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Chile

La palabra dictadura polariza el debate político a escasos días de las elecciones

El tema de a qué régimen debe llamarse dictadura, si solo al de Pinochet o también a los regímenes autoritarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela, ha marcado de forma incisiva el debate electoral.

Buenos Aires
Los candidatos favoritos Gabriel Boric (izq.) y José Antonio Kast.
Los candidatos favoritos Gabriel Boric (izq.) y José Antonio Kast. Bloomberg

Por un lado, un candidato ultraconservador que no considera dictador a Augusto Pinochet; en el otro, una alianza de izquierda que no cree que existan dictaduras en Cuba, Nicaragua o Venezuela. Desde estos extremos, según apuntan las encuestas, se decidirá el futuro político de Chile con la elección de un nuevo presidente este domingo 21 de noviembre.

En Chile reina la incertidumbre. Lo único seguro es que habrá una segunda vuelta, dado que ninguno de los favoritos reuniría los votos suficientes para imponerse este domingo. Es la primera vez desde que se recuperó la democracia que no son favoritos figuras del centro (de la concertación de socialistas y demócratas cristianos) o del conservadurismo moderado (Renovación Nacional, por ejemplo, del actual presidente Sebastián Piñera).

Las encuestas difundidas por última vez el 8 de noviembre, debido a restricciones legales, coincidían en dar como ganador al ultraconservador José Antonio Kast y como segundo al izquierdista Gabriel Boric. Atlas Chile le otorga 31% al primero y 21% al segundo; Pulso Ciudadano 30% a Kast y 24% a Boric; y, Cadem 32% contra 24%.

Tras 17 años de dictadura militar, encabezada por Augusto Pinochet, Chile recuperó la democracia en 1990. Desde entonces se alternaron en el poder figuras de la izquierda moderada, del centro y conservadores que se desligaron de la dictadura, con cuyo modelo económico se les vinculaba por el tono liberal de sus propuestas.

En cambio, ahora las figuras electorales relevantes están en los extremos del espectro político e ideológico. Kast rompió con Renovación Nacional, el partido del actual presidente Piñera, y es abanderado del Partido Republicano. En su discurso reivindica la figura de Pinochet.

Analistas creen que su crecimiento en popularidad ha sido una respuesta entre los chilenos, especialmente de clase media, por el temor a que las fuerzas de izquierda no solo obtengan la presidencia, sino que promulguen una nueva Constitución estatista, dado que controlan también la discusión constituyente.

Boric por su parte es el abanderado del Frente Amplio, una figura con un discurso moderno de izquierda, pero siendo parte de una coalición en la cual está el Partido Comunista (PC) y referentes muy tradicionales. Desde el PC chileno, por ejemplo, han defendido en estos días finales de campaña a los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, negando que en esos países existan dictaduras. El propio candidato debió dar una reprimenda pública.

El profesor y politólogo Patricio Navia considera que una vez superada la primera vuelta, Kast y Boric habrán reunido menos del 60% de los votos con sus posiciones extremistas, en un marco de polarización. Empero, de cara a la segunda vuelta, Navia pronostica un lenguaje más conciliador y propuestas incluyentes para poder hacer crecer la base de apoyo de estos aspirantes, que deberá alimentarse necesariamente del 40% que votará por otros candidatos distintos.

La segunda vuelta tendrá lugar el 19 de diciembre. Sin embargo, el clima de polarización que rodea a la campaña electoral y el favoritismo que rodea a Kast y Boric tendrá un impacto en la conformación del Congreso chileno. Este 21 de noviembre además de votar por un nuevo presidente, los chilenos elegirán diputados y senadores. Se pronostica un Parlamento variopinto, sin una fuerza política predominante, y eso tendrá impacto en quién termine ejerciendo la presidencia.

Por su parte, con un discurso moderno y llamando a la defensa de la diversidad sexual y étnica, Boric ha adelantado que, de llegar a la presidencia, habrá un enfoque diferente en la política exterior de Chile con los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, un asunto que genera urticaria aguas abajo en la coalición de izquierda que le respalda y de la cual forma parte del PC chileno.

El ex candidato presidencial del PC, Daniel Jadue, quien fue derrotado en unas primarias por Boric ha terminado por desmarcase de La Habana, un asunto álgido para un militante comunista chileno: "Nunca estaré de acuerdo con regímenes que persiguen y encarcelan a sus opositores ¡Aquí no hay dobles lecturas!", sostuvo al ser interrogado por periodistas.

El tema de a qué régimen debería llamarse dictadura, si solo a la de Pinochet o también a los regímenes autoritarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela, ha marcado de forma incisiva el debate electoral, dado el carácter polemista que tiene también Kast. Boric, en tanto por lo general se muestra con posiciones conciliadoras en público.

El sociólogo Fernando Mires explica a DIARIO DE CUBA que el actual escenario electoral inédito que vive Chile ha sido resultado del estallido social registrado en octubre de 2019, cuyas consecuencias se sintieron en diversos ámbitos incluso llevando a la convocatoria e instalación (en plena pandemia de Covid-19) de una Asamblea Constituyente.

El cuerpo constituyente pondrá fin a mitad de 2022 a algo que parecía inamovible tiempo atrás, la Constitución que se heredó de la dictadura de Pinochet. La nueva Constitución también es una incógnita dada la emergencia y protagonismo de nuevos actores políticos y sociales en ese espacio.

A juicio de Mires, de confirmarse en las urnas lo que pronostican las encuestas, y Kast y Boric pasan a una segunda y definitoria vuelta, Chile va a presenciar un choque de trenes, con consecuencias imprevistas.

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