A sus 30 años, el jardinero cubano Dairon Blanco solo ha jugado 74 partidos de Grandes Ligas desde que firmó con los Atléticos de Oakland en 2017. La mayoría (69), fueron en la pasada temporada. En ese lapso ha jugado casi 200 juegos en el nivel de AA (189), AAA (194). Además, tuvo 629 partidos en ligas invernales o en la Serie Nacional de Cuba.
No obstante, Blanco aún puede consolidarse en el mejor béisbol del mundo. "Dairon tiene todo para triunfar en las Grandes Ligas", declaró a DIARIO DE CUBA su agente de Leona Sports, Carlos Pérez.
Puede que Carlos tenga razón y lo mejor de todo es que su cliente está en un equipo donde encaja perfectamente. Ahora, hay dos cosas que se deben conjugar para que Blanco tenga éxitos con los Reales de Kansas City. Una es que se mantenga rindiendo y la otra, que la organización esté dispuesta a darle la oportunidad.
La campaña 2023 fue fundamental para que el mundo beisbolero se fijara en el cubano. Primero, tuvo una gran temporada invernal en el béisbol profesional dominicano y después, sus números en la sucursal de AAA lo catapultaron a las Grandes Ligas por segundo año consecutivo.
El rendimiento de Blanco hizo que no regresara más a las Ligas Menores por el resto de la temporada. Si hay un dato que ilustra lo que aportó el cubano para los Reales es el siguiente: Bobby Witt Jr. y él fueron los únicos jugadores con al menos 130 comparecencias en el cajón de bateo con un coeficiente ofensivo, defensivo y de corrido de bases positivo, según la página de datos de MLB FanGraphs.
En 69 partidos Blanco sumó 138 turnos al bate y en ellas dejó una línea ofensiva (promedio de de bateo, de embasado y de bases totales) de .258/.324/.452/.775, mientras conectaba tres cuadrangulares y remolcaba 18 carreras. Desde que debutó el 12 de junio, se estafó 24 bases. Solo Witt robó más almohadillas en ese período.
Para la próxima temporada, según Roster Resource, un sistema dentro de FanGraphs que proyecta las alineaciones, estos deben ser los jardineros titulares de los Reales para 2024:
Jardinero izquierdo: M.J Melendez
Jardinero central: Kile Isbel
Jardinero derecho: Hunter Renfroe
Blanco estaría en la lista activa del equipo, pero en el banco. Esto es solo una proyección. La manera en que se presente Blanco en los entrenamientos primaverales será vital para sacar conclusiones, pero es muy probable que se deba ganar la titularidad con un buen rendimiento como el año pasado. No obstante, haremos una valoración de cada jardinero de los Reales:
Melendez: En su momento fue un joven bien valorado dentro de la organización, pero lleva dos años en Grandes Ligas y no ha podido consolidarse. Por ahora, va siendo un bateador promedio con una tasa de ponches muy alta. Por si fuera poco, su defensa es de las peores en los jardines.
Renfroe: Es un jardinero de poder que nunca se ha embasado mucho. Su defensa estuvo bien valorada, pero en las últimas tres temporadas ha sido negativa.
Isbel: También fue un joven cotizado, cuyo su bateo nunca ha estado ni siquiera en el promedio de la liga. Defensivamente sí aporta bastante; por tanto, está bien proyectado en el jardín central.
Nelson Velázquez: Debe alternarse con Salvador Pérez como bateador designado, aunque también puede jugar varios partidos en las praderas, pero su defensa es negativa. En su caso, su poder es su carta de presentación.
En el Top 10 de los mejores talentos de los Reales para 2024, según Baseball America, solo hay un jardinero (Gavin Cross) y no se espera que debute en la venidera temporada.
Blanco no es un gran bateador; tampoco se ha destacado por su fuerza. Pero su bateo puede estar por encima del promedio y, a la vez, aporta muy buen corrido de bases y buena defensa. Lo mejor es que está en su primer año pre-arbitraje y eso lo hace controlable para la organización por seis temporadas más.
Lo cierto es que 2024 será fundamental para la carrera de Dairon, pero todo dependerá del trato que le den los Reales.
"Confío mucho en él, es un jugador que muy trabaja fuerte cada día para alcanzar sus objetivos, nunca se rinde", reafirmó Pérez. Esperemos, que al menos le den la oportunidad para consolidarse, después que eso suceda, le tocará al jugador responder con su juego.
