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Sociedad

La belleza del cabello afro natural se exhibe en La Habana 'en todas sus formas y colores'

La estilista Vivi Dague la muestra en el concurso 'Lo llevamos rizo' y comparte consejos.

La Habana

La expresión del rostro de Vivi Dague es dulce al tocar el pelo afro, algo que solo hace después de pedir permiso a la portadora o portador, como si se tratara de algo precioso y delicado. Ver trabajar a esta estilista, peinadora y artista ha sido uno de los atractivos del Concurso de Cabello Afro Natural "Lo llevamos rizo", organizado por el proyecto Detrás del Muro y la Bienal de La Habana, en el Museo Casa de África.

Los vídeos y fotos en internet de esta joven de 35 años nacida en África, y que por más de 20 ha vivido entre Francia e Inglaterra, anunciaban a una mujer majestuosa, de mirada intensa, que desafía los patrones de belleza y moda impuestos por la cultura dominante. No es alta ni escuálida como las modelos de pasarela, pero luce sus peinados, así como las creaciones de diseñadores de moda, con orgullo y elegancia.

Antes de comenzar su demostración, cuenta que hasta los ocho años aproximadamente vivió en el norte de Camerún y allí se enamoró del arte de trenzar el pelo.

"Las trenzadoras no tenían casa propia, viajaban por el país trenzando a quienes lo necesitaban, en sus casas. Las personas les pagaban con un poco de arroz, de sal, de azúcar o con lo que pudieran".

Las formas de trenzar el cabello realzan la belleza tanto en hombres como en mujeres, y sirven para diferenciar el sexo en niños pequeños, explica. Una mujer que desea transmitir a su esposo un mensaje, sin dirigirle la palabra, puede hacerlo mediante el trenzado.

Durante la esclavitud, el trenzado ayudaba a avisar sobre el sitio donde se encontraba el amo, y el número de trenzas indicaba la cantidad de carreteras que se debía cruzar para llegar a un punto de encuentro.

Con la modernidad, estas tradiciones se han perdido en África. El trenzado llegó a ser considerado un símbolo de atraso, de bajo nivel educacional y pobreza. Vivi Dague cuenta que, de hecho, las críticas más desagradables a su cabello afro natural o a sus dreadlocks, las ha recibido de personas negras.

Tampoco ella pudo escapar del alisado del cabello en una época de su vida. A los 14 años se mudó con su familia a París y allí su madre empezó a alisárselo porque pensó que era mejor para encajar en el nuevo país. Durante diez años, Vivi llevó el cabello alisado, hasta que, a los 25, conoció a una muchacha "que tenía su pelo afro natural precioso", y decidió dejar de alisárselo.

Mientras peina a personas del público y sus dedos se mueven con destreza, aclara dudas y comparte información que ha acumulado durante años de experimentación con productos naturales: debemos evitar los productos cuyos ingredientes incluyan sulfatos y alcohol, advierte.

Enjuagar el pelo con té negro lo fortalece. Son beneficiosos para el cabello afro el aguacate, la frutabomba, la flor de la majagua y el agua de arroz (esta último también para la piel), recomienda. Aunque los masajes con huevo (ella emplea la yema) son buenos, el producto no debe dejarse en el cabello más de media hora. El aceite de coco es bueno, pero a algunas personas les reseca el pelo, así es que cada cual debe experimentar. Es importante aplicar aceites en el cabello, pero no se debe salir a la calle inmediatamente después, porque es como freírlo. De esta recomendación se excluye a quienes llevan dreadlocks.

Vivi Dague es categórica en algunas de sus respuestas. Cuando una de las asistentes le pide clasificar su cabello, a diferencia de otras peluqueras que trabajan con el pelo afro natural y lo describen de acuerdo al grosor y la porosidad, ella sentencia: "Es otra forma de categorizar a las personas y no me gusta".

También dedica un espacio a los turbantes, pues le recuerdan a su madre, que los usaba para cualquier ocasión especial, desde una boda hasta un funeral. "Siempre se debe poner un pañuelo de seda o satín antes de colocar el turbante, para conservar la humedad en el pelo", aconseja.

Algunos de los productos recomendados por Vivi, como el aceite de oliva, el aceite del Mar Negro o el aceite de semillas de uvas, no existen en Cuba o son demasiado caros para el poder adquisitivo de la población. Sin embargo, Aude, su manager, se ha sentido feliz de ver a "tantas mujeres afro con sus cabellos naturales muy hermosos".

El plato fuerte de la presencia de Vivi Dague en La Habana llegó el jueves 7 de mayo, con una pasarela de peinados, elaborados por ella, con la que demostró que "la belleza viene en muchas formas y colores".

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