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ARTES PLÁSTICAS

Nueva York acoge la obra del cubanoamericano Félix González-Torres

La galería David Zwirner ofrece un recorrido a través de fotografías, vallas publicitarias e instalaciones del artista fallecido en 1996.

Nueva York

Una exposición del artista cubanoamericano Félix González-Torres (1957-1996) está abierta al público en la galería David Zwirner, de Chelsea, Nueva York, hasta el próximo 24 de junio, en un recorrido a través de su obra fotográfica, vallas publicitarias, vídeos, cortinas, entre otros elementos.

Según una reseña que ofrece el sitio Cuban Art News las piezas interactúan y animan sus entornos en espacios grandes y abiertos y en otros que son pequeños e íntimos.

Entre las obras de la primera gran galería se encuentra "Untitled" (1989/1990), que consta de dos pilas de papel blanco de gran tamaño, a ambos lados. En letra pequeña en el centro, las hojas en una pila dicen "Somewhere better than this place" ("En cualquier lugar mejor que este"), y las otras dicen "Nowhere better than this place" ("Ningún lugar mejor que este").

Los visitantes también pueden pasar a través de "Untitled" (Chemo, 1991), una cortina desde el suelo hasta el techo, rebordeada, que abarcaba el ancho del espacio, activándolo de una manera diferente.

Rellenando la pared se encuentra "Untitled" (1995), una cartelera de arte público que también aparece en anuncios publicitarios en los cinco condados de Nueva York.

En otro cuarto contiguo de la galería de Chelsea está "Untitled" (Placebo-Landscape for Roni, 1993) un suministro sin fin de caramelos envueltos en papeles dorados que se esparcen en todo el espacio.

También en la muestra se halla "Untitled" (Perfect Lovers, 1987-1990), dos relojes de pared que quieren mostrar "la inevitabilidad, pero también la continuación", según palabras de la galerista Andrea Rosen, amiga del creador.

En la escalera de la galería, tres cadenas de luces separadas de 1992 y 1993 se unen en una obra expansiva que termina en una bobina de luces en la planta baja.

González-Torres "fue muy específico sobre por qué una pila era diferente de una cuerda ligera", explicó Rosen.

"Las pilas, las cortinas con cuentas y los dulces pueden existir en más de un lugar a la vez. También están hechos de material muy común, tienen una fisicalidad y sólo pueden existir en un lugar a la vez", señaló en la inauguración de la exposición.

Una cuerda ligera, dijo, "nunca se puede mostrar con bombillas quemadas. Esas son algunas de las reglas intrínsecas de la obra”.

Un pequeño espacio íntimamente escalado en el segundo piso acoge dos obras: "Untitled" (Loverboy, 1989), cortinas de color azul, y "Untitled" (Go-Go Dancing Platform, 1991). Como parte de esta obra, un bailarín gogó actúa una vez al día durante 15 minutos, sin previo aviso.

Otras obras en las galerías del segundo piso incluyen un colorido derrame de caramelo, una segunda cortina de cuentas y otra instalación ligeramente diferente de "Untitled" (Loverboy).

En un muro cerca de la escalera se encuentra un dibujo de la serie Bloodwork, "Untitled" (Bloodwork-Steady Decline, 1994), que reconoce tranquilamente la batalla de González-Torres contra el sida, causante de su muerte dos años más tarde.

Rosen señaló que las piezas de Bloodwork son "el único volumen de obras que Félix hizo a mano".

Félix González-Torres nació en la Isla. Emigró a Puerto Rico, en cuya universidad estudió arte. Allí consiguió una beca para irse a Nueva York y es en esa ciudad donde consolidó su carrera. Gran parte de su obra la dedicó a su pareja, quien murió cinco años antes que él, también de sida.

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