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Sociedad

La canción de Chocolate, un traspié a la reputación de los abakuás en Cuba

'Nuestra sociedad tiene los mismos valores que los samurái, los masones; de hecho, son los mismos valores que debemos tener todos', dice el periodista de DIARIO DE CUBA y miembro de la hermandad Jorge Enrique Rodríguez.

Madrid
Jorge Enrique Rodríguez.
Jorge Enrique Rodríguez.

El cantante urbano Chocolate MC publicó en sus redes sociales un adelanto de su canción Abakuá namá, acompañada de videos de violencia que relaciona con la hermandad secreta cubana.

Históricamente, la sociedad cubana ha tenido una percepción racista y clasista sobre los abakuás, según el escritor, periodista de DIARIO DE CUBA y ñáñigo (miembro de la hermandad abakuá), Jorge Enrique Rodríguez Camejo.

La fraternidad se desarrolló en Cuba hacia 1820 y encontró adeptos entre esclavos o libres de origen humilde en los momentos de mayor hostilidad hacia los esclavos y los negros.  

"La hermandad, con base religiosa, fue usada para ayudarse y socorrerse entre esclavos. Eso es algo que tiene un gran valor porque muchos negros después de haber recibido la libertad seguían contribuyendo para obtener la libertad de sus hermanos de religión y esa solidaridad aun persiste desde el siglo XIX", dice en Los Puntos a las Íes Mayckell Pedrero Mariol, director del documental Bongó Itá, sobre los abakuás en Cuba.

La canción del cantante urbano es un ataque a la sociedad abakuá, que incita a la violencia y justifica socialmente el acoso policial a la fraternidad, según Jorge Enrique Rodríguez, quien también aclara que Chocolate MC no es ñáñigo. 

"Nuestra sociedad tiene los mismos valores que los samurái, los masones, de hecho, son los mismos valores que debemos tener todos, ser buenos padres, hijos, hermanos. También hablamos del coraje personal y el respeto sumo a determinadas sacralidades, pero no tienen nada que ver con expresiones de violencia social o comportamientos que no sean cívicos", señala Rodríguez. 

Creencias populares en Cuba sugieren que para pertenecer a la hermandad abakuá debe ejecutarse un acto de sangre, algo negado por Rodríguez.

"La gente asocia a la hermandad con ser de barrio y ambiental. Yo soy hippie, poeta y periodista. Mis mayores son personas decentes que se esfuerzan por cultivarse intelectualmente, limpios, amables e impecables al vestir".

La violencia en Cuba ha aumentado en los últimos años, y esta falta de valores atraviesa a toda la sociedad, no es exclusiva para algunas hermandades, señala Rodríguez. 

"Gente violenta existe en cualquier agrupación humana, también existen hombres violentos en el partido, no se puede decir que la violencia de este país es culpa del abakuá", apunta Pedrero Mariol.

Sobre la relación de la fraternidad y el Gobierno cubano, Jorge Enrique Rodríguez avisa que desafortunadamente ya hay asociaciones oficialistas abakuás.

"Eso no está bien, hay que pedir permisos para cualquier acto o manifestación y la policía tiene un registro de todos los miembros de la sociedad secreta abakuá", denuncia Rodríguez. 

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