosexuales en su mayoría) en las últimas décadas del siglo XX.
 
A partir de este siglo el género empezó a independizarse y a adquirir una mayor autonomía, hasta manifestarse de manera arrolladora en el sudeste asiático, aunque, en primer lugar, como una experiencia fundamentalmente literaria: libros de historietas (que se harían populares bajo el nombre genérico de manga), novelas, revistas que empezaron a interesar a otros ámbitos de lectores, incluso en Occidente y que luego terminarían  por convertirse en la cantera de innumerables series de televisión (y algunas películas), al punto que, en los últimos diez años, los argumentos de esas novelas, ya definitivamente  asumidas como BL, se escribirían como meros borradores o guiones de estas filmaciones.
 
Un rasgo general es que los títulos con que se comercializan estas series de TV están invariablemente en inglés y con tales nombres las promueven aun en el propio ámbito de los países donde se producen, aunque el título en su lengua original aparezca también en pantalla. My Beautiful Man, Mr. Unlucky Has no Choice but to Kiss (japonesas), Gameboys (filipina, que ya va por la segunda temporada), Crossing the Line and Make Our Days Count (dos series taiwanesas de originalidad, belleza y buena actuación conmovedoras), To My Star, A Naked Boy (surcoreanas), entre otras muchas series meritorias de estas naciones.

La preeminencia de Tailandia

Sin embargo,  el aporte de Tailandia a la industria del BL, en diversidad y cantidad, excede a todos los demás países de la zona, con un extraordinario volumen de obras y lo que parece una cantera inagotable de muchachos de sorprendente apostura y talento, chicos que, por lo general, son a un tiempo, modelos e intérpretes, promotores de diversos productos, sin que por ello hayan dejado de cursar estudios superiores y de adquirir una carrera universitaria, insertados en una sociedad moderna y dinámica que representan muy bien en estas series.

Sorprende, sin embargo, que no siendo Tailandia el Estado más liberal del mundo (no es, por ejemplo, Suecia; el matrimonio entre parejas del mismo sexo no es legal todavía y existen muchos prejuicios homófobos) estas series —que se divulgan en la televisión en horas pico y que llegan a un gran público— aborden, en la mayoría de los casos, el tema de las relaciones homosexuales desde una perspectiva no solo admisible y normal, sino incluso noble y encomiable

En este enlace pueden verse minibiografías de 30 actores tailandeses de estas series, catalogados por orden de atractivo y simpatía en 2021. Se trata de los protagonistas de muchas de esas obras, cuyos títulos se incluyen al final de cada perfil.
 
Parejas en cámara y fuera de cámara

Una característica de estas series es la creación de parejas que pueden protagonizar más de una obra, como es el caso de Tay Tawan y New Thitipoom en Kiss Me Again y Dark Blue Kiss, o de Bright Vachirawit y Win Metawin en Together y Still Together o Krist Perawat y Singto Prachaya en Sotus  y Sotus 2, que ya constituyen obras clásicas del género.  

Más allá de estas actuaciones para la TV, algunas de estas parejas, aupadas por nutridos clubes de fans, participan en entrevistas para los medios de difusión y reality shows, lo que les añade resonancia y pertinencia fuera del estricto ámbito de la representación escénica para convertirlos en auténticos iconos de un fenómeno cultural que promueve y magnifica las relaciones homoeróticas en el espacio público, sin que esto tenga que significar, necesariamente, que esas parejas sean tales en la vida real.

En la mayoría de los casos se trata, más bien, de individuos heterosexuales que, en halago a sus fans, se comportan públicamente como amantes o "amigos íntimos", al tiempo que exaltan el amor entre personas del mismo sexo como expresión de un sentimiento que es un canto a la mutua celebración de la juventud y la belleza que se afirma en la duplicación sinérgica de la propia imagen como un desafío al tiempo.
 
Los reyes del BL

 
En la lista ya bastante extensa de actores tailandeses que intervienen en este género descuellan —por gracia, belleza y talento— Max Nattapol y Tul Pakorn, pioneros de estas series y a quienes, con razón, han llamado los reyes del BL. Con 28 y 30 años respectivamente y más de seis años de actuación, Max y Tul pueden considerarse veteranos aunque no muestran ni el más leve signo de envejecimiento.

Han sido protagonistas de cuatro series: Bad Romance, Together with Me (no confundirla con Together), Together with Me the Next Chapter y Manner of Death; y han tomado parte en decenas de entrevistas, actuaciones teatrales y reality shows, en los cuales han reafirmado, una y otra vez, el gran amor y la ternura que los une. Si algo caracteriza a esta pareja es la constancia de una relación que enaltece el homoerotismo, poniendo el énfasis en lo homo, es decir, en lo igual, en una relación de semejanza que los identifica como dos extraordinarios modelos de masculinidad. Se trata del amor que no solo se atreve a decir su nombre, sino que lo exalta muy por encima de los estereotipos convencionales con un contagioso júbilo celebratorio.

Ellos han dicho que estarán juntos hasta que peinen canas y uno de sus miles de seguidores en Instagram ha expresado lo que muchos podríamos estar tentados a suscribir: "Me he enamorado de estos dos. En verdad espero que su amistad nunca muera y que ellos se amen y se cuiden mutuamente hasta el mero final".

14 comentarios

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Querido Vicente, delicioso tu articulo, aunque bien sabes que hay mucho mas. Deberias dedicarlo uno tambien a las peliculas y series de la India. Yo tengo una gran coleccion de literatura Yaoi, que tiene el incentivo de bellas ilustraciones Manga. Por ahi empezo la cosa, y ya es totalmente una liberacion total. ESTA HUMANIDAD HA DICHO BASTA, Y HA SALIDO DEL CLOSET!!! Mee orinado de la risa con algunos de los comentarios... Cuanta ignorancia Dios mio!

Si 2 tipos o 2 tipas quieren vivir en pareja discretamente como amigos o compañeros de cuarto, okey. Lo que no me cuadra es que se haya utilizado la sagrada institución del matrimonio para esa convivencia, mucho menos que adopten hijos. Tampoco me cuadra los shows públicos con despliegue de la bandera del arcoíris Antes habia solo 2 sexos; ahora también hay 6 más: LGBTIQ+. El signo de sumar parece indicar que habrá más sexos.Mañana no van a alcanzar las letras del alfabeto para nombrar todos los sexos. Ya la desfachatez ha pasado los límites de lo razonable y parece que el que no sea gay está fuera de onda. La culpa de todo la tuvo Obama.

Profile picture for user Ana J. Faya

Un artículo bien informado sobre un aspecto de la cultura cinematográfica de hoy en Asia --que no es Hollywood-- y, al menos para mí, es un escenario poco conocido. Me llama la atención esta tendencia BL en estos países donde suelen existir concepciones seculares acerca del comportamiento dentro de las familias, y donde las relaciones sexuales son temas mucho más escabrosos a puertas cerradas. Gracias a Echerri por este trabajo.

Profile picture for user Weston

Siempre leo los artículos de Echerri. Hace poco se publicó aquí uno sobre Heberto Padilla y dije que era lo mejor que yo había leído en páginas de internet desde que conocí ese medio de comunicación. Este tema me interesa menos. Como el amigo Zayas, no rechazo a los homosexuales y menos, cuando además de la práctica sexual, está involucrado el amor. Respeto eso. Pero aunque casi nunca coincido con el padre Ignacio, le doy la razón en que el tema se nos ha impuesto de forma desmesurada y obligatoria. Eso molesta. Echerri es un conservador. Tal vez, desde su ángulo personal, pueda entender que esto forma parte de la estrategia y características de los llamados liberales, que no piden luchar contra la discriminación, sino exponer su ideología para terminar imponiéndosela a la mayoría. Porque se podrá escribir cualquier cosa sobre el tema, pero la mayoría de los seres humanos somos hererosexuales. Alguna duda? Bueno, pues de acuerdo a lo que uno ve en los medios, parece lo contrario.

Se ve que las series de toda la vida dedicadas a las relaciones de ellas y ellos han tenido que dejar un espacio para las series sobre "elles".

Hola, Vicente. Mi posición respecto al homosexualismo es de absoluto respeto: si te gusta y no le haces daño a nadie, pues adelante. A mi no me gusta andarle regulando la vida a la gente. Además, me encantaría conocer si las razones por las que existe el homosexualismo son puramente psíquicas, o biológicas. Sospecho lo último, pero habría que probarlo. Un abrazo.

Profile picture for user El Santo

Si no mal recuerdo, un estudio investigativo realizado en conjunto por el Tecnológico de Masachussets y la Universidad de Harvard en el 2019, evidenció que sí hay genes muy ligados al comportamiento homosexual.
Que muchos consideren llamarlo una orientación sexual ya es otra cosa, pero de que los homosexuales, lesbianas y demás derivados son falladitos, lo son.

Profile picture for user padre Ignacio

Azayas48 no importa si dar el oricagua es mental o biológico, lo que yo digo aquí es que es un asunto privado que se debe llevar de la puerta para adentro y no como en los tiempos que corren que la comunidad LGBTXX@JJ&&OP y la rojeria vegetariana internacional le quieren empujar el asunto a los demás por boca, nariz y oido.

Profile picture for user El Santo

Totalmente de acuerdo con usted reverendo.
Se nos quiere imponer al costo que sea esa aberrante moda.

Profile picture for user guampara

Hay que tener tremendo estomago para dispararse semejante porquería asiatica, di tu, vivir en los EEUU que es la meca del cine y la tv mundial, para ver a un retahíla de gansos tailandeses cogerse unos a otros, esa la mierda que producen los come insectos del sudeste asiático, son unos seres sin valores ni respetos, muy en el fondo lo que son dignos de lastima

Y con tantas cosas que leer te has detenido en esto y hasta has comentado.

Deja la bayamesa salir, que la vida es corta, macho.

Profile picture for user guampara

Lo mismo te digo a ti Eddie, te picó lo que dije evidentemente, parece que herí tus sentimientos LGBTQIDBDUWKSJ+×÷ o el de tus hijos o nietos? Que pasó? Tu hija Maria se convirtió en un consortico? O el niño tuyo se llama ahora Cristina con cambio de sexo incluido? Como es la cosa?

Profile picture for user padre Ignacio

El capitalismo asiático no deja de sacar sus afiladas garras y ahora quiere una porción de esta industria que viene desde los tiempos de Sodoma y Gomorra. Nada nuevo bajo el Sol.