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Venezuela

El chavismo opta por sacrificar a uno de sus alfiles y acusa de corrupción a El Aissami

El fiscal general del chavismo lo responsabilizó de haber lanzando '100 bombas atómicas' contra la economía de Venezuela.

Caracas
Tareck El Aissami, detenido.
Tareck El Aissami, detenido. AFP

Después de 385 días sin saberse nada en Venezuela de Tareck El Aissami, el otrora hombre fuerte en los gobiernos de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro, el chavismo ha decidido sacrificar a este alfil de peso y le ha acusado públicamente de corrupción, junto a varios de sus más cercanos colaboradores.

La Fiscalía General, un órgano afín a los intereses del régimen de Nicolás Maduro, anunció este 9 de abril que El Aissami será llevado ante la Justicia, reavivando la trama de corrupción que originalmente había provocado la renuncia pública del exvicepresidente y exministro el 20 de marzo de 2023.

Desde entonces reinaba el más absoluto silencio sobre El Aissami, y entre periodistas y diplomáticos, en Caracas, se hacían quinielas sobre el destino que tendría quien, en su momento, cuando Chávez gobernaba, llegó a tener bajo su mando a los servicios de seguridad del Estado.

Se confirmó la detención de El Aissami, que en los últimos tiempos antes de su desaparición pública ejerció como ministro de Petróleo y presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), junto al exministro de Economía, Alejandro Zerpa, y Samark López, un oscuro personaje señalado de llevar adelante operaciones de lavado de dinero para el chavismo.

El fiscal general Tarek William Saab, quien durante más de un año evitó referirse a El Aissami de manera directa, este 9 de abril señaló que el exministro usó "empresas de maletín", cuentas en criptomonedas e intermediarios de confianza con manejo de millones de dólares en efectivo.

En medio de las sanciones de EEUU que afectaron las transacciones financieras de PDVSA, El Aissami montó una estructura paralela para vender crudo venezolano a través de terceros sin rendirle cuentas al Banco Central de Venezuela. Tampoco rindió cuentas la Superintendencia de Criptoactivos, que estaba bajo la supervisión de Joselit Ramírez, quien era parte del círculo de confianza de El Aissami.

Ramírez y el exdiputado Hugbel Roa, ambos detenidos desde el año pasado, "enviaban maletas al extranjero con dinero en efectivo y oro", según la Fiscalía venezolana. De acuerdo con Saab, El Aissami y sus colaboradores, "al estilo de las muñecas de la mafia", también establecieron una red de prostitución; hicieron remodelaciones lujosas en sus viviendas y cobraban comisiones en efectivo para la asignación de contratos con el Estado a empresas privadas.

Mediáticamente, como en otros casos de la Fiscalía afín al chavismo, El Aissami ya fue sentenciado por el discurso de Saab que lo responsabilizó de haber lanzando "100 bombas atómicas" contra la economía de Venezuela cuando justamente el Gobierno de Maduro hacía frente a las sanciones de EEUU y las finanzas públicas estaban en su peor momento.

Este es el epílogo de El Aissami, que para los diplomáticos cayó en desgracia por disputas internas dentro del chavismo. Ciertamente ha dejado de ser el hombre fuerte que se codeaba con mandatarios en Rusia, Irán o Siria, o que siendo ministro del Interior tenía a su cargo a los organismos de la seguridad del Estado venezolano.

"En virtud de las investigaciones que se han iniciado sobre graves hechos de corrupción en PDVSA, he tomado la decisión de presentar mi renuncia como ministro de Petróleo, con el propósito de apoyar, acompañar y respaldar totalmente este proceso", fue el último mensaje de El Aissami en Twitter, el 20 de marzo de 2023. Fue su despedida pública.

La periodista especializada en Seguridad y Defensa, Sebastiana Bárraez, confirmó este martes que El Aissami permanecía en una casa de seguridad dentro de las instalaciones militares de Fuerte Tiuna, la principal base castrense del país, ubicada al sur de Caracas.

Con la confirmación de que El Aissami será enjuiciado (y pocos dudan de que terminará siendo sentenciado) se pone punto final a una suerte de suspenso que se mantenía en torno a esta trama de corrupción.

Entre mediados de marzo e inicios de mayo de 2023, en una suerte de razzia de serie televisiva, el fiscal Saab fue mostrando a más de 60 detenidos, muchos de ellos parte del círculo íntimo de El Aissami. Se sacaron videos y fotos personales de los detenidos de sus teléfonos celulares para demostrar la ostentación y la riqueza lograda por la corrupción.

Hace un año, esta trama devenida en una cuasi telenovela, tuvo un capítulo sorpresivo. Álvaro Pulido, socio del empresario colombiano Alex Saab, y quien gozaba de contratos, y protección de Caracas, resultó detenido.

Pulido fue mostrado en la televisión oficial doblegado por las autoridades y con el overol naranja que ha sido usado como una suerte de símbolo en todo este proceso, ya que en Venezuela no hay un uniforme establecido para los detenidos, menos aún cuando no han sido condenados.

Alex Saab, por su parte, tras su regreso a Venezuela en diciembre pasado, producto de las negociaciones entre los gobiernos de Nicolás Maduro y Joe Biden, ha recibido altas responsabilidades en teoría para atraer la inversión extranjera de países aliados, que era una de las tareas que cumplía El Aissami.

Los casos de corrupción, por más de 20.000 millones de dólares, según el diputado oficialista Hermann Escarrá, envolvieron a las cabezas de tres entes estratégicos: Petróleos de Venezuela (PDVSA), la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y la Superintendencia de Criptoactivos. Todas estas dependencias estaban bajo el ala de El Aissami en la repartición del poder que tienen las varias corrientes que conviven dentro del chavismo.

Durante largos años El Aissami, sin llegar a ser el canciller o el ministro de Comercio Exterior, fue el interlocutor de Venezuela con países aliados del chavismo, pero lejanos geográficamente, como Irán, Turquía o Siria. Su origen árabe terminó siendo una carta de presentación exitosa, según analistas diplomáticos, para acuerdos comerciales, militares o energéticos, durante varios años, especialmente desde que Nicolás Maduro llegó a la Presidencia en 2013.

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2 comentarios

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Profile picture for user padre Ignacio

Es una táctica propagandística muy básica, donde el dictador que en realidad es el mal de los males, sacrifica a un Alfil, para crearle la ilusión al populacho de que su lealtad esta con el pueblo y que nadie esta por encima de la ley. Es algo que deben tener muy en cuanta los Marreros, Parrillas y Morfas. Este camino ya fue recorrido por los Carlos Lages, Perez Roque, Robertico Robaina, Carlos Aldana y el mas reciente Alejandro Gil.

Profile picture for user pim-pam-pum

Vaya, como su colega Gil.