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Venezuela

El chavismo le hace un guiño a EEUU al designar a rectores electorales

'Esta designación del CNE debe verse como parte de una conjunto de decisiones que el chavismo ha tomado en las últimas semanas.'

Madrid
Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento chavista.
Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento chavista. Reuters

La Administración Biden había dejado en claro que debía ser el chavismo quien diera el primer paso, para dejar en evidencia su disposición a una negociación que eventualmente levante o suavice las sanciones. Este martes el chavismo ha hecho un guiño a Washington al designar a un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) "potable", una condición que también había puesto sobre la mesa la Unión Europea (UE).

Tras varios meses de negociaciones, como ha confirmado la periodista Celina Cárquez, conocedora de este proceso, este 4 de mayo la Asamblea Nacional controlada por el chavismo designó para un período de siete años a una directiva del CNE que compuesta por cinco integrantes estará 3-2, ya que dos relevantes figuras opositoras tendrán rol directivo.

La designación de este CNE era una señal esperada por la comunidad internacional, que ahora con Washington a la cabeza habla de una necesaria negociación política en Venezuela. El chavismo ha dejado en evidencia que tiene cierta disposición, ya que controla al Parlamento y pudo haber elegido a cinco rectores del CNE con orientación chavista.

"No cumple con los criterios de imparcialidad deseable, pero es un paso significativo, trata de reequilibrar el marco institucional de las elecciones en Venezuela. Es una buena señal", asegura el politólogo Piero Trepiccione, coordinador de la Fundación Centro Gumilla al ser consultado por DIARIO DE CUBA.

Obviamente no está en juego, por ahora, el control del poder por parte del chavismo. No está en agenda repetir las elecciones presidenciales de 2018, consideradas ilegítimas por la comunidad internacional, ni las legislativas de 2020, igualmente cuestionadas en su momento. Tanto Washington como Bruselas parecen enfocados en encontrar al menos una rendija que les permita a los actores opositores tener espacios de Gobierno municipal o regional.

La tarea prioritaria del nuevo CNE será organizar para fines de este año unas elecciones de gobernadores estaduales (provinciales) y alcaldes, a nivel municipal.

"Esta designación del CNE debe verse como parte de una conjunto de decisiones que el chavismo ha tomado en las últimas semanas. Por un lado evidencia, aunque no lo diga en público, disposición a ceder y capacidad de entenderse con actores de oposición. Todo es aún muy incipiente para saber qué implicaciones tendrá", explica a DIARIO DE CUBA un veterano diplomático sudamericano radicado en Caracas.

En abril sucedieron dos hechos relevantes. Por un lado, tras varios años de negativa el chavismo permitió operaciones del Programa Mundial de Alimentos, lo que representará el ingreso masivo de ayuda humanitaria. Asimismo accedió al sistema de vacunación COVAX, para inmunizaciones contra el Covid-19, a través de la Oficina Panamericana de la Salud (OPS), en el marco de una mesa nacional de vacunación.

En ambos casos, según ha confirmado DIARIO DE CUBA con conocedores de ambos procesos, esto ha implicado entenderse con representantes de Juan Guaidó, quien sigue administrando recursos oficiales, dada la condición de presidente interino que aún le asigna EEUU y diversos países europeos.

El mes de abril cerró con otro "gesto" del régimen de Nicolás Maduro. Las autoridades venezolanas otorgaron el pasado viernes una medida de excarcelación (aunque siguen procesados) en favor de seis exdirectivos de la filial de la estatal petrolera PDVSA en EEUU, Citgo. Son ciudadanos estadounidenses y EEUU había pedido por su liberación.

En el caso del CNE, la Presidencia la tendrá un hombre de confianza de Maduro, el exministro de Cultura Pedro Calzadilla, quien en su gestión tendió puentes con artistas críticos del chavismo. Los dos directivos no alineados con el chavismo son Roberto Picón, exprisionero político del chavismo y "cerebro electoral" de la extinta Mesa de la Unidad Democrática (MUD); y Enrique Márquez, quien fue vicepresidente del Parlamento electo en 2015 y una figura de peso entre los factores socialdemócratas de Venezuela. Márquez de forma sorpresiva, también, será el vicepresidente del CNE.

Jesús Torrealba, exsecretario ejecutivo de la MUD, mencionó como otra buena señal la incorporación de tres activistas de la sociedad civil en cargos de rectores suplentes en el seno del órgano electoral. Se trata de Griselda Colina, antigua consultora del Centro Carter; el dirigente sindical León Arismendi, y Francisco Martínez, quien fue presidente del principal gremio de empresarios de Venezuela, Fedecámaras.

La decisión terminó tomando por sorpresa a más de uno. La designación se pospuso en varias ocasiones por diferencias internas dentro del chavismo. Según Cárquez, el presidente del Parlamento controlado por el chavismo, Jorge Rodríguez, quien es figura de confianza de Maduro, fue el artífice de la decisión final.

El gran derrotado ha sido el hasta ahora número dos del régimen, Diosdado Cabello, quien insistía en una relación 4-1 en la directiva (un solo director opositor), tal como había sido en la última década. Analistas como Benigno Alarcón, consultado por DIARIO DE CUBA un día antes de la votación veían inviable que dos rectores principales claramente opositores terminarán siendo escogidos por el Parlamento chavista.

"Esta es la directiva electoral más potable para la causa opositora en largos años. El chavismo la presenta ahora porque sabe que las fuerzas opositoras están fragmentadas y enfrentadas en torno a si se debe asistir o no a unos comicios teniendo a Maduro en la Presidencia", sostiene el diplomático consultado, quien pide no se divulgue su nombre.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, emitió un rápido y contundente comunicado. Señaló que la designación de un nuevo CNE por parte de la Asamblea Nacional controlada por el chavismo carece de legitimidad, ya que la legitimidad del propio cuerpo legislativo no es reconocida por buena parte de la comunidad internacional, incluido el propio organismo que Almagro encabeza.

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Mientras La Habana siga siendo el poder tras el trono en Venezuela y dirigiendo cuidadosamente a Nicolas Maduro y Jorge Rodríguez, todo es pura maniobra muy bien pensada y diseñada para mantenerse en el poder at infinitum. Ese balance de 3-2 a favor de la dictadura no cambia nada realmente, y sin embargo, engaña a medio mundo. Es lo que siempre hizo Fidel Castro.