Este sábado se abrirán las puertas del Memento Park en la bella ciudad húngara de Budapest, para acoger la XIX edición del Campeonato Mundial de Atletismo, evento que se extenderá hasta el martes 29, con la participación de más de 2.000 atletas procedentes de unos 200 países.
Cuba competirá en 13 disciplinas de las 49 convocadas por World Athletics, entidad organizadora de estas citas desde hace 40 años. La Isla será representada por 20 deportistas, después que el martillista Yasmany Fernández —incluido a última hora— abandonara la delegación durante una escala en París.
Después de la debacle del pasado mundial de Eugene 2022, donde Cuba concluyó en el lugar 29, con solo 15 puntos y sin medallas por primera vez en su historia, los característicos discursos triunfalistas se han esfumado y ningún directivo se ha atrevido a dar pronósticos.
El nuevo comisionado nacional de atletismo, Rolando Charroo, quien sustituyó a la polémica y laureada Yipsi Moreno, declaró a la prensa oficialista que todos los atletas se encontraban en buena forma deportiva y que la aspiración era acercarse a sus mejores marcas de la temporada, como medio de preparación para los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, que comenzarán el venidero 20 de octubre.
Lo cierto es que las aspiraciones criollas son muy discretas. Los deportistas de la Isla deben alcanzar esta vez alguna medalla, pero les será muy difícil subir a lo más alto del podio.
En esta oportunidad, las mayores aspiraciones se centran en el salto triple de ambos sexos, aunque si no ocurren lesiones o sorpresas de última hora, los lugares de honor de esas pruebas parecen reservados para favoritos como la venezolana Yulimar Rojas.
El triplista Lázaro Martínez, campeón mundial bajo techo en Belgrado 2022 y con la cuarta mejor marca de la temporada (17,51 metros), y Cristian Nápoles, cuarto lugar en la versión de Londres 2017 y quinto en Doha 2019, tienen opciones reales de incluirse en el podio de premiaciones.
Esto, gracias a que los también cubanos radicados en el exterior, Andy y Jordan Díaz, no podrán estar presentes en esta reunión atlética, ausencias que les facilita el camino a las medallas. Andy, campeón de Italia, no puede competir internacionalmente por su nuevo país hasta el próximo año, y Jordan, titular de España, por presentar algunas molestias.
En la rama femenina destacan Leyanis Pérez y Liadagmis Povea, cuarta y quinta respectivamente en el ranking mundial. Ellas, además de la extraclase Rojas, son las únicas que han podido superar este año los 14,80 metros, por lo que llegan a la competencia con un buen aval.
Otros que pudieran dar alguna sorpresa son el saltador de altura Luis Enrique Zayas, octavo en el ranking mundial y finalista en las últimas dos citas del orbe. En menor grado, pudiera destacar Roxana Gómez en los 400 metros planos, aunque en esta temporada con su crono de 50,6 segundos se ubica en el puesto 15.
El relevo femenino de 4x400 metros, que busca su boleto para los Juegos Olímpicos de París 2024, tendría que firmar otra sorpresa para colarse entre los tres mejores, pero dio buenas señales este año al estampar récord en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador con tiempo de tres minutos con 26 segundos.
En el medallero histórico de estas competiciones, dominado ampliamente por EEUU con 414 preseas, 182 de ellas de oro, Cuba ocupa la octava posición con 22 metales dorados, 24 de plata y 14 de bronce. Pero hace varios años que este deporte, como ocurre con tantos otros, viene en franca decadencia, sobre todo por el abandono de sus principales figuras.
