La élite gobernante de Corea del Norte y los empresarios ligados a la más alta nomenclatura del régimen están desesperados por ser los primeros en conseguir alguna de las vacunas contra el Covid-19, aseguró el diario Daily NK, integrado por disidentes norcoreanos en el exilio.
Una investigación de ese medio basado en Seúl, Corea del Sur, reveló que a pesar de que la autocracia de Pyongyang asegura estar cerca del desarrollo de una vacuna, los jerarcas del régimen están desesperados buscando comprarlas en el extranjero cuando estas ya estén disponibles.
"Si bien Corea del Norte afirma que está cerca de un avance en el desarrollo de una vacuna para Covid-19, la élite de Pyongyang está tomando medidas preliminares para que amigos extranjeros compren vacunas en su nombre una vez que se desarrolle una", aseguró Daily NK.
"Un número creciente de funcionarios de alto nivel y aquellos de la clase empresarial han estado ofreciendo dólares a quienes conocen en el extranjero para comprar una vacuna extranjera tan pronto como se desarrolle, independientemente de cuánto cueste", informó una fuente cuya identidad no fue revelada.
"Los comerciantes chinos han sido inundados con consultas de Pyongyang y las regiones fronterizas sobre si se ha desarrollado una vacuna", agregó el informante.
Según explicó el diario, existe una extendida creencia entre la élite norcoreana de que la vacuna de su país nunca funcionará. Mientras, Pyongyang no divulga estadísticas confiables sobre la situación del nuevo coronavirus en el país, pues asegura que allí no existe la enfermedad.
No obstante, según el diario, existe una extendida creencia entre la élite norcoreana de que la vacuna de su país nunca funcionará.
"El Gobierno de Corea del Norte no puede cuidar a sus ciudadanos, una realidad que ha creado esta atmósfera de desconfianza", dijo la fuente anónima del Daily NK. "La gente ya espera valerse por sí misma", dijo.
Ese "valerse por sí misma" fue incluso una orden dada por Pyongyang hace pocos días, cuando exigió a los hospitales del país que fabriquen sus propias medicinas, en medio de una fuerte escasez que atraviesa el sistema sanitario en el contexto de la pandemia.
"A finales de mayo, el Ministerio de Salud Pública dio la orden a los hospitales de cada provincia, ciudad y condado de fabricar sus propias medicinas", indicó una fuente en el Gobierno norcoreano al Daily NK. "Sin infraestructura para producir medicamentos, ha habido quejas de que llevar adelante la orden será imposible", agregó.
Se cree que la industria farmacéutica norcoreana colapsó a comienzos de la década de 1990, cuando el país atravesó un período de excepcional crisis económica, conocido como "La Ardua Marcha", que recortó la inversión necesaria para entrenar recursos humanos y procurar materias primas.
Sin embargo, Kim Jong-un se congratuló del "brillante éxito" logrado por su país en la lucha contra la pandemia durante una reunión del Partido de los Trabajadores dedicada el jueves pasado al impacto del virus, informó este viernes la agencia estatal KCNA.
Corea del Norte cerró las fronteras a finales de enero, cuando la epidemia hacía estragos en China, e impuso restricciones drásticas a la población, principalmente un confinamiento estricto a miles de personas. La medida continúa aún vigente.
Como consecuencia de ese cierre, la ya raquítica economía norcoreana flaquea aún más. El comercio entre Corea del Norte y China cayó casi un 70% entre enero y mayo de este año después de que Pyongyang cerró la frontera para evitar la transmisión del nuevo coronavirus, según datos de las aduanas chinas.
La medida privó al régimen, que depende de China para el 90% de su comercio, de una fuente clave de divisas.
