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Lucha libre

Un luchador cubano representante de Italia denuncia un intento de soborno en el Preolímpico de Bakú

Frank Chamizo recibe el apoyo de gladiadores como el campeón olímpico de Cuba Luis Orta, tras ser aparentemente despojado de la victoria en un combate decisivo.

La Habana
El luchador cubanoitaliano Frank Chamizo.
El luchador cubanoitaliano Frank Chamizo. Getty Images

En las últimas horas, el mundo de la lucha libre ha quedado revuelto. El estelar peleador cubano de los 74 kilogramos, Frank Chamizo, quien representa a Italia desde hace una década, realizó contundentes denuncias, tras su combate contra el azerí Turan Bayramov en las semifinales del clasificatorio olímpico de Europa celebrado en Bakú, Azerbaiyán. Además de criticar las polémicas decisiones de los jueces durante la pelea, el cubanoitaliano afirmó que fue objeto de un intento de soborno.

"Sabía que tenía que dar el doble o el triple en Azerbaiyán, porque estaba peleando en su casa y ellos habían comprado todo. El mismo árbitro ha estado con los azeríes durante todo el torneo. Lo hice, pero luego pasó algo que me recuerda al boxeo de hace muchos años. Así que sí, quiero decir, vinieron a mí ofreciéndome dinero, 300.000 para perder. No quiero decir quién, pero la mañana de peso (pesaje) pasó", denunció el gladiador italiano de origen cubano en declaraciones que recoge el portal Fanpage.it

Estas acusaciones llegaron poco después de que Chamizo se desahogara en Instagram: "Quiero pedir disculpa a quien está mirando esto, mi deporte es bello. Esto es solo un grupo de personas sobornadas y corruptas, que tristeza el corazón me llora", escribió el atleta oriundo de Matanzas, que salió derrotado por Bayramov y no pudo obtener el pasaje a sus terceros Juegos Olímpicos. 

Chamizo, de 31 años, se vio notablemente decepcionado y molesto con las decisiones arbitrales y no tardó en expresar su frustración en redes sociales. En ese terreno recibió el apoyo de varios luchadores muy relevantes, entre ellos el monarca olímpico cubano del estilo grecorromano Luis Alberto Orta.

"A por ello campeón, ganarás tu plaza olímpica, es una pena que pasen estas cosas", escribió el titular de Tokio 2020 en el post de denuncia de su coterráneo, quien también tuvo apoyo del alemán Frank Staebler, triple campeón mundial.

Otros como el subcampeón del orbe Rustam Assakalov fueron un poco más allá. "Eres un guerrero, luchaste e hiciste todo lo que dependía de ti. Esos jueces deben ser destruidos y expulsados y nuestro deporte debe volverse brillante y justo", dijo el uzbeco.

Por su parte, Myles Amine (San Marino), bronce olímpico de Tokio 2020, y la estadounidense Helen Maroulis, monarca de Río 2016, calificaron de horrible las decisiones de los jueces y consideraron todo lo sucedido como "un robo".  

El combate entre Chamizo y Bayramov fue de altas tensiones. El cubano representante de Italia venía de derrotar por su orden al polaco Patryk Krzysztof Olenczyn, al austriaco Simon Marchl y al húngaro Murad Kuramagomedov, aunque sabía que Bayramov le exigiría más. De hecho, el joven de 23 años sacó una rápida ventaja de 6-0 antes de cumplirse el primer minuto del enfrentamiento, pero el italiano de origen cubano descontó poco a poco con una presión asfixiante sobre su rival, hasta ponerse 6-4 al término del período inicial. 

Quedó entonces la mesa servida para un segundo parcial de infarto, en el que el cubano volvió a ser muy incisivo para sacar una renta positiva, pero los jueces tomaron dudosas decisiones que lo perjudicaron. 

Tras sus ataques iniciales, Bayramov estuvo excesivamente inactivo, jugando con su ventaja y con el hecho de haber realizado una acción de cuatro puntos que le valdría para ganar en caso de empate. Pese a esto, los jueces ni siquiera consideraron la pasividad del azerí y le dejaron pasar algunas fugas del colchón que pudieron subir al marcador. Por si fuera poco, restando 28 segundos Chamizo logró un derribo que pudo darle puntos, sin embargo no fueron validados por los árbitros.

Hasta los narradores de United World Wrestling recalcaron que los jueces hicieron revisiones sin sentido para darle unos segundos de descanso a Bayramov, superado por la intensidad del cubano. La tapa al pomo la pusieron en la última acción de la pelea, en la que Chamizo se lanzó al ataque, puso de rodillas a su oponente y consiguió dos puntos que le daban la victoria 10-8. Pero los azeríes apelaron al challenge como única carta de salvación y obtuvieron el visto bueno de los jueces, que retiraron las dos unidades al cubano y decretaron la victoria del anfitrión. 

"Los cinco jueces en la lona tomaron la misma decisión, reconociendo que había tirado al suelo la rodilla derecha de mi oponente y por lo tanto había ganado. Luego inventaron un desafío con tiempo de espera, que no se pudo hacer. En ese momento, el presidente miró las imágenes de una sola cámara de la revisión del video y estableció que ese movimiento no estaba ahí, contradiciendo a los otros cinco jueces", explicó Chamizo, muy insultado por los intentos de soborno que recibió.

"Los mandé a la mierda porque no sólo me represento a mí mismo, sino también a Italia, a mi Federación y al Ejército. No es fácil quebrantar mi integridad. Estoy tan disgustado que no siento que estoy hablando de deporte. Te miran a los ojos como diciendo: 'Si no tomas el dinero lo toma otro'. El dinero lo mueve todo", precisó.

El director técnico de la lucha en Italia, Salvatore Avanzato, también se mostró muy decepcionado en una entrevista con Gazzeta dello Sport: "Se supone que los errores arbitrales forman parte del contexto deportivo. En general, la gente puede cometer errores. Pero aquí hay algo más. Desafortunadamente, el partido estuvo enteramente influenciado por las decisiones del árbitro y el error no es solo el del último desafío. Por lo tanto, consideramos que lo sucedido es injustificable, apelaremos y se hará todo lo que sea necesario".

Tras esta polémica derrota, a Frank Chamizo solo le resta una oportunidad para inscribir su nombre en la cita de París 2024. El cubanoitaliano tendrá que salir airoso en el Preolímpico mundial que se celebrará en Estambul en mayo próximo. 

¿Quién es Frank Chamizo y cómo llegó a la élite?

El ascenso de Frank Chamizo a la élite de la lucha no ha sido precisamente un camino de rosas. Comenzó en el deporte de manera fortuita, podría decirse, cuando entró de casualidad a un gimnasio antes de cumplir los ocho años.

"Estaba encantado frente a la puerta. Entré con la boca abierta, pero al cabo de unos minutos ya estaba en plena pelea con los demás", relató en 2016 durante una entrevista con Vanity Fair

Fue amor a primera vista, una conexión total que ligó su vida a los colchones con éxitos inmediatos. A los 18 años ya había ganado el bronce en la cita del orbe de Moscú 2010 y al año siguiente se coronó en la Copa del Mundo celebrada en la urbe rusa de Makhachkala. 

Sin embargo, su progresión se cortó de la noche a la mañana cuando las autoridades del deporte cubano lo sancionaron dos años, por supuestos problemas para manejar el peso. 

"Siempre pensé que mi talento podía molestar a luchadores con más experiencia que yo. Quizás alguien se sintió amenazado. De hecho, me mataron por 100 (de) gramos más, una verdadera humillación", aseguró Chamizo, quien pronto se vio entre la espada y la pared. 

Sus padres no vivían en Cuba, estaban solos él y su abuela en condiciones muy complejas, sin un salario para poder sostenerse. "Recuerdo que una mañana me desperté con los gritos de mi abuela que quería desayunar. Salí a la calle y vendí el uniforme de la selección cubana para comprarle comida", recordó el gladiador matancero, cuya segunda oportunidad en el deporte llegó tras casarse con la luchadora italiana Dalma Caneva.

Esa decisión lo llevó a emigrar y a comenzar una nueva vida en Europa. Aunque no había perdido la motivación y la pasión por la lucha, partía de cero y tuvo que esperar algún tiempo para volver a brillar sobre los colchones. Su regreso oficial a la alta competencia se produjo en 2014, en el tradicional torneo Yasar Dogu, en Estambul, donde derrotó por el oro al azerí Magomed Muslimov.

Ya con la bandera italiana en el pecho, Chamizo volvió a despuntar como el gran talento que había impresionado desde su etapa en Cuba. Su colección de éxitos creció rápidamente y en 2015 dio una estocada definitiva con su corona mundial en Las Vegas, la cual repetiría dos años más tarde en París. Por si fuera poco, se colgó el bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y suma ya nueve podios y cuatro títulos europeos.

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Nada nuevo, la lucha siempre ha estado infiltratada por el Soviet.