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Literatura

Al menos 80 referencias a Fidel Castro, en un archivo de García Márquez disponible online

La Universidad de Texas ha digitalizado más de 27.000 documentos del escritor colombiano, incluidos borradores de sus libros y algunas memorias.

Houston

El Centro Harry Ransom de la Universidad de Texas ha digitalizado casi la mitad del archivo de Gabriel García Márquez que compró en 2014. A partir de ahora, unas 27.000 páginas e imágenes escaneadas están disponibles de manera gratuita para cualquier persona del mundo que tenga conexión a internet, informó la edición en español de The New York Times.

El archivo en línea —catalogado tanto en inglés como en español— incluye borradores y otros materiales relacionados con los principales libros de García Márquez, incluido Cien años de soledad, que convirtió al escritor colombiano en una figura global.

Además hay fotografías, cuadernos, álbumes de recortes, guiones y artículos personales que nunca antes se habían visto, como una colección de sus pasaportes.

Según el diario, es inusual volver disponible en línea tanto material de un escritor cuyo trabajo todavía está sujeto a derechos de autor.

"A menudo, los albaceas tienen una visión restrictiva de su propiedad intelectual, creyendo que el uso académico amenaza o disminuye los intereses comerciales", dijo Steve Enniss, director del Centro Harry Ransom.

Ennis agradeció "a la familia de Gabo por liberar su archivo y reconocer este trabajo como otra forma de servicio a sus lectores de todas partes".

Al menos 80 referencias a Fidel Castro en los documentos

En el archivo de García Márquez aparecen al menos 80 referencias a Fidel Castro, con quien mantuvo una estrecha relación de amistad. El escritor colombiano era un declarado admirador del difunto, a quien acompañó frecuentemente en actos políticos, eventos y fiestas.

El nombre del gobernante sale en varias versiones del manuscrito Vivir para contarla, la última de mayo de 2003. En este texto un Fidel Castro de 20 años aparece en un tumulto en Bogotá el 9 de abril de 1948 tras el asesinato del político colombiano Jorge Eliécer Gaitán. Tenían programada una reunión ese mismo día.

El dictador aparece también en imágenes, artículos periodísticos y en el ensayo Dónde vive la vida real (2003) en un fragmento referido a la visita del papa Juan Pablo II a La Habana en 1998.

"La nuestra es una amistad intelectual, cuando estamos juntos hablamos de literatura", afirmó García Márquez en 1981. Castro "es el hombre más tierno que he conocido. Y es también el crítico más duro de la revolución y un autocrítico implacable", había declarado en 1977.

En 2005, el dictador reveló que el colombiano fue portador en 1997 de un mensaje suyo para el entonces presidente de EEUU, Bill Clinton, en el que alertaba sobre supuestos actos terroristas contra Cuba.

A inicios de los años setenta, la detención del poeta cubano Heberto Padilla, quien fue acusado de "actividades subversivas" y obligado a retractarse públicamente de sus críticas, creó un cisma entre muchos intelectuales y en sus vínculos con La Habana.

El llamado "caso Padilla" llevó a escritores como Vargas Llosa a alejarse del régimen, pero García Márquez se mantuvo al lado de Fidel Castro.

Documentos no incluidos en la colección online

Para consultar algunos de los artículos del archivo de García Márquez que el Centro Ransom compró por 2.200.000 dólares en 2014, aún será necesario viajar a Texas para hacerlo de manera presencial, señala The New York Times.

La colección digital no incluye ninguno de los diez borradores de la última novela inédita de García Márquez, En agosto nos vemos. Un capítulo de la novela fue compartido en el diario español La Vanguardia en 2014, poco después de la muerte de García Márquez a los 87 años, pero los familiares dijeron a través de un correo electrónico que no tienen planes de publicarla.

Sin embargo, los lectores en línea pueden acceder a un borrador de 32 páginas de lo que iba a ser el segundo volumen de las memorias de García Márquez, que cubriría los años posteriores a su mudanza a París y luego a Ciudad de México, donde escribió Cien años de soledad y vivió hasta su fallecimiento.

Álvaro Santana Acuña, un sociólogo del Whitman College que está trabajando en un libro sobre la historia de Cien años de soledad, dijo que el archivo ya estaba ayudando a contrarrestar algunas de las leyendas que surgieron sobre la novela y el proceso de su escritura, muchas de las cuales fueron cuidadosamente elaboradas por el propio García Márquez.

Según Santana Acuña, la correspondencia disponible en el archivo muestra que regularmente le enviaba secciones del texto a diversos amigos y críticos literarios y que también publicó alrededor de un tercio de los capítulos en periódicos de todo el mundo antes de que saliera el libro entero.

El experto —citado por The New Yok Times— dijo que García Márquez algunas veces hizo cambios a partir de la reacción de la audiencia, al igual que lo hicieron escritores del siglo XIX como Charles Dickens.

"Publicó los capítulos más importantes para asegurarse de que sabía lo que pensaban las diferentes audiencias: los lectores comunes, los críticos literarios, la intelligentsia", añadió Santana Acuña.

El archivo incluye una serie de álbumes de recortes en los que el escritor colombiano compila cuidadosamente las reseñas de su trabajo en muchos idiomas diferentes; para algunas de estas críticas hay respuestas que no fueron compartidas.

Santana Acuña dijo que le divirtió especialmente una anotación sobre la segunda reseña de Cien años de soledad que apareció en el periódico colombiano El Tiempo, el cual inicialmente descartó la novela como una propaganda izquierdista mal escrita.

García Márquez, quien en la década de 1950 trabajó en el diario El Espectador, competencia de El Tiempo, escribió al respecto: "¡Al menos por larga y entusiasta!".

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