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REPRESIÓN

'No pienso quedarme callada': dice la madre cubana que difundió la protesta en Maisí

Domínguez Lambert denuncia que los niños de su comunidad no asisten a la escuela hace más de tres semanas porque no tienen desayuno.

Madrid
Yadiuska Domínguez Lambert
Yadiuska Domínguez Lambert Cortesía de la entrevistada.

El 11 de julio de 2021, cuando el país vivía sus mayores protestas en más seis décadas, la joven de 28 años Yadiuska Domínguez Lambert fue de las pocas personas que salió en solitario a protestar en Maisí, el municipio más oriental de Cuba. Desde esa fecha, la Policía política del régimen no ha dejado de hostigar a esta madre de tres menores  que —según confiesa a DIARIO DE CUBA—  "abrió los ojos" cuando empezó a tener acceso a internet. 

Ese fue uno de los primeros antecedentes de la protesta del 22 de octubre de este año, cuando más de 30 madres bloquearon una carretera en el olvidado poblado La Favela de ese municipio, para exigir agua y comida. 

Domínguez Lambert había comprendido el poder de las redes sociales y transmitió en vivo el reclamo de ayuda, que rápidamente fue sofocado por la Policía del régimen. 

"En las tres ocasiones que he sido llevada a interrogatorio por el instructor de la Seguridad del Estado llamado Odelín, me ha dicho que mi mayor delito fue haber publicado la protesta de las madres en las redes. Por esa transmisión todo el mundo se enteró la difícil situación que pasamos aquí en Maisí, donde no llega nada de comida", comenta esta madre. 

"En el último interrogatorio de este jueves me dijeron que continuaba bajo investigación y que podrían condenarme a de seis a nueve años de cárcel. El represor me dijo que había cometido un 'delito grave'; que tratara de apartarme y no siguiera 'coqueteando con el enemigo'. Me expresó claramente que yo era 'contrarrevolucionaria'", añade la madre de tres menores de edad. 

"Yo le respondí que solo exigía mis derechos y que no pienso quedarme callada. Los niños de esta comunidad hace más de tres semanas que no van a la escuela porque no tienen desayuno ni nada para poder ir a la escuela. Después de la protesta, solo trajeron algunas pipas con agua, pero la situación sigue prácticamente igual", enfatiza Domínguez Lambert.

La Seguridad del Estado le ha prohibido salir de Maisí a Domínguez Lambert, que no ha dejado de denunciar todo el hostigamiento recibido después de la protesta. También la han amenazado con quitarle a sus hijos y enviarlos a un orfanato o "casa de niños sin amparo filial", como nombra el oficialismo a estos centros de atención a menores. 

Hasta el momento, Domínguez Lambert no ha tenido problemas en su trabajo estatal como especialista en Literatura de la Casa de Cultura de Maisí.

"Todo lo que hago es por mis hijos y poder darles lo básico, ya que en este lugar no llega nada. Toda la comida está en las MYPIMES y las tiendas en MLC, y no tengo dinero para comprar en ellas. En esta lucha, por suerte he tenido el apoyo de mi madre. Al instructor le dije al final del interrogatorio que si caía presa, organizaciones como Prisoners Defenders y Amnistía Internacional denunciarían mi encarcelamiento. Él me dijo que desconocía quiénes eran esas organizaciones", concluyó Lambert. 

Las protestas en Cuba no han cesado después del estallido nacional de julio de 2021. Ya sea por los prolongados apagones, por vivir en edificaciones en derrumbe o por la falta de servicios básicos como agua y comida, tan solo en el mes de noviembre de este año, el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) registró 517 protestas públicas en todo el país. 

En su informe mensual esta organización destacó que las "crecientes brechas en la venta mensual de víveres subsidiados, incluida la leche de los niños, llevaron durante el mes de noviembre a numerosos cubanos, sobre todo mujeres, a manifestar su indignación en las redes". 

En octubre, las protestas contabilizadas por OCC fueron 619, el número más alto de este año.

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