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Derechos humanos

Emigrados cubanos exigen ante la Embajada de Cuba en Quito: 'Ya no queremos más dictadura'

Marchan por una zona de la capital de Ecuador manifestándose de forma pacífica.

Quito
Cubanos participantes en la protesta.
Cubanos participantes en la protesta. EL COMERCIO

"Ya no queremos más dictadura. Ya se van. Ya les toca", aseguró el cubano residente en Ecuador Yosvy Mar en una transmisión en vivo a través de su muro de Facebook mientras un grupo de emigrados de la Isla en Quito se manifestaba ante la Embajada de La Habana en ese país.

"Ahí están en la Embajada, poniendo música (...) porque no quieren escuchar nuestras voces. Nuestras voces les dan miedo. (...) Ahí están escondidos como siempre, porque solo son fuertes cuando reprimen al pueblo", indicó, mientras se escuchaba la música a alto volumen que salía de la sede diplomática.

Con carteles de "No más represión a los que piensan diferente", "En Cuba hay dictadura", y prendas de vestir con la frase "Patria y Vida", un grupo de hombres y mujeres se manifestó ante le sede diplomática y luego marchó y se concentró en otros lugares de la capital ecuatoriana.

De acuerdo con el diario local El Comercio, los cubanos se concentraron en la Embajada, ubicada en las calles La Razón y El Vengador, al norte de Quito y luego caminaron hasta las avenidas de De Los Shyris y Naciones Unidas, donde también se manifestaron de forma pacífica.   

Junto al muro del edificio, leyeron un comunicado donde, entre otras demandas, exigieron el cese de la represión contra los activistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), decenas de los cuales están en huelga de hambre exigiendo que cese el hostigamiento que sufre su sede nacional en Santiago de Cuba.

"Su única petición al régimen es que cese la represión. Se cansaron de que sus derechos sean violados día a día", subrayaron en el texto. 

"Ahí está Luis Robles preso por salir con un cartelito en una calle. ¿En qué lugar del mundo se ha visto eso?", recordó Yosvy Mar. "Estamos defendiendo nuestro derecho y nadie nos va a callar. (...) Apoyando a nuestros hermanos que sí están dentro, en la caliente".

Posteriormente, se encadenaron simbólicamente en una intersección de la ciudad, mientras los vehículos y motos que circulaban sonaban sus claxon. 

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