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Sociedad

Así se mata la iniciativa civil y se criminaliza a un cubano

Bajo ataque oficialista el estudiante que promovió una marcha por los derechos de los animales en Santa Clara.

Santa Clara

Javier Larrea, estudiante de Derecho, es el responsable por la parte estudiantil del grupo Bienestar Animal Cuba (BIENAC). Sin embargo, a inicios de esta semana comenzó a circular un vídeo en YouTube en el que otra líder del proyecto, la profesora Dagny Granela Martín, lo defenestra. De un selfie que él mismo hizo y se empleó como imagen en el vídeo, Javier fue eliminado como si se tratara de alguna novela orwelliana.

Este episodio es el más reciente de una lucha de meses para realizar una marcha por los derechos de los animales en la ciudad de Santa Clara. Javier ya no quiere hablar. El 21 de marzo cerró su cuenta en Facebook y actualmente se niega a dar declaraciones.

Esta es la historia de cómo se mata la iniciativa civil y se criminaliza a un cubano de bien.

A inicios de este año, un grupo de activistas por el bienestar animal en La Habana obtuvo permiso para una marcha. Fue la primera de tipo independiente en la etapa revolucionaria donde se permitió portar carteles y gritar consignas. Con ese antecedente, Javier inició los trámites legales para realizar una peregrinación similar en Santa Clara, la ciudad donde reside y estudia. Se presentó ante el gobierno municipal y llenó el formulario de petición correspondiente.

En una entrevista audiovisual con DIARIO DE CUBA a finales de abril, la única en ese formato que ofreció, explicó el dilatado proceso en que estaba inmerso para realizar la peregrinación por los animales. En ese momento, contó que semanas después de hacer la solicitud, y viendo que no era contactado, escribió en su cuenta personal en Facebook sobre la demora.

A partir de entonces, recibió ataques de "hasta 45 perfiles falsos" en esa red social. Larrea también se comunicó con las autoridades locales para darle seguimiento a la propuesta de marcha. Fue citado.

A diferencia de ocasiones anteriores en las que entró al edificio del gobierno local, esta vez fue recibido con un protocolo que incluyó retirarle los teléfonos celulares a él y a una joven que lo acompañaba. En la oficina del vicepresidente que lo atendió se encontraba un agente de la Seguridad del Estado, quien estuvo presente durante todo el encuentro.

La respuesta final a su petición fue que "la marcha no es de interés del Gobierno". Javier decidió elevar su solicitud al gobierno provincial, a modo de apelación. En las declaraciones a DIARIO DE CUBA informó que estaba esperando una llamada que le fue prometida en el término de una semana. Han pasado cuatro semanas desde aquella entrevista.

El teléfono del joven santaclareño no ha registrado ningún número gubernamental, no así su cuenta de Facebook, desde la que informó las sucesivas dilaciones y negaciones a la solicitud que hizo a título personal, nunca a nombre de BIENAC.

El vicepresidente del gobierno municipal, Osmani García López, comentó en un post de Javier que la "estrategia" del joven "es manipular la información" a su conveniencia.

"Ni el gobierno, ni los vicepresidentes tienen culpa de tus caprichos, este es un país de orden y no de hacer lo que cada cual le venga en gana, busca una solución a tu problema en las entidades estatales que lo tienen en su encargo social", escribió García.

¿Recuerdan la marcha animalista de La Habana? El funcionario que la permitió porque tal facultad estaba en su "encargo social" fue destituido.

Esta actitud no significa, necesariamente, que el Gobierno cubano odie al movimiento de protectores de animales, sino que teme a la aglomeración de ciudadanos en las calles.

Por ese motivo prohibió una movilización por la familia solicitada en 2018 por varias denominaciones evangélicas, que convocaría a miles de personas, o intimidó a los organizadores de una "marcha" por la música electrónica en el Malecón, que no era sino una etiqueta publicitaria de un grupo de DJs.

Pero en concreto, ¿de qué se acusa a Javier? ¿Por qué una de las responsables de BIENAC por la parte profesoral, Dagny Granela Martín, lo trata como traidor en un vídeo que ahora circula en internet y, a través de Zapya, de celular en celular en la Universidad Central de Las Villas? ¿Lo hará para desmarcarse ella y a la BIENAC de la perseverancia y la valentía de Javier? En Cuba cualidades como esas cuestan caro.

Camila Rodríguez, uno de los perfiles falsos que han acosado a Javier en Facebook señaló que el joven universitario "fue capaz de buscar apoyo desde el sitio contrarrevolucionario DIARIO DE CUBA", en referencia a las declaraciones que ofreció en abril.

"Si publica en Facebook es malo, si publica en DIARIO DE CUBA es malo. ¿Qué tenía que hacer: tragarse la respuesta? ¿Lo hubieran publicado en Vanguardia, Granma o Juventud Rebelde?", se preguntó la activista por el bienestar animal Claudia María Larrea.

"El corte político, digamos, lo puso el Estado cuando expulsaron a la persona que aprobó la marcha animalista en La Habana por esa aprobación y cuando la única respuesta a la solicitud de Javier fue: 'no es de interés del Gobierno'. Que Javier haya decidido publicar al respecto no tiene nada de injusto. ¿Hay algo de injusto en publicar verdades? ¿Acaso esa respuesta del gobierno tenía que ser encubierta?", añadió en otro comentario.

La persona tras el perfil Camila Rodríguez también esgrimió que Javier "traicionó" a "sus propios compañeros de aula y a su amiga Dagny [Granela Martín] para hacer acciones a sus espaldas".

"La idea de la marcha era una idea individual de Javier, en su solicitud estaba su nombre, no BIENAC, así que los integrantes del proyecto no tenían por qué sentirse traicionados por una idea particular de Javier", ripostó Claudia María. "Idea que no va en contra de los objetivos de BIENAC sobre concientizar".

La lucha por la protección de los animales en Cuba ha tomado fuerza. Javier desarrolló un fuerte activismo en redes sociales por incluir la protección animal en la nueva Constitución, "aprobada" el pasado 24 de febrero, con una iniciativa desde Change.org que superó las 2.000 firmas. Fundó Bienestar Animal Cuba (BIENAC) junto a otras personas de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas (UCLV), institución bajo la que se adscribe el proyecto.

El uso de Facebook ha sido definitorio en el poder de convocatoria y las simpatías que despierta BIENAC. El colectivo ha llegado a acuerdos con Zoonozis (control animal) para preservar la vida de los perros que viven en la universidad. Con el Departamento de Epidemiología de Santa Clara, se ocupa de la salud de los animales, y hasta consiguió que la universidad le diera una cuota de alimentos.

Pero ahora Javier está en silencio. Tantas presiones por parte del gobierno local, la Seguridad del Estado y ahora una dirigente de la organización a la que se ha dedicado durante un año, lo han alejado de la palestra pública, al menos temporalmente. ¿Qué deberíamos hacer?

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