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Fotografía

Luz para los frikis en Cuba

'Cuando parece que todo el país se ha montado en un avión, de repente sucede algo interesante en La Habana: una exposición fotográfica dedicada a los frikis cubanos.'

La Habana
Tina Kent y Juanito, ante una imagen de ambos en la exposición.
Tina Kent y Juanito, ante una imagen de ambos en la exposición.

Cuando parece que todo el país se ha montado en un avión, de repente sucede algo interesante en La Habana. El viernes 10 de noviembre se inauguró en el Centro Promotor de Artes Plásticas Luz y Oficios, la exposición fotográfica Light my Fire, dedicada a los frikis cubanos. Más precisamente: a aquellos fanáticos del rock and roll que no han dejado, durante décadas, de expresar su identidad musical en su estilo de vida y vestimenta. Los frikis viejos, los frikis recalcitrantes, los frikis "personajes".

Los del ambiente rocanrolero saben que si no están absolutamente todos los que son en la exhibición, sí son todos los que están. Hecho que se comprobó ese viernes, en la esquina de la calle Luz, cuando el lugar se llenó de emocionados rockeros que venían a reconocerse. Ahí estaban Tina Kent y Juanito, Tony, Dyango Pulido, Richard, Jorge Luis "El Satan", Alberto, Juanelo, Belkis "La Renegada" , el Magua , "El Colo", Siurad y Roberto… gente que hemos visto durante años en los conciertos y a quienes pocas veces la sociedad recompensa.

Los "frikis personajes" son un fenómeno que en Cuba tiene su peculiar significado e historia. No se trata solo de fanáticos de un género musical o miembros de una subcultura que expresan su elección en la ropa y estilo. Sobre todo se trata de resistencia: de un grupo que fue señalado desde los primeros años de la Revolución como heraldos del "enemigo imperialista" y consecuentemente reprimido hasta el punto de la cárcel. Todavía se recuerdan las redadas cerca de lo que luego sería Coppelia en los años 60, donde los más veloces se salvaban y otros podían ir a parar hasta una UMAP por "diversionismo ideológico". (Uno de esos frikis viejos, Carlos, que fue utilero de Los Kents, solía incluir entre los perseguidos a un Silvio Rodríguez imberbe, de pelo largo y pantalones hippies que huía de los camiones de la Policía como otro cualquiera, pero no hemos podido comprobar de forma independiente esta historia.) De cualquier manera: quienes protagonizan hoy Light my Fire, todos mayores de 50 años, vivieron en carne propia esa represión y aun así mantuvieron la expresión de su estética en el día a día.  

"Ahí están los que resistieron la fuerza de esta Revolución que trató de aplastar todo lo que fuera diferente, ahí están los que dijeron: 'No me van a cambiar, no voy a oír Bad Bunny, a mi me gusta Led Zeppelin'", dijo con inusual fervor mientras presentaba la muestra el escritor José Miguel Sánchez (Yoss) quien, como sabemos, ha incorporado el emblema del friki a su persona.

"Busqué frikis que aún estuvieran sobre sus botas", nos comenta Alina Sardiñas, la autora de las fotos. "Gente de mi generación que aún mantuvieran el estilo. Creo que la exposición es sobre personas que han sabido mantener su identidad a pesar de todo, gente libre, que ha sabido resistir la discriminación y el rechazo." Ciertamente, una exhibición de las que no se olvidan y que las comunidades atesoran.

A la celebración del mundo rockero cubano se sumó el cineasta Jaime Santos, quien, esa misma tarde, convidó al público a una sesión de fotos representando "el salto del rock", donde el modelo debía saltar con una guitarra en la mano como lo hacen los músicos en escena, solo que la guitarra nuestra sería un sartén.

"Es una referencia a todas las limitaciones que ha habido", nos cuenta el autor. " En El Patio de María había un término para describir la mucha voluntad y el poco equipamiento técnico… la gente podía estar esperando dos horas porque arreglaran los equipos para un concierto y una vez que empezaba, el audio sonaba horrible… y entonces la gente decía '¡Ño! Luz brillante', que era también el chispaetrén que estaban tomando". 

La exposición Light my Fire se encuentra abierta en Luz y Oficios, La Habana Vieja, hasta el 10 de diciembre de 2023.

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3 comentarios

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"gente que hemos visto durante años en los conciertos y a quienes pocas veces la sociedad recompensa" recompensa por ir a conciertos? 🤔

Aún con toda la represion que puedan sentir los ahora llamados frikies, que de hecho era un concepto diferente el de ese término en los 70’s y 80’s , los amantes del rock en esas décadas, las pasamos más duras , incluso por incomprensión de nuestros propios padres, aún cuando no comulgarán con el sistema, recuerdo que a mi hermano (5 años mayor que yo) hoy tendría 70 años le detuvieron y decomisaron un cinturón con hebilla ancha muy bonita que era de un traje de vaquero cuando éramos niños y mi padre no quiso reclamar pues opinaba que era de mal gusto como prenda de vestir. Fuimos mal mirados por seguir a los Kents, los Nomos, Almas Vertiginosas y escuchar la WQAM , KAAY WTBS que no se si fue más rebeldía que gusto, pues aún siendo joven podía disfrutar de buena música cubana como Beny More , Contreras, Roberto Faz , Jorrin y otros muchos. Todo después del 59 ha sido malo, pero a los que nos tocó vivir nuestra juventud en los finales de los 60’s y 80’s nos tocó lo peor.

Fui Friki en la década del 80,todos los días nos reunimos en el Coppelia para charlar,o saber dónde se haría la mejor fiesta del fin de semana,pero la policía nos acosaba todo el tiempo, en ocaciones nos llevaban a un local detrás del Pabellón Cuba para ponernos multas por nada,pero fueron buenos tiempos,siempre estaba las discusiones de que si Led Zeppelin era mejor que Deep Purple,nos identificabamos como Leszzepelinos o Deeperpianos,buenos,sin dudas.