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electricidad

Se acabó el respiro de los apagones en Cuba

El Gobierno sube salarios y vende aseo y comida a trabajadores de termoeléctricas, mientras les exige más esfuerzo en los mantenimientos y la reparación de las constantes averías.

La Habana
Grafiti en La Habana con referencias a los apagones.
Grafiti en La Habana con referencias a los apagones. diario de cuba

El Sistema Electroenergético de Cuba (SEN) enfrenta un déficit en sus capacidades de generación desde el pasado lunes 23 de enero, que ha provocado apagones más prolongados de los estimados para esta época del año y que las autoridades atribuyen a la falta de combustible, entre otros factores.

Según un reporte de la televisión estatal, "los insuficientes niveles de cargas han provocado afectaciones en el servicio, por encima de lo previsto", o sea, los cortes han ido "más allá de las tres horas que, como promedio, se habían estimado para los primeros cinco meses del año".

Funcionarios cubanos declararon que "el problema fue calculado y está implícito en la actual estrategia de intervención en la generación térmica".

Lázaro Guerra Hernández, director técnico de la Unión Eléctrica, dijo que se "planificó" que el país tuviera "un nivel importante de unidades en mantenimiento, pero existía también la probabilidad de que una unidad generadora de gran potencia saliera de servicio, y así pasó".

"Salió la unidad de (la termoeléctrica Antonio) Guiteras en medio de un número importante de unidades en mantenimiento y se combinó además con otro elemento, que es la disminución de capacidad en la generación distribuida por déficit de combustible, que disminuyó la capacidad de generación" aún más, dijo Guerra.

A pesar de que ya entró en servicio la Guiteras, "cinco unidades siguen sin funcionar por mantenimiento, y también permanece el tema del (déficit de) combustible", reiteró.

Según el funcionario, la estrategia implementada apunta a "llegar a los meses más calurosos con una superior capacidad de la generación base, que permita disminuir un poco la generación con los motores fue oil y diésel, que es el combustible más caro y más difícil de obtener".

El reporte cita a funcionarios de la estatal Cuba Petróleos, según los cuales, "detrás de cada apagón están los obstáculos" del embargo de Estados Unidos, pero los cubanos ya no se creen el discurso que repiten incesantemente las autoridades.

Alejandro Aguilera comentó en el reporte publicado en Facebook: "La misma retórica engañosa de siempre" y Yosvanys Aguilar añadió: "¡Ustedes tienen que parar!".

"No inventen más, el problema es que no pueden sostener el país. Lo que se avecina es tremendo", consideró Héctor Mondeja Yanes.

Para Lucía Domínguez, se trata de "más de lo mismo" y añadió: "veremos en el verano qué pasará, cuántas (termoeléctricas y sus unidades) saldrán con problemas; qué martirio se nos hace la vida".

El propio funcionario de la UNE, Lázaro Guerra Hernández, dijo en declaraciones a Cubadebate que el Gobierno aumentó el salario a parte de la plantilla de trabajadores en las termoeléctricas cubanas e inició la venta de productos de higiene y comida.

Sin embargo, el anuncio viene acompañado de una promesa de mayor rigor a la hora de hacer cumplir con los plazos planificados de los mantenimientos y con la calidad requerida, en medio de las bajas de especialistas de áreas claves.

"Aumentó el salario del personal directo a la producción en la generación, y se comenzó a vender módulos de aseo y alimentación junto a la corporación CIMEX. Este elemento fue fundamental. Mitigó el éxodo en puestos claves, tanto de la generación térmica como de la distribuida", dijo Guerra Hernández.

El director técnico de la UNE dijo que "la experiencia se trasladó a linieros y a otras labores imprescindibles para el sostenimiento del sistema eléctrico".

Recientemente, en entrevista con DIARIO DE CUBA, Jorge Piñón, investigador del Instituto de Energía de la Universidad de Texas y uno de los mayores conocedores sobre esta cuestión, dijo que es muy probable que los apagones volvieran a producirse tras la tregua de finales de 2022.

"Como sabemos, las plantas de generación tienen mas de 40 años de explotación, con bajos niveles de mantenimiento operacional y de capital. Desafortunadamente, la solución a largo plazo es la recapitalización del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) con nuevas tecnologías de gas natural… Cuba no tiene tiempo, ni dinero; estimamos que ello tomaría mas de cinco años y entre 5.000 y 8.000 millones de dólares", resumió.

"El 85% de la generación de carga base termoeléctrica de Cuba se alimenta de petróleo doméstico y fuel oil con alto contenido de azufre, que son altamente corrosivos, con altas cantidades de asfaltenos y otros compuestos ricos en vanadio y azufre, que producen depósitos de ceniza en componentes como intercambiadores de calor, calderas, palas y álabes de turbina; causando más daño a la ya debilitada infraestructura. Es un círculo vicioso de mantenimiento", enfatizó.

"El país no puede avanzar hacia un SEN seguro, eficiente y fiable, con soluciones temporales a lo que son problemas estructurales".

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No hay mal que por bien no venga. Cubanos, aprovechen los apagones para vandalizar y destruir propiedades de la dictadura.