Ismael Hernández Chirino, uno de los dos pilotos cubanos que llegaron en ala delta a la Florida en marzo pasado, afirmó que no tuvo que pensarlo mucho para escapar de la Isla por esa vía, debido al "desamparo" en que se encuentra la población cubana.
El joven de 29 años, describió el despegue en el artefacto como el momento "más álgido" del proceso, en entrevista con América Noticias.
"Eso no hay que pensarlo mucho", dijo sobre la decisión de partir hacia Estados Unidos a bordo de un equipo de aviación ultraligero, del tipo Trike, junto a su compañero David López Alfonso, de 39 años.
"El cubano de a pie sufre día a día tanta carencia, tanto desamparo por parte del Gobierno, que ya en tu cabeza está salir, solamente necesitas el medio", dijo.
El ala delta con la que Hernández Chirino y López Alfonso aterrizaron en Cayo Hueso el sábado 25 de marzo pertenecía a Club de Aviación de Cuba, que dirige el espía René González.
Los dos pilotos fueron calificados de "desertores" por la prensa estatal cubana, y desde que llegaron al sur de la Florida el régimen ha solicitado al Gobierno estadounidense sanciones para ambos.
Sobre el presunto calificativo de "terrorista" por parte del régimen, citado por América Noticias, Hernández Chirino respondió ese término describe cómo actúan los gobernantes de la Isla hacia el pueblo.
"No sé cómo pueden considerar a una persona que trata de huir hacia una vida digna como terrorista. Que el medio que usé es poco convencional, está bien. ¿Pero acusarme de terrorismo", cuestionó.
"Terrorismo sería más bien lo que hacen ellos día a día, cuando dejan al pueblo pasando hambre (y trabajo) para conseguir algo tan básico como la comida. Terrorismo es que no puedas ir a trabajar y que tu trabajo rinda frutos. Eso es terrorismo", sentenció.
Sobre sus planes, contó que quiere llegar a ser piloto, y respecto al momento del juicio para obtener asilo político, reconoció que tuvo miedo de que la jueza no viera en él "todo lo que llevaba dentro". Sin embargo, la jueza se mostró identificada con su caso.
Hernández Chirino y López Alfonso ganaron el juicio, pero debieron permanecer en prisión, pues el Gobierno de EEUU se reservó el derecho a apelar la decisión judicial.
El plazo de 30 días que tenía la Fiscalía se cumplió sin que presentara ninguna apelación, por lo que los dos pilotos quedaron en libertad recientemente.
"El lunes la oficina de Krome (Centro de detención de Krome para Inmigrantes) dijo que no había apelación pendiente todavía y los puso a los dos en libertad", dijo a Radio Martí el representante legal de ambos, Willy Allen,
El experto en temas migratorios lamentó en sus declaraciones a América Noticias que la creatividad y la imaginación de los cubanos "esté despreciada" por un Gobierno que no les da futuro.
En su intento por llegar a Estados Unidos, los cubanos no reparan en arriesgar sus vidas en el mar o en peligrosas travesías terrestres a través de Centroamérica, ni en recurrir a los medios más inverosímiles, como tablas de windsurf o esconderse en la bodega de un avión.
En el tiempo que ha sido abogado, Allen ha representado a cubanos que han escapado a EEUU empleando medios sorprendentes, entre ellos Sandra de los Santos, quien en 2004 llegó dentro de una caja, tras enviarse como paquete postal desde Bahamas, y Yuniel Castillo Rodríguez, quien llegó como polizón a bordo de un vuelo de la compañía JetBlue.
