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Argentina

Sea quien sea el nuevo presidente de Argentina, deberá tejer acuerdos

Las elecciones legislativas han terminado por dibujar un panorama complejo para quien asuma el cargo de presidente el venidero 10 de agosto.

Caracas
Javier Milei (izq.) y Sergio Massa durante un debate.
Javier Milei (izq.) y Sergio Massa durante un debate. EFE

Empleados a fondo en la campaña electoral, de cara al balotaje del 19 de noviembre, los dos candidatos más votados en Argentina, el ministro de Economía y candidato peronista Sergio Massa y el diputado y economista ultraliberal Javier Milei, enfrentarán la misma situación en caso de ganar la Presidencia: tendrán que construir acuerdos dada la fragmentación del nuevo Congreso.

Massa, un abogado de posiciones pragmáticas a cargo de la golpeada economía argentina desde agosto de 2022, resultó ser la gran sorpresa en las elecciones presidenciales cuya primera vuelta tuvo lugar el pasado 22 de octubre. Por su parte Milei, quien había sido el gran triunfador el 13 de agosto en las elecciones primarias, de carácter obligatorio, pasó al balotaje, pero perdiendo el impulso que había tenido meses atrás.

"El resultado de la primera vuelta fue bastante sorpresivo al dejar a Sergio Massa, el candidato del Gobierno, en el primer lugar con casi el 37% de los votos, con una ventaja algo menor a siete puntos sobre Javier Milei, quien había sido el candidato más votado de las primarias", apunta el profesor Ignacio Labaqui desde Buenos Aires al ser consultado por DIARIO DE CUBA.

"Antes de las elecciones del 22 de octubre todo indicaba que Massa perdería fácilmente contra Milei en una segunda vuelta. El resultado del domingo pasado ha modificado eso. Diría que Massa arranca esta etapa de la campaña con ventaja", precisa Labaqui.

Junto a la elección presidencial, el 22 de octubre tuvieron lugar elecciones legislativas, que han terminado por dibujar un panorama complejo para quien asuma el cargo de presidente de Argentina el venidero 10 de agosto, por un lapso de cuatro años.

Milei, quien recién en 2021 obtuvo un escaño como diputado federal, ha visto el crecimiento vertiginoso de su coalición, La Libertad Avanza. Esta ha conseguido 35 bancas nuevas en la Cámara baja, y ha ampliado su bloque a 38 de los 257 diputados. En la Cámara alta, donde hasta ahora no ocupaba ningún escaño, los ultrasliberales se han hecho de ocho de los 72 escaños.

Tal como ha recordado la prensa en Buenos Aires, Milei quien ingresó prácticamente solo al Congreso en 2021, tendrá ahora un grupo variopinto de legisladores. Entre sus congresistas tendrá a abogados, economistas, hijos de represores de la dictadura militar, pastores evangélicos, influencers de las redes sociales y hasta a su estilista.

En el Congreso se necesitan 129 votos para hacer mayoría y en el Senado 37. Ningún factor político por sí solo tiene tal capacidad, ni siquiera Milei con el ascenso embalado de los suyos.

De acuerdo con el escrutinio provisional, el peronismo retendrá 108 de las 257 bancas de diputados, entretanto en el Senado, el oficialismo suma un total de 34 asientos. En cualquier caso, necesitaría de alianzas, al igual que Milei, para poder impulsar iniciativas desde el Parlamento.

Tanto en las primarias como en la primera vuelta la gran derrotada terminó siendo la candidata conservadora Patricia Bullrich, de la coalición Juntos por el Cambio, que tiene como principal referente al expresidente Mauricio Macri (2015-2019).

Bullrich en ambos casos quedó en tercer lugar, un asunto sumamente llamativo, ya que Juntos por el Cambio largamente se consideró la primera opción para sustituir al actual presidente peronista Alberto Fernández.

En el Congreso la alianza que respaldó a Bullrich fue la más castigada. El espectro conservador perdió 25 diputados (su bloque se quedará con 93 votos) y nueve senadores (para retener 24).

Bullrich, quien fue ministra de Seguridad en el Gobierno de Macri, ha optado por apoyar a Milei de cara a la segunda vuelta, una decisión que ha generado una suerte de escisión en Juntos por el Cambio. La dirección de este frente conservador dio vía libre a sus militantes para votar por Milei o por Massa.

"Argentina, desde nuestro punto de vista, no puede reiniciar un nuevo ciclo kirchnerista liderado por (el ministro de Economía) Sergio Massa", porque "llevaría a la Argentina a su decadencia final", afirmó Bullrich. "Hoy hay que aunar fuerzas para un objetivo superior", insistió, según reseñó DIARIO DE CUBA.

"El impacto de la derrota sobre Juntos por el Cambio pondrá a prueba la unidad que animó la coalición. El Gobierno de unidad nacional que anuncia Massa tratará de cooptar desencantados tras ese fracaso. Lo cierto es que el sistema de dos grandes coaliciones, peronista y no peronista, está amenazado en Argentina", sostuvo por su parte la investigadora Liliana de Riz.

Al referirse a las elecciones del pasado domingo, Labaqui cree que "el resultado fue un shock para Milei, quien creía estar cerca de ganar sin necesidad de ir a una segunda vuelta. Massa corre con ventaja al haber sorprendido con su primer lugar. Aparte, cuenta con la ventaja de tener el aparato del Gobierno a su disposición y con una manejo más profesional y organizado de campaña. A eso debe sumársele el aparato peronista".

Sin embargo, como han venido demostrando las consultas electorales de este año, tanto las primarias como la primera vuelta presidencial, en realidad nada está escrito.

"La clave aquí pasa por cuánto del voto de Bullrich y Juan Schiaretti (gobernador de Córdoba y peronista disidente) va a Milei, y cuánto va a la abstención y al voto en blanco", sostiene Labaqui.

Sin embargo, advierte este analista y profesor universitario, que la abstención podría terminar inclinando la balanza hacia un lado u otro: "La cuestión aquí entonces pasa no solo por la transferencia de votos hacia un candidato u otro, sino también por el nivel de participación. Ambos candidatos generan bastante rechazo entre quienes votaron por otras alternativas".

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