El Ministerio del Trabajo (MTSS) anunció que más de 55.500 trabajadores se unieron al sector privado en la Isla desde 2016 y que la cifra de cuentapropistas crece a pesar de que el Gobierno frenó recientemente la entrega de nuevas licencias, en una decisión que atribuyó al "perfeccionamiento" de esa actividad.
Según cifras oficiales que recoge el estatal Juventud Rebelde, el total de "cuentapropistas" hasta la fecha es de 579.415, un número que —señala el medio— "confirma la validez (de esta opción laboral no estatal) como fuente de empleo y de producción de bienes y servicios para la población".
Del total de personas autorizadas a ejercer por cuenta propia hasta septiembre, el 32% son jóvenes, mientras que el 33% son mujeres. El 15% combinan este ejercicio con el de trabajadores del sector estatal, mientras el 11% son jubilados, añade.
De acuerdo con el diario oficial, al régimen especial de Seguridad Social están acogidas 402.805 de estas personas.
El Ministerio de Trabajo define como la actividad más representativa la elaboración y venta de alimentos, con 61.301 contratados, delante del transporte de carga y de pasajeros, con 57.911. Cada una, por separado, constituye el 10% de la fuerza de trabajo en este ámbito.
Según los datos manejados por el MTSS, 39.442 personas tienen licencia para el arrendamiento de vivienda, habitaciones y espacios, y 24.736 como agente de telecomunicaciones. Los trabajadores contratados suman 152.251, asociados en lo fundamental a las primeras dos actividades.
Las actividades del sector que el Gobierno bautizó eufemísticamente como cuentapropista son, sin embargo, unas pocas que no demandan fuerza de trabajo calificada.
Juventud Rebelde insiste en que "todos estos datos (...) indican que resulta incuestionable la importancia de esta forma de gestión no estatal" y recuerda que en agosto pasado, "el Consejo de Ministros aprobó una serie de medidas", que describe como parte "del proceso sistemático de revisión y perfeccionamiento encaminado a corregir deficiencias".
Entre estas disposiciones estuvo la paralización en la entrega de nuevos permisos por "tiempo limitado", y la cancelación definitiva de otras nuevas licencias, entre ellas las de "carretillero", que han causado gran preocupación entre los emprendedores en la Isla.
Otra de las medidas ordenadas por el Gobierno fue la agrupación de actividades afines bajo una sola licencia, como en el caso de las actividades relacionadas con los servicios estéticos, y la creación de dos nuevas licencias: "servicio de bar y recreación" (hasta ahora englobada en la licencia para restaurantes) y "panadero-dulcero".
Varios expertos en economía cubana han criticado las políticas económicas de La Habana sobre este particular y especialmente estas últimas disposiciones tomadas para continuar el control sobre el sector privado.
"Cuba es el único país del mundo que persigue la riqueza y no la pobreza", lamenta el economista Omar Everleny Pérez.