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Béisbol de Grandes Ligas: La tanda cubana

Alex Pompez: el pasado y el futuro del béisbol

Un día como hoy, en 1947, Jackie Robinson rompió la barrera racial en el béisbol profesional en EEUU. Sin el cubano Alex Pompez, esa historia —y toda la historia del béisbol— estaría incompleta.

Pinar del Río

1947 fue un año de alegrías. Un día como hoy, 15 de abril, Jackie Robinson debutaba con los Dodgers de Brooklyn y rompía para siempre la barrera racial en el béisbol profesional de EEUU.

Esa misma semana, en Manhattan, la escritora Simone de Beauvoir cenaba con el artista Marcel Duchamp, y luego acudían a una fiesta en la que se encontraban, entre otros, el arquitecto Le Corbusier, el compositor Kurt Weill y el actor Charles Chaplin.

El 29 de septiembre, en el Carnegie Hall —tal y como nos lo recordara ayer en estas páginas el colega Luis Felipe Rojas—, Chano Pozo debutaba con la big band de Dizzy Gillespie, compartiendo escenario nada más y nada menos que con Ella Fitzgerald y Charlie Parker.

Y tan solo dos días antes de que el rey de las tumbadoras gritara "¡Manteca!" y pusiera a la gente a mover las caderas, el sábado 27, los New York Cubans se coronaban campeones de la Serie Mundial de las Ligas Negras, derrotando a los Cleveland Buckeyes, cuatro juegos a uno.

Cada 15 de abril, las Grandes Ligas celebran el día de Jackie Robinson, y todos los jugadores llevan su número en la espalda: el 42.

Así sucederá esta noche.

La irrupción de Robinson en las Grandes Ligas fue una de las razones por la que la mítica victoria de los New York Cubans tuviera lugar ante apenas poco más de 2.000 aficionados en el frío Comiskey Park de Chicago.

Los afroamericanos habían perdido ya el interés por las Ligas Negras, mientras seguían con frenesí el día a día de su ídolo, Robinson, en las Mayores.

Aquellos New York Cubans contaban con el mejor combo que haya calzado spikes en la historia de la pelota en la Isla, si de la parte izquierda del infield se trata: Orestes Miñoso en la antesala y Silvio García en el campo corto.

Y contaban, sobre todo, con el gran arquitecto del proyecto: Alex Pompez.

Nacido en Cayo Hueso, criado en el duro Tampa de las leyes de Jim Crow y devenido personaje ilustre en el Harlem del renaissance, Pompez fue un pionero que revolucionó el béisbol latino y, por ende, el béisbol en general; alguien que supo, mucho antes que el resto, que el secreto radicaba en romper barreras, incluidas las raciales, en mezclar gente de un lado y de otro.

Propietario de un equipo de Ligas Negras, miembro del Salón de la Fama del Béisbol en Estados Unidos, legendario promotor, empresario, benefactor, scout y casi un padre para varias generaciones de peloteros latinos, Pompez no solo vivió, sino que también sufrió su tiempo, por lo que además fue rey de la bolita, cercano a la mafia, exiliado en Francia, presidiario en México y testigo de la fiscalía en Nueva York.

El historiador Adrian Burgos Jr. le dedicó en 2011 una excelente biografía, Cuban Star: How One Negro-League Owner Changed the Face of Baseball, mediante la cual, entre otras cosas, puede cartografiarse la historia de la pelota cubana en Nueva York: la casa de Juan y Onelia Valdés, en la 15 West 107 Street, donde los jugadores del caimán se reunían para hablar español, comer arroz con frijoles y tomar café de verdad; la primera oficina de los New York Cubans en la 200 West 135th Street; el Dyckman Oval; el Polo Grounds…

También se pueden entrelazar los grandes nombres que a su alrededor reunió Pompez: Martín Dihigo, Silvio García, Alejandro Oms, Cristobal Torriente, José María Fernández, Tiant padre, Juan Marichal, Felipe Alou, Willie McCovey, Orlando Cepeda, Monte Irvin, Hank Thompson Willie Mays, por solo mencionar algunos.

Este 15 de abril, no se nos ocurre nadie mejor a quien dedicarle esta columna, escrita mientras varios jugadores del caimán que se batían en los diamantes parecían cantar esa rumbita de "ah yo bien quisiera/ que toda la semana/ cielito lindo/ domingo fuera".

Porque seis de ellos —¡seis!— irrespetaron las cercas.

Aledmys Díaz (de 4-1, HR, RBI, R, .227), con el mayor de los Gurriel a su vera (de 4-0, K, .281), marcó la diferencia en el gane de los Astros ante los Marineros, 3 a 2; Nolan Arenado (de 2-1, HR, 3RBI, 2R, 2BB, .254), con sus Rockies, consiguió el primero del año y tumbó a los Gigantes, 4 a 0; el Guille Heredia (de 1-1, HR, 2RBI, R, .364) apareció del banquillo y junto a Yandy Díaz (de 3-0, RBI, 2BB, K, .245) y los Rayos, desplumó a los Azulejos del junior de los GurrielLourdes (de 1-0, .175), 8 a 4; Jorge Soler (de 4-1, HR, RBI, R, BB, K, .216) aumentó a cuatro su cuota de palos y, con sus Reales, sentenció a los Indios del leonino Martín (de 5-3, HR, RBI, 2R, .271), que también mandó una de paseo, 9 a 8; mientras Yasiel Puig (de 5-2, HR, 2B, RBI, R, .163), con "Candelita" Iglesias (de 3-1, .226) a su lado, no quiso irse de México sin un regalo para los cuates, aunque de poco le sirvió, pues sus Rojos resultaron desteñidos por los Cardenales, 9 a 5.

No mandó ninguna esférica de paseo J. D. Martínez (de 3-2, 2B, R, K, .333), aunque tampoco le hizo falta, pues se lució y sus Medias Rojas blanquearon a los Orioles, 4 a 0; lo mismo que le sucedió al trío de las Medias Blancas, Moncada (de 4-3, 2B, BB, .328), Abreu (de 3-1, 2B, RBI, R, BB, 2K, .200) y Alonso (de 2-0, R, 2BB, 2K, .143), que jugó mucho mejor que lo que indican sus numeritos, y le bajaron la talanquera a los Mulos, 5 a 2.

Para acabar, sin nadie de Caibarién ni de Aguacate (pueblos de Claro "el Gigante" Duany y de Santos "el Canguro" Amaro) en los duelos Angelinos/Cachorros (suspendido), Tigres/Mellizos (4 a 6), Piratas/Nacionales (4 a 3), Mets/Bravos (3 a 7) y Filis/Marlins (3 a 1 en 14), Eric Hosmer (de 4-0, K, .213) y los Padres cayeron envenenados por las Serpientes, 8 a 4; Kendrys Morales (de 3-0, .214) y los Atléticos resultaron cazados por los Rangers, 8 a 7; y Yasmani Grandal (de 3-1, .391) y los Cerveceros se quedaron sin levadura ante los Dodgers, después de habérselos bebido dos noches seguidas, 7 a 1.

Recogiendo el bate y las pelotas

En resumen: las palmas de la jornada para quienes irrespetaron las cercas y ganaron, para los del departamento de medias, ya las llevaran rojas o blancas, y por supuesto, para el precursor de todos ellos, el gran Alex Pompez.

En total: Gurriel Jr. pifió anoche por segunda jornada al hilo en un tiro de la intermedia a la inicial, y lo mandaron al banquillo con lo que ya parece una certeza: camarero, no es.

Nos vimos ayer, nos veremos mañana.


Liga Nacional

Este: Filadelfia (9-5), Atlanta (9-6), NY Mets (9-6), Washington (7-7), Miami (4-12), Centro: Milwaukee (10-6), San Luis (9-6), Pittsburgh (8-6), Chicago Cubs (5-9), Cincinnati (5-9) Oeste: San Diego (11-6), LA Dodgers (9-8), Arizona (7-9), San Francisco (7-10), Colorado (4-12).

Liga Americana

EsteTampa (12-4), NY Yankees (6-9), Baltimore (6-10), Boston (6-10), Toronto (5-11) Centro: Minnesota (8-4), Cleveland (8-7), Detroit (8-7), Chicago White Sox (5-9)Kansas (5-10) Oeste: Seattle (13-5), Houston (11-5), LA Angels (8-7), Oakland (10-9), Texas (6-7).

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