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Sociedad

Discapacidad y acoso escolar: una historia de superación con final feliz

'Desde muy niña les decía a mis padres que me estaba quedando atrás y me preguntaba para qué vine al mundo. Ahora lo sé', dice la joven cubana Elizabeth Sánchez a DIARIO DE CUBA.

Madrid
Elizabeth Sánchez. DDC TV
La escritora y cantante Elizabeth Sánchez.
La escritora y cantante Elizabeth Sánchez.

La cantante y escritora Elizabeth Sánchez nació en Cuba en 1993, en pleno 'Período Especial', y los sucesos que rodearon su nacimiento marcarían su vida y la de su familia para siempre.

Sánchez nació en medio de un apagón por lo que los médicos no pudieron tratarla después de tres paros cardiorrespiratorios. Estuvo 28 días en coma y la parte izquierda de su cuerpo no respondía. Ante el desolador panorama, los doctores aseguraron a sus padres que su primera hija no sobreviviría. 

Contra todo pronóstico y por la constancia de sus padres, Sánchez mejoró significativamente. Como secuela de lo que vivió en su nacimiento padece discalculia, una condición que impide comprender los números y signos, realizar cálculos mentales o trabajar con abstracciones. También le dificulta ubicarse en espacio. 

"Fui mejorando poco a poco, los médicos entregaron a mis padres una niña casi muerta. En casa comenzaron a hacerme ejercicios para desarrollar el cerebro de un neonato al que le faltó oxígeno. Me ponían música clásica, lo que calmaba mis convulsiones, me pasaban objetos por la nariz, intentaban desarrollar mis cinco sentidos, y lo consiguieron", dice Sánchez.

A los cinco años, Sánchez y su familia se mudaron a República Dominicana y allí se enfrentaron con otro obstáculo, el acoso escolar. 

"Fue una de las etapas más horribles de mi vida. En preescolar los niños no tienen una identidad propia y me creí que era fea, gorda y que no caminaba bien, todo eso más el estigma de que no aprendía al mismo ritmo de mis compañeros, pero es que yo necesitaba herramientas diferentes". 

Ya en la adultez, Sánchez contactó a una de sus principales acosadoras y ella le pidió perdón, algo que significó mucho para nuestra entrevistada. 

"La maestra me ponía a mirar a la pared por mi incapacidad de hacer los ejercicios de matemáticas, las niñas me encerraban en el baño. No entendían que yo tuviera una discapacidad porque no lucía como discapacitada. Todos piensan que tienes que verte de una forma distinta por tener una discapacidad y no es así", señala Sánchez.

En el libro donde cuenta su historia, Viva de milagro, Sánchez habla de las señales de que un niño está siendo víctima de acoso escolar. Inventarse enfermedades constantemente para no ir al colegio, evitar los grupos de niños en los cumpleaños y sumergirse constantemente en un mundo de fantasía, son algunas de ellas.

"Desde muy niña siempre les decía a mis padres que me estaba quedando atrás y me preguntaba para qué vine al mundo. Tengo un hermano tres años menor y yo veía que montaba bicicleta, patines, mi papá le explicaba cosas de matemáticas que entendía inmediatamente y me preguntaba por qué yo no podía". 

Ahora Sánchez dice entender cuál es su objetivo en mundo: concientizar sobre la situación que viven muchas personas como ella. En su proyecto "Nace una esperanza" se dedica a dar charlas sobre este tema en diferentes países como República Dominicana, Colombia, México y EEUU, donde vive desde los 11 años. 

"A los que estén en esta situación les aconsejo que acepten su realidad como es. Yo acepté la mía, aunque me costó. La vida es bonita y tiene más momentos felices que tristes, no somos los únicos que estamos pasando por esto, no estamos solos".

Actualmente, Sánchez trabaja en un libro infantil sobre el acoso escolar y en su próximo disco. 

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