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Transporte

La crisis de los 'boteros' en La Habana: 'Sencillamente, no puedo trabajar con esos precios'

'Este invento de topar los precios sin garantizar un transporte estatal solo viene a empeorar la situación de los pasajeros', sentencia una habanera.

La Habana
Cubanos en busca de transporte en La Habana.
Cubanos en busca de transporte en La Habana. Diario de Cuba

Luego de su inicio el 9 de junio, la huelga de "timones caídos" de los transportistas privados en La Habana, conocidos como "boteros", tiende a amainar. No obstante, aún se aprecia una sensible disminución del transporte en la capital.

El conflicto entre transportistas privados y autoridades estalló luego de que entraran en vigor nuevas disposiciones que regulan los precios de las carreras. Un recorrido por la capital permite ver que la situación del transporte de pasajeros es muy compleja y cambiante, en dependencia de las rutas y los horarios.

Amelia, jubilada, se bajó de un "almendrón" en la Terminal de Ómnibus Nacionales. "Estoy satisfecha con las nuevas medidas del Gobierno de regular los precios de las carreras. Pagué solo 60 pesos. Antes del tope de precios, desde donde yo vivo, en la Avenida Boyeros, me hubiera costado 150 pesos", dijo.

"Yo salgo con mucha paciencia a coger el transporte público, que está muy malo. El dinero no me alcanza para moverme en máquinas. Se acabó el abuso y la explotación de los boteros. Ahora hay que irle para arriba a las MIPYMES esas que están lucrando con las necesidades del pueblo", añadió.

"Con Fidel nada de esto hubiera pasado, porque él sí se preocupaba por las necesidades del pueblo", opinó la anciana. "Si yo tengo que denunciar algún descarado de estos, lo haré", dijo.

En la céntrica heladería Coppelia, Reynaldo estaba haciendo señas a cuanto auto circulaba por la calle 23 del Vedado. "Estoy tratando de coger un almendrón para Playa. En estos días he podido coger algunos boteros a 75 pesos la carrera, antes era a 150 pesos", explicó.

"Lo difícil es cogerlos porque han disminuido mucho. Tampoco puedo preguntarles el precio porque entonces no me recogen. Lo que hago es montarme y ya. Cuando me bajo le pregunto el precio, si me dicen 150 entonces le doy 100 o 75 y le recuerdo que los precios están topados. Discuten un poco, pero cogen el dinero y siguen su camino cuando amenazo con llamar a la Policía. Lo que me interesa es resolver porque el transporte está muy malo y el dinero no alcanza", finalizó.

Jennifer intenta viajar del parque de la Fraternidad a la Palma, en Arroyo Naranjo, pero "es misión imposible coger un botero".

"Los carros están estacionados, pero solo se mueven para carreras directas hasta la puerta de la casa y eso cuesta un ojo de la cara. Antes era uno detrás del otro a 150 pesos y también salían los ruteros a Mantilla por cinco pesos. Ahora hay que esperar el P-8. Esto está difícil, no hay quien salga de la casa, este invento de topar los precios sin garantizar un transporte estatal solo viene a empeorar la situación de los pasajeros". sentenció la viajera.

Sobre la crisis de los últimos días, Raúl, un botero, expresó: "Yo no estoy en huelga; sencillamente, no puedo cargar pasaje a esos precios topados".

"Yo pagaba 8.000 pesos diarios de alquiler al dueño del carro, más la gasolina y el aceite. A 75 pesos por pasajero no me da la cuenta y tampoco me arriesgo a que me pongan multas de 10.000 pesos", explicó.

"Muchos de mis compañeros dejaron de botear. Otros, que son dueños de carros, se parquean a esperar carreras directas, y otros solamente salen a botear de noche, cuando no hay inspectores ni caballitos (agentes de la Policía motorizada)", señaló.

"Por la noche eres libre de poner el precio que te dé la gana, pero es más peligroso, hay que tener mucho ojo para ver a quién montas, porque cualquiera te pone un cuchillo en el cuello por quitarte el dinero y el carro. Esto está cada día más malo y no hay quien lo arregle", lamentó el botero.

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2 comentarios

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Si todos los botero dejarán sus carros en las principales avenidas de Cuba bien pegaditos aquello se va abajo,pues los esbirros no podrían moverse a no ser en tanques...y ya sabemos como acabó Rumanía.

PUEBLO SIN dinero
PUEBLO SIN comida
PUEBLO SIN agua potable
PUEBLO SIN electricidad
PUEBLO SIN protección policial
PUEBLO SIN transporte
PUEBLO SIN medicinas
PUEBLO SIN servicios médicos
PUEBLO SIN libertad.
PUEBLO ¡HASTA CUANDO VAS A AGUANTAR ESE INFIERNO! COMO DECÍA MARIANA GRAJALES ¡EMPÍNATE!