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Ecuador

Los ecuatorianos eligen entre el regreso del correísmo o dar el poder a un 'outsider' de la política

'El apoyo internacional desempeñará un papel importante en la capacidad de ambos candidatos para abordar los problemas de seguridad, una crisis provocada por el narcotráfico transnacional.'

Brasilia
Daniel Noboa, candidato presidencial en Ecuador.
Daniel Noboa, candidato presidencial en Ecuador. EFE

Ecuador cierra una campaña electoral totalmente atípica en su historia democrática. Mañana tiene lugar el balotaje en unas votaciones que se adelantaron dos años, como salida a una crisis política que envolvió al mandatario Guillermo Lasso. Junto a eso, un candidato fue asesinado poniendo en el tapete cómo la violencia vinculada al narcotráfico ha tomado a este país andino.

La sociedad ecuatoriana que acude a las urnas, después de elegir a Lasso como presidente en 2021 para un periodo de cuatro años, padeció un agudo proceso de confrontación en el seno del Parlamento. Ese proceso desembocó en un juicio político del jefe de Estado y, de forma inédita, este invocó la figura de "muerte cruzada", que allanó la convocatoria de unas elecciones generales adelantadas, cuya primera vuelta tuvo lugar el 20 de agosto.

Las situaciones sin precedentes en Ecuador tuvieron un trágico registro con el asesinato del periodista Fernando Villavicencio, quien competía por la Presidencia. El candidato recibió disparos cuando salía de un acto político el pasado 9 de agosto. Este hecho conmocionó al país y a partir de entonces, y en especial de cara al balotaje, se redujeron los mítines públicos y los dos candidatos se han concentrado en redes sociales, así como en mensajes de radio y televisión.

Así las cosas, en Ecuador este domingo 15 en las urnas se podrá votar entre el regreso al poder del correísmo, con la exlegisladora Luisa González, del Movimiento Revolución Ciudadana, y Daniel Noboa, de Acción Democrática Nacional. Aunque el apellido Noboa entre los ecuatorianos se asocia con el hombre más rico del país y padre del candidato, Álvaro Noboa, en realidad el aspirante es un outsider de la política y devino en fenómeno electoral en estos comicios, por su vertiginoso ascenso.

En la primera vuelta, la adlátere del expresidente Rafael Correa (2007-2017), Luisa González, ganó con el 33% de los votos, mientras que Daniel Noboa fue segundo con el 24% de las preferencias. Sin embargo, este joven empresario dedicado a actividades distintas a los negocios de su padre, quien varias veces fue candidato presidencial en el pasado, subió unos 20% en las encuestas después del asesinato de Villavicencio y tras tener una buena presentación en un debate televisado.

La empresa de opinión pública Comunicaliza señala que el 41,5% de los ecuatorianos que fueron consultados optarían por Daniel Noboa en el balotaje, mientras que Luisa González obtendría el 36,4%. Existe un alto porcentaje de personas indecisas o que votarían en blanco. Otras dos encuestas pronostican, prácticamente, un empate entre ambos aspirantes, colocando a Noboa siempre en primer lugar.

En Ecuador un total de 13,5 millones de personas están llamados a votar. Se espera una alta participación, ya que en la primera vuelta votó el 82% del padrón electoral.

En las votaciones del pasado 20 de agosto se eligió a la nueva Asamblea Legislativa. La llamada Revolución Ciudadana de Correa tendrá la bancada más grande de la Asamblea, con 50 asambleístas. Esto no le alcanza para ser mayoría, pues necesitaba al menos 71 escaños para llegar a la mitad más uno del pleno.

En segundo lugar quedó la bancada de Construye, el movimiento que promovía la candidatura del fallecido Villavicencio, con 28 legisladores. En los siguientes puestos estarán el Partido Social Cristiano (PSC) y sus aliados, que consiguió 14 curules, y la alianza ADN, del candidato Daniel Noboa, con 13 escaños. Le siguen otros grupos con menor número de cargos en el Legislativo, dejando en evidencia una fuerte dispersión y la necesidad de acuerdos entre las bancadas.

Para el portal Primicias resultó llamativo el voto castigo que recibió el movimiento indígena y la izquierda moderada del partido Izquierda Democrática.

Tanto el presidente que salga electo este domingo como el Parlamento ya electo tendrán una validez de solo dos años, básicamente para completar el periodo de cuatro años que se inició en 2021. Es decir, en 2025 se realizarán de nuevo elecciones generales, tal como corresponden al calendario electoral habitual.

Para el think tank Global Americans, "el apoyo internacional desempeñará un papel importante en la capacidad de ambos candidatos para abordar los problemas de seguridad, una crisis provocada por el narcotráfico transnacional".

"La cocaína que pasa por los puertos ecuatorianos es producida en Colombia y Perú, y una gran parte se vende en EEUU y Europa. Antes de las luchas internas de las fuerzas narco, resultantes del acuerdo de paz de las FARC de 2016, la seguridad no era una cuestión de preocupación significativa en la política ecuatoriana", sostiene este centro de análisis interamericano.

Una semana antes de las elecciones, el Gobierno de Lasso anunció que había acordado con EEUU darle autorización a fuerzas policiales y militares estadounidenses para que estas actúen dentro del territorio ecuatoriano haciendo frente a crímenes vinculados al narcotráfico. Si gana González, el correísmo dejará sin efecto esta medida, mientras que Noboa la mantendría.

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Los pueblos están despertando. Felicidades a Ecuador.