El preso político del 11J, Maikel Puig Bergolla, que cumple condena en el penal de máxima seguridad de Quivicán, en la provincia de Mayabeque, se encuentra en pésimas condiciones y sin recibir una adecuada atención médica. Así lo denunció a DIARIO DE CUBA Saily Núñez Pérez, su esposa.
"Maykel me llamó por la mañana, me dijo que hoy fue la persona que tiene que ver con insumos médicos de Cárceles y Prisiones y como de costumbre, ellos le dieron miles de explicaciones para intentar callarlo porque Maykel tiene un carácter bien difícil y no se le calla a nadie", advirtió Núñez.
Puig Bergolla contó a su esposa que a él "le dijeron que le iban a buscar el Captopril (medicamento para la hipertensión), pero que para el golpe que se dio en la rodilla no tenían nada y que hablara conmigo, pero él le dijo que no, que esa no era una solución". Núñez explicó que su esposo respondió que él tiene dos hijos, y uno de ellos está enfermo, "y que él no iba a pedirme nada". "Le dijo que si no tenían medicamentos, lo sacaran para su casa, o fuera del país", señaló.
"Aquí todo está mal, no se resuelve nada, matándonos de hambre, de malas condiciones, nunca hay soluciones y nosotros somos los que tenemos que pagar, es abusivo", expresó Bergolla a su esposa en la llamada telefónica.
La esposa del preso político precisó además que ella es una víctima del "acoso constante de la Seguridad del Estado y del director del penal", por las denuncias que realiza en redes sociales sobre todas las violaciones que sufre Bergolla.
En un mensaje que hizo en redes sociales, Núñez responsabilizó al jefe de la prisión de Quivicán, Mayabeque, un oficial al que identificó como el teniente coronel "Lolo", y a la Policía política por todo el hostigamiento que sufre su familia desde hace más de dos años.
Maykel Puig Bergolla, cumple 12 años de condena por participar en la manifestación en el poblado de Güines, y desde que fue trasladado para esa prisión ha sido expuesto a malos tratos.
En junio pasado, Núñez denunció que Bergolla fue atacado por el oficial Yulieski Menéndez Montero, segundo jefe de la cárcel, y que estuvo un mes incomunicado sin poder hacer llamadas telefónicas. En agosto, Bergolla alertó que un preso común lo había golpeado "a traición". En varias oportunidades ha estado recluido en celdas de aislamiento.
Núñez ha presentado reclamos a favor de su esposo ante la Fiscalía Militar de la Región de Occidente con el objetivo de denunciar las arbitrariedades y abusos que se cometen contra su esposo en prisión, sin recibir respuesta alguna.
